En la reunión “informal” de la Ejecutiva Federal del PSOE, que se celebró este miércoles en una casa rural en Daimiel (Ciudad Real), el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, encargó a los miembros de la dirección socialista un informe completo por áreas, de propuestas a desarrollar a lo largo de su mandato.

Según fuentes consultadas, Sánchez quiere un plan de trabajo no sólo para 2018, sino para toda su etapa al frente de la Secretaría General que, de no darse situaciones extraordinarias, concluirá dentro de tres años y medio.

Los miembros de la Ejecutiva, que en la reunión expusieron las líneas generales de sus propuestas en cada materia, deberán concretarlas en un informe que harán público esta semana.

Sánchez insistió en el encuentro que quiere un PSOE con propuestas y proyectos en todas las áreas, marcadamente socialdemócratas, que se diferencien claramente del programa del PP y que profundicen en un Estado donde se impulsen las medidas sociales.

Muchas de estas medidas será propuestas por la vía parlamentaria y las que no logren salir adelante, empezarán a constituir la columna vertebral del programa electoral de los socialistas.

A la reunión, además de los miembros de la Ejecutiva, asistieron otros cargos del partido en materia de comunicación y estrategia, por lo que no se consideró un encuentro oficial de la Ejecutiva socialista.

Según Ferraz, Sánchez buscaba un lugar tranquilo, alejado de los focos de los medios de comunicación, para poder tener un debate tranquilo y fomentar la convivencia interna. De hecho, acabado el encuentro, también se celebró una comida.

La reunión, no obstante, estuvo rodeada de cierta polémica al ser ocultada a los medios de comunicación y no darse ninguna información oficial de su contenido.