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Uno de cada cinco jóvenes españoles pasa más de dos horas diarias en TikTok

Un estudio de la Universitat Pompeu Fabra y Universitat Oberta de Catalunya muestra que el uso superior a las dos horas es más frecuente en las chicas (24,4%), así como un sesgo de género en el contenido que consumen.

Varias personas usan el teléfono móvil, a 1 de febrero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España)
Imagen de archivo de varias personas que usan el móvil, a 1 de febrero de 2024, en Barcelona. David Zorrakino / Europa Press

Uno de cada cinco jóvenes españoles pasa más de dos horas diarias en la red social TikTok, un uso por encima del umbral recomendado para evitar riesgos para el bienestar cognitivo y emocional.

Así lo indica un estudio impulsado por la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) para el que se realizó una encuesta a 1.043 jóvenes de toda España de entre 12 y 18 años. El objetivo consistía en examinar el tiempo que destinan en TikTok y qué contenidos prefieren.

Este informe es parte del proyecto Adolescentes receptores y creadores de contenido sobre salud mental en redes sociales, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Además de las conclusiones que ofrece el estudio, se proponen medidas como auditorías regulares del algoritmo de TikTok con el fin de prevenir sus posibles efectos adictivos. También se consideran otras opciones, como medidas de control parental o programas educativos para fomentar hábitos digitales saludables.

Un hábito diario para la mayoría

Una de las principales revelaciones del proyecto es que más de la mitad de los jóvenes encuestados (53,2%) pasa más de una hora al día en la aplicación, el 35,3% más de una hora y media y el 20,2% más de dos horas. El uso superior a las dos horas es más frecuente en las chicas (24,4%) que en los chicos (15,5%).

Los impulsores de la investigación han alertado de que un uso superior a las dos horas de las redes sociales está asociado a una baja autoestima en cuanto a la imagen corporal, una percepción negativa de la propia salud mental o un incremento del riesgo de estrés psicológico o de ideas suicidas.

Aunque el tiempo de consumo de TikTok por parte de los jóvenes es considerable, esto contrasta con la autopercepción del nivel de bienestar digital que tienen, que en general es positivo.

En una escala del 1 al 5, puntúan su capacidad para fijar límites al tiempo de consumo con un 3,22, su resiliencia emocional ante los contenidos vistos con un 3,31, y la capacidad de generar conexiones sociales y comunitarias con un 3,64.

En este sentido, los responsables del estudio han avisado que un consumo excesivo de la aplicación conlleva una serie de consecuencias. "Cuanto más tiempo pasan estos jóvenes en TikTok, menor es su capacidad a la hora de establecer límites en el consumo de la aplicación", ha destacado Mònika Jiménez, del Departamento de Comunicación de la UPF e investigadora principal del proyecto.

En concreto, los que permanecen más de dos horas al día en TikTok puntúan su capacidad de fijar límites con un 2,93 sobre 5, mientras que los que dedican entre media hora y una hora la valoran con un 3,33.

Persistencia de los roles de género

Otra de las conclusiones es que los contenidos vistos por chicos y chicas revelan la persistencia de los roles tradicionales de género.

"Los chicos están predominantemente interesados en contenidos de videojuegos y deportes profesionales, mientras que las chicas tienden a consumir más contenidos de belleza y moda", ha detallado Mireia Montaña, de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.

Tanto chicos como chicas comparten su interés por los vídeos cómicos y musicales, pero en el resto de ámbitos surgen grandes diferencias.

Los cinco contenidos preferidos de ellas son la comedia (3,24 de 5), la música (3,22), la moda (3,02), la belleza (3) y el baile (2,88), mientras los de ellos son la comedia (3,5), los videojuegos (3,19), la música (3,06), los deportes profesionales (3,01) y las noticias de influenciadores (2,92).

Ante esta situación, el estudio considera que hacen falta programas educativos para promover hábitos digitales saludables entre jóvenes. Así, las familias estarían dotadas de más estrategias de acompañamiento para hacer posible una mejor utilización de las tecnologías, sumándole una mirada con perspectiva de género.

En este sentido, los investigadores han subrayado que las medidas restrictivas no funcionan, sino que hace falta fomentar que cada joven mantenga un nivel de consumo moderado de las redes sociales que se adapte a sus intereses y necesidades. 

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