Este artículo se publicó hace 7 años.
Detenidos dos ancianos que compraron un bebé por más de 100.000 euros
El matrimonio vivía con el niño de ocho meses en un garaje reacondicionado como vivienda de apenas 25 metros cuadrados, espacio que no cumplía con las condiciones mínimas de salubