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Ayuso trata de dar sentido al Zendal con el traslado al hospital del SUMMA 112 sin habilitar aún las condiciones del servicio

Los teleoperadores, que llevan desde el pasado 30 de enero en huelga indefinida, demandan una reubicación digna y una mejora de sus condiciones laborales.

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Varios trabajadores en el Centro Coordinador del SUMMA 112, a 30 de diciembre de 2021, en Madrid. — Isabel Infantes / Europa Press

MADRID, Actualizado:

Los problemas en el Hospital Enfermera Isabel Zendal asoman de nuevo. El último frente lo han abierto los 110 trabajadores del servicio de atención de llamadas 24 horas del SUMMA 112, que han sido trasladados este febrero al centro "sin más motivo que justificar la existencia de un edificio que está prácticamente deshabitado". En la actualidad, el hospital insignia de Isabel Díaz Ayuso tiene prácticamente dos tercios del edificio inoperativo y sólo atiende en torno a 90 pacientes.

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El 061 es un servicio externalizado en manos de la empresa Ilunion, que ha conseguido recientemente su gestión mediante contratos a la baja. Los teleoperadores, que llevan desde el pasado 30 de enero en huelga indefinida, demandan un traslado al Zendal digno. Además de una mejora de sus condiciones laborales a nivel general, las cuales permanecen estancadas y ya sitúan al servicio de emergencias madrileño como "el peor pagado y con peor ambiente de trabajo de toda España", según fuentes de la Confederación General del Trabajo (CGT). 

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Esta reubicación forzosa se suma al resto de trabajadores detraídos de sus centros con el fin de completar una plantilla de mínimos con la que poder asistir a los pocos pacientes que acoge el hospital, ya que el Zendal nunca ha dispuesto equipo sanitario propio.

Vladimir Valentín, secretario del comité de empresa de CGT, denuncia que algunas de las salas que usan los trabajadores "no están acondicionadas ni bien preparadas". En concreto, explica a Público que la sala de descanso y el vestuario tienen una temperatura muy fría, no hay fuente de agua y ni siquiera tienen taquillas para todos. "Para poder echarnos a descansar, sobre todo los turnos de noche, tenemos que ponernos el abrigo. Además, el agua del que disponemos es la del grifo, sale templada y sabe regular", narra Valentín, mientras lamenta que "nadie se responsabilice y aporte soluciones".

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El teleoperador critica la "mala organización" del traslado. No se explica por qué no se ha planificado mejor el acondicionamiento de las instalaciones si desde que se construyó el Zendal, "ya se sabía que la unidad del SUMMA 112 iba a ser reubicada allí". En este sentido, sospecha que la demora de casi tres años del traslado ha podido estar relacionada con problemas en la conexión de las radios. Explica que es posible que la seguridad aeroportuaria de la T4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas impida conexiones fluidas con en las comunicaciones por radio.

Hasta seis horas perdidas en desplazamientos

En la misma línea, señala que el traslado desde el edificio del SUMMA 112 en el que actualmente trabajan, situado en la calle Antracita (Legazpi), hasta el Zendal, ubicado en Valdebebas, implica un incremento de hasta tres horas en los desplazamientos de gran parte de la plantilla.

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El hospital tiene una estación de tren ubicada a un kilómetro de distancia y un autobús que opera entre las 7.00 y las 23.00 horas en ambos sentidos. Sin embargo, el portavoz de CGT cuenta que los horarios no son compatibles con algunos de sus turnos, como el de tarde. "Hay gente que tarda hasta seis horas en ida y vuelta porque le pilla muy lejos al grueso de la plantilla. Incluso algunas compañeras tienen que ir en coche, algo que implica un gasto tremendo", afirma Valentín. 

El comité ha solicitado a la empresa un plus de transporte, así como un autobús de empresa para compensar el desbarajuste. "Los retrasos en el cercanías hacen que la gente llegue tarde y creemos que, perteneciendo a un servicio de emergencias, esto no se puede permitir". CGT ha denunciado a la Consejería de Sanidad por exigir el 100% de los servicios mínimos. No es la primera vez que la gerencia madrileña vulnera el derecho a huelga de los profesionales.

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