La tragedia nacional sin precedentes provocada por la pandemia de covid-19, que ya va camino de alcanzar el terrible saldo de 30.000 muertes, está quemando políticamente al partido que preside el Ejecutivo, y así se refleja en la macro-encuesta encargada por Público y la Fundación EnAcción al gabinete demoscópico Sináptica. Lógicamente, de ello se beneficia el principal partido de la oposición, pero la otra formación en peligro de desgaste, al formar parte de la coalición de gobierno, está resistiendo en términos de apoyo de sus electores.

Según los resultados del sondeo de Sináptica sobre intención directa de voto plasmados en el gráfico al inicio de este artículo, si ahora se celebrasen elecciones generales anticipadas el PSOE caería tres puntos (hasta el 25,1%) y el PP subiría un punto y medio, alcanzando el 22,3%.

Aún así, lo más probable es que no hubiera vuelco electoral hacia la derecha –y se mantuviera el signo progresista del Gobierno– porque la postura extrema de Vox durante esta emergencia ha frenado el meteórico crecimiento registrado hasta ahora por el partido ultra de Santiago Abascal, tal como ya adelantamos en la anterior oleada del Observatorio Continuo de Key Data para Público.

En esta última encuesta –elaborada por Sináptica mediante un millar de encuestas online entre el 28 de abril y el 4 de mayo– Vox sube poco más de medio punto, quedándose en el 15,7% de intención de voto frente al 15,1% que obtuvo en las urnas el pasado noviembre. Una diferencia mínima que está dentro del margen de error de cualquier sondeo y que difícilmente le otorgaría más escaños en el complejo sistema electoral basado en la Ley d'Hondt por circunscripciones uniprovinciales.

Debido a ello, y a falta de una amplia estimación de votos y escaños para cada partido, todo indica que Pedro Sánchez podría seguir reuniendo mayorías justas, pero suficientes, para gobernar. Aunque en este caso podría depender más de Ciudadanos que de ERC, formación que ya ha votado contra el estado de alarma y que baja tres décimas en este sondeo; una caída relativa que puede perjudicar a Esquerra Repúblicana en Catalunya, a causa de la simultánea ganancia de cuatro décimas por Junts per Cat.

Por su parte, Unidas Podemos resiste el desgaste –y la incesante campaña propagandística de la derecha– que le supone dirigir la vicepresidencia segunda de Asuntos Sociales y cuatro ministerios –incluidos Trabajo y Consumo, muy perjudicados por el estado de alarma–, manteniendo su nivel de apoyo entre los votantes e incluso ganando tres décimas, hasta el 13,1%.

Igual que en el caso de Vox, eso sólo indica que conservaría el mismo número de diputados en el Congreso, en caso de unas elecciones anticipadas, según los resultados de esta encuesta.

Ciudadanos ganaría un 10% más de votos, según el sondeo

La formación que sí gana claramente apoyo, subiendo siete décimas hasta el 7,5% de la intención de voto (ascenso que en ese nivel podría suponer un aumento de alrededor del 10% en número de sufragios) es Ciudadanos, a pesar de tener mucha menos visibilidad que antes –tras haberse quedado con sólo 10 diputados en las últimas elecciones– y, por tanto, haber un elevado porcentaje de encuestados que no saben o no se pronuncian sobre su actuación durante esta crisis. Tal como se puede apreciar en el siguiente gráfico:

En cuanto a la actuación de la oposición durante la emergencia, los encuestados valoran claramente en primer lugar (aunque por detrás del Gobierno de coalición, cuya valoración ofrecimos en otro capítulo de este sondeo) a Ciudadanos, igual que sitúan primera (entre los dirigentes opositores) a su líder, Inés Arrimadas, como analizamos en el artículo anterior de esta encuesta.

Así pues, por detrás de la coalición PSOE/UP (que obtuvo un 35% de opiniones "buena" y "muy buena" por parte de los encuestados, como ya analizamos anteriormente), se coloca Cs, cuya actuación durante la pandemia es considerada buena o muy buena por el 29,5% de los electores.

Después se sitúa el Partido Popular, aunque los que ven positivamente su actuación en esta emergencia como líder de la oposición son menos de la cuarta parte (el 22,7%), una valoración coherente con la baja nota que el presidente del partido, Pablo Casado, obtiene en la calificación de dirigentes (un 2,72 sobre 10), como se vio en el capítulo anterior al que aludíamos antes.

Igualmente, Vox recibe un varapalo de los encuestados parecido al que le dieron a Santiago Abascal con su calificación (una nota del 1,93): sólo el 15,8% de los ciudadanos considera que el partido ultra ha tenido una actuación "buena" o "muy buena", mientras que seis de cada diez estiman que ha sido "muy mala" (60,1%).

La valoración de esos partidos por sexos, edades y lugares de residencia es muy similar a la que expresan los encuestados sobre cada uno de sus líderes –que presentamos detalladamente en el análisis de la calificación de cada dirigente por notas del 0 al 10–, lo que refleja la importancia capital que tiene la personalidad del candidato de cada formación en los resultados de las elecciones generales.