"Vox está en Barcelona para reivindicar nuevamente la indisoluble unidad de la nación española" y para reafirmar su "compromiso irrenunciable en nuestra lucha contra el separatismo golpista, tanto en los tribunales, como en la calle, como las instituciones", manifestaba el pasado 12 de octubre Javier Ortega Smith, secretario general del partido, en la plaza Catalunya de la capital catalana. Era la enésima participación de un dirigente de Vox en una manifestación contra el proceso independentista, después de las ya conocidas asistencias del presidente de Vox, Santiago Abascal, en las convocatorias españolistas de Societat Civil Catalana (SCC) o en las marchas ultras de octubre de 2017 desde la plaza Artós del barrio de Sarrià, contra Carles Puigdemont.

En los próximos meses, con las elecciones andaluzas como historia, donde obtuvieron doce diputados surgidos de la nada, con un partido con menos de cinco años de vida y que, hasta entonces, había reunido a votos residuales en todos los comicios en los que se había presentado, y an las puertas de las muchas jornadas electorales, Catalunya volverá a ser uno de los objetivos prioritarios de de Vox. La formación reeditará para las campañas sus mensajes básicos en favor de la unidad de España, la recentralización de competencias y la intervención permanente de Catalunya a través del 155. Y por eso aprovechará su presencia como acusación popular en el juicio contra los líderes independentistas.

Vox crece en Catalunya de forma notable. Y no como resultado de la absorción reciente de la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC) y su clientela política. Lo hace, contrariamente a lo que sucede en el resto del Estado español, donde crece a partir de un PP post-Gürtel que timonea hoy Pablo Casado, chupando parte de la intención de voto a Ciudadanos. De hecho, la alianza en Andalucía y la famosa foto de Colón entre Albert Rivera, Santiago Abascal y Pablo Casado ha incomodado, al menos a nivel dialéctico, algunos sectores del partido naranja, empezando por su candidato en Barcelona, Manuel Valls.

Vox sólo tiene un programa. Y con este se presenta y presentará a todos los comicios del ciclo electoral previsto en el Estado (autonómicas, municipales, europeas, todas fijadas para el 26 de mayo; y generales, que serán el 28 de abril). Este paquete de medidas, con claras muestras del ideario de ultraderecha, tradicionalmente diluido en el PP o en fuerzas políticas marginales, se encuentra recogido en el documento marco único llamado Cien Medidas para la España Viva. Contiene diez ejes, con temas como "unidad y soberanía" o "Europa e internacional", y a través de él aterrizará, como todas las encuestas coinciden en reflejar, en las principales instituciones de la geografía estatal.

Un programa ultranacionalista y reaccionario

Ya en el multitudinario acto que Vox realizó el pasado junio en el hotel Barceló Sants, y en el que reunió a más de un millar de seguidores, quedaron bien claros los principales objetivos del partido: liquidar la Generalitat de Catalunya, "que sólo genera despilfarro y deslealtad ", en palabras de Ortega Smith; cerrar TV3, "por actuar como un aparato de propaganda separatista antiespañola" y disolver el cuerpo de Mossos d'Esquadra, por su "no prevención" y "gestión de los atentados de Barcelona y Cambrils" del 17 de agosto de 2017.

El acto de Vox en el Hotel Barceló Sants.

En cuanto la unidad de España, Vox es taxativo: propone la suspensión de la autonomía catalana "hasta la derrota sin paliativos" de lo que llama "golpismo". Y lo acompaña de varias medidas que pasan por la ilegalización de los partidos, asociaciones y ONG "que persiguen la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía". "Se tiene que completar la desarticulación del golpe", opina Abascal. Según su criterio, que Quim Torra, "representante máximo de la vía eslovena" sea el presidente de la Generalitat y "no esté sentado en el banquillo de los acusados" en el juicio al Procés demuestra que "el golpe contra la sagrada unidad de España está vivo".

Representante de una red de grandes propietarios e intereses agrarios de un castigado, social y económicamente, medio rural, Vox centra su estrategia en dos colectivos. Por un lado, en el sector de la caza contraponiendo sus demandas e intereses a las del sector ecologista, al que identifica como destructor de la esencia rural. Y por otro, en el sector de la tauromaquia y su lobby, donde explota también grandes dosis de nacionalismo español. Siguiendo la estela aznarista, defiende diseñar y aplicar un nuevo Plan Hidrológico Nacional (PHN), como fórmula para garantizar recursos hídricos en las zonas más más secas del estado mediante grandes operaciones de trasvase entre cuencas hídricas. El antiguo PHN levantó un gran movimiento de contestación a las tierras por donde transcurre el río Ebro, y finalmente Bruselas se negó a financiarlo.

En materia lingüística, Vox es defensor del español como única lengua vehicular obligatoria y considera las "lenguas cooficiales" como opcionales. "Los progenitores" deben tener "derecho a escoger la lengua de escolarización de sus hijos". También optan por la deducción fiscal para empresas que "puedan participar en la creación cultural", que para Vox pasa por el "fomento del arraigo a la tierra, manifestaciones folclóricas y tradiciones de España y de sus pueblos dentro de la óptica de la Hispanidad ".

Las almas de Vox en Catalunya

Por ahora es Jorge Buxadé, actual vocal del comité ejecutivo de Vox quien controla el partido en Catalunya. Como ha publicado la Directa, en las elecciones catalanas del 1995 fue el número 7 por Tarragona de la lista de Falange Española de las JONS; y en las elecciones generales de 1996, fue el número 8 por Barcelona de Falange Auténtica. También fue secretario de la Fundación Joan Boscà, constituida por SCC y miembro de Empresarios de Catalunya, una asociación impulsada por SCC como patronal unionista. Como abogado del Estado, Buxadé fue quien recurrió la consulta sobre la independencia de Catalunya de Arenys de Munt (Barcelona) de 2009, en nombre del gobierno español de Rodríguez Zapatero.

La segunda persona de peso de Vox en Catalunya es Ignacio Garriga Vaz de Concicao. Es miembro del Comité Ejecutivo de Vox y odontólogo de profesión. Fue el candidato a la alcaldía de Sant Cugat del Vallès por el partido en 2015, y es conocido también por haber celebrado más de una vez el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. A través de un mensaje en Twitter el 18 de julio 2017, Garriga afirmó: "Vaya por delante mi condena a las muertes ocasionadas por ambos bandos, pero celebro que valientes nos libraran del yugo comunista". El mismo día del año 2016 ya afirmó: "Hoy agradezco a mis abuelos que en un día como hoy se lanzaran a defender nuestros principios". Garriga Vaz de Concicao, nacido en 1987, es catalán y tiene la piel negra. Su madre, antigua militante del PP, es originaria de Guinea Ecuatorial con ascendencia portuguesa. Garriga se encarga del posicionamiento del partido respecto a la migración.

Uno de los ex dirigentes de PxC que ya forman parte de Vox es Joan Garriga, que ahora es coordinador de Vox en Barcelona ciudad. Garriga fue el número 2 de la lista de la entonces diputada del PP Montserrat Nebrera cuando compitió contra Alicia Sánchez-Camacho para dirigir el PP catalán. Como explica el periodista Xavier Rius Sant, hoy por hoy parece seguro que la ex secretaria general de PxC Mónica Lora encabezará la lista de Vox en Mataró y el hasta ahora presidente de PxC, August Armengol, la del Vendrell. Otros dirigentes de PxC como Nacho Mulleras o Sergi Fabri, lideraran las listas de Olot y Salt, respectivamente.

Quien también forma el entramado de Vox es el ex vicepresidente de PxC, Pablo Barranco Schnitzler, ya desde antes de la integración del partido ultra catalán en Vox. Como explicó Público, Barranco Schnitzler fue responsable de las relaciones internacionales de PxC, viajando varias veces a Colonia a actos de los partidos ultras Pro Alemania / Pro Colonia, hasta su marcha, enfrentado con Josep Anglada, en 2010. Entonces, radicado en Sant Just Desvern encabezó Vía Democrática, una escisión islamófoba del PxC, donde fue su concejal.

Durante las elecciones europeas de 2014, Barranco Schnitzler se presentó en el lugar 47 de la lista de Vox, y posteriormente, sin Anglada en el partido volvió a PxC erigido en vicepresidente y encargado de legitimar la formación entre los partidos ultraderechistas Alternativa para Alemania (AFD) y el Partido Liberal de Austria (FPÖ) -que gobierna con coalición con los conservadores en el país transalpino. En Vox, desarrolla tareas de relaciones internacionales.

El partido pretende aterrizar sobre todo en municipios del área metropolitana de Barcelona y, por ejemplo, ha celebrado actos concurridos en Sant Boi de Llobregat, l'Hospitalet de Llobregat o Sant Vicenç dels Horts. En este último municipio, que tuvo a Oriol Junqueras como alcalde, su cabeza de lista será Santos Mateo, que curiosamente encabezó la candidatura de Ciudadanos en la ciudad en las elecciones de 2015. En octubre del mismo año, sin embargo, ya rompió con el partido de Rivera y progresivamente se ha acercado a Vox.