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Vox lanza su proyecto en Bilbao bajo críticas a los migrantes

El partido de extrema derecha, que cuenta con unos 300 afiliados en suelo vasco, protagoniza un mitin en Bilbao. Su líder, el alavés Santiago Abascal, criticó a las personas inmigrantes que provienen del Magreb.

Acto de Vox en Bilbao./Público

El Palacio Euskalduna de Bilbao ha vivido todo tipo de eventos, pero ninguno tan rojigualdo como el registrado este sábado en una de sus salas principales. El partido ultraderechista Vox ha elegido este conocido centro de espectáculos de la capital vizcaína para celebrar su segundo gran acto en suelo bilbaíno. El primero fue de cara a las elecciones europeas de 2014, cuando acababan de nacer. Hoy, en la cresta de la ola, han querido aprovechar el tirón de las encuestas para tratar de enamorar a los vascos más españolistas y más de derechas.

"Buenos días. ¿El acto de Vox?", preguntaba una pareja que rondaba los sesenta años a uno de los guardias de seguridad del Euskalduna. Justo en la entrada, un cartel electrónico anunciaba por dónde había que entrar: "La España Viva. Vox". En ese preciso instante se dejaron ver los primeros asistentes con las primeras banderas españolas. "Para una vez que podemos sacarla...", decía una mujer que la llevaba a modo de capa.

Los organizadores del evento estaban convencidos de que vendría muchas personas y banderas, o al menos las suficientes para dejar pequeña una sala de hotel: en un principio, el mitin se iba celebrar en el Abando de Bilbao, pero el miércoles, en una gestión de última hora, se lanzaron a la piscina y apostaron por el Euskalduna.

¿Motivos? “Cuando hicimos la preinscripción de personas con intención de acudir al evento, nos pasamos del aforo”, relató a Público un atareado Valeriano Arreta, integrante del equipo provincial de Vox en Bizkaia. En vísperas del mitin, confesaba a este periódico que el trabajo previo era, sencillamente, “infernal”. “Nuestra intención es ganar presencia en las calles vascas desde ya, y este acto es muestra de ello”, anticipaba.

Fuer aguardaban varias furgonas de Antidisturbios de la Ertzaintza, que identificaron a varios jóvenes en el parque situado frente al edificio. Les incautaron algunas docenas de huevos. Dentro, unos 200 asistentes se apresuraban a agitar las banderas, ya fuesen rojas y amarillas o verdes, color utilizado por Vox en su enseña partidista. A la entrada de la sala había una mesa en la que se podían comprar pulseras del partido a dos euros –la segunda a mitad de precio- o apuntarse para ir este domingo a Altsasu, donde tendrá lugar un acto de Albert Rivera. El partido de Abascal, en una calculada jugada, anunció que acudiría al evento, convocado en defensa de la Guardia Civil. También habrá representantes del PP.

Acto de Vox en Bilbao./Público

Acto de Vox en Bilbao./Público

Dentro de la sala, un montón de cámaras aguardaba la entrada estelar de los líderes nacionales del partido ultra. El ambiente terminó de calentarse cuando Abascal, ex parlamentario del PP vasco en sus años mozos, hizo acto de aparición. “Hoy hemos salido de las catacumbas para no volver a ellas”, anunciaba poco antes el presentador del mitin. Luego, en su intervención, Abascal lamentó que “hay banderas (españolas) en Gerona, en Lérida, en pleno del golpe de Estado, y sin embargo ni en Bilbao, ni en San Sebastián, ni siquiera en Vitoria nadie es capaz de sacar la bandera española a su balcón”. “Lo que aquí hay es mucho miedo. Aquí las pistolas y las bombas han callado a muchas generaciones”, afirmó.

Bajo la atenta mirada de unas cuantas cámaras, saludó a quienes no se resignan a “bajar la voz en las conversaciones públicas”. “No habéis venido por unas siglas. Habéis venido por España, porque habéis detectado que hay un proyecto político que ha dicho que es un instrumento al servicio de España”, remarcó.

