El Tribunal Supremo anula la estatura mínima de 1,60 metros requerida en mujeres para ser agente de la Policía Nacional. La sala considera que el 1,65 exigido a los hombres es menos estricto y supone una "discriminación indirecta", ya que solo un 3% de candidatos masculinos no alcanza la altura, mientras que el 25% de las aspirantes femeninas quedan excluidas.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska anunció en febrero que el cuerpo eliminaría la exigencia de una estatura mínima a partir de 2023, pero se mantendrá para algunas unidades de intervención. El Supremo coincide con el Tribunal de Justicia de la UE, que advirtió en octubre de 2017 de que la discriminación ocurre cuando no se atiende a las respectivas diferencias de estatura media de la población española.

El alto tribunal falla a favor del recurso de una aspirante que en 2017 no pudo entrar en la Policía Nacional por medir 1,56 metros. La estatura media entre los hombres españoles es de 1,74 metros y de 1,63 entre las españolas, por lo que un requisito mínimo de 1,54 metros para las aspirantes femeninas reestablecería las condiciones de igualdad, explicaba el recurso.

Según la abogacía del Estado, el cuerpo de Policía Nacional debe tener unas características polivalentes, pero la altura no tiene por qué influir en dicha polivalencia ni "en el mantenimiento de la seguridad ciudadana", argumenta la sala. También recuerda que las pruebas médicas y físicas son garantía suficiente de las aptitudes para desempeñar las funciones policiales.

La mujer que fue excluida en 2017 podrá realizar las pruebas de ingreso al cuerpo y, en caso de superarlas, se le reconocerán todos los derechos administrativos y económicos correspondientes a su promoción, incluidos escalafón y antigüedad.