Lo cierto es que las perspectivas de Vox no son parejas en todo el Estado. Dicho de otra forma, lo que tiene en Madrid o Valencia no lo encuentra en Bilbao o San Sebastián. Aquí, de momento, son una fuerza de bajo impacto: en las últimas autonómicas, celebradas en septiembre de 2016, obtuvieron 774 votos. O lo que es lo mismo, un 0.07%. ¿Qué pasaría si las elecciones fuesen ahora? Arrieta, que se dejó el alma organizando el acto de este sábado, se tiene fe. “Nuestro crecimiento en Bizkaia ha sido espectacular. Desde el mes de mayo a día de hoy hemos doblado el número de afiliados”, contó a Público. Actualmente son unos 300, la mitad en suelo vizcaíno.

Arrieta asegura que esa cifra crece día a día, sobre todo tras el acto del pasado 7 de octubre en Vistalegre (Madrid), un evento que supuso un salto mediático para Vox. Según los datos que manejan en la delegación vasca de este partido, un 20% de la afiliación en Euskadi se registró tras ese mitin madrileño.

“Pensaban que sus titulares, sus medios de comunicación, eran todo. No se estaban dando cuenta, ni muchos medios ni muchos políticos, que había un movimiento soterrado que se expresaba de otra manera”, afirmó Abascal. Interpretando lo que ha ocurrido tras el mitin de Vistalegre, analizó la “reacción” de la prensa tras aquel acto. “Nos han llamado abiertamente fascistas”, dijo, aunque él se definió como “antifascista”, mientras que a Pablo Iglesias le llamó “estalinista” y le criticó por “cantar La Internacional con el puño en alto, una canción sangrienta”. “Asesinos”, gritó un tipo de unos cincuenta años desde el público.

“Están verdaderamente nerviosos con Vox. Tienen motivos, no porque seamos peligrosos. Porque nos va a votar mucha gente”, continuó. De paso, volvió a referirse al PP como “derechita cobarde”. También reiteró sus críticas a Manuel Valls, ex primer ministro francés y ahora candidato a la alcaldía de Barcelona. Si el otro día lo mandó a Martinica, hoy le mandó, directamente, “a la mierda”.

Otro nombre que despertó abucheos fue el de Alfonso Alonso, del PP. “Miserable”, llegó a decir uno de los asistentes. “Ahora viene Alfonso Alonso a decirnos que nosotros tampoco somos vascos, aunque yo sea de Amurrio y me conozca perfectamente”, subrayó Abascal, quien pasó buena parte de su juventud con carnet popular.

En otro plano, el líder de Vox criticó la injusticia en el reparto de las ayudas sociales y habló de un “efecto llamada a la inmigración ilegal que vive de las ayudas sociales, que no alcanzan para los españoles y para la gente de Bilbao”. Contó la historia de una vecina de su pueblo a la que habían dado un piso de protección social a 20 kilómetros de Amurrio, mientras que “todos los extranjeros de la localidad viven en el centro del pueblo”. Pidió que la inmigración se regule “en función de la capacidad de integración de los inmigrantes” y llamó a diferenciar entre las personas venidas de América del Sur con aquellas “provenientes del Magreb”.

Santiago Abascal en un acto de Vox./PÚBLICO

Santiago Abascal en un acto de Vox./PÚBLICO

“Nos tienen miedo”

En el mitin también habló Javier Ortega Smith, secretario general de la formación. “Bienvenidos a la resistencia, también aquí en Bizkaia”, fue su primera frase. Luego habló de “los peores enemigos de España” que han decidido “trozearla y repartir sus pedazos de manera miserable”, todo ello “con la complicidad del Palacio de La Moncloa”. “Enfrente hasta ahora no tenían a nadie”, aseguró. “La España viva está despertando. Lo que ha sido hasta ahora una triste historia de dejaciones, complejos y cobardía, ha empezado a cambiar”, afirmó. En tono apocalíptico, dijo que las instituciones “están al servicio de los que quieren destruir España”.

“Nos tienen miedo, pero no porque seamos como ellos dicen, los ultras, los reaccionarios –afirmó-. Nos tienen miedo porque vamos con la verdad por delante. Porque estamos señalando con el dedo a los culpables, y porque no hemos venido a pedir perdón. Hemos venido a exigir responsabilidades a los que están rompiendo la unidad de España”. Refiriéndose a los políticos catalanes independentistas, Ortega Smith –abogado de la acusación particular que ejerce Vox contra los ex miembros del gobierno catalán- auguró que irán a prisión “todos los años que se merecen por intentar destruir España”. El público aplaudió. Al final todos se pusieron de pie con el himno de España.

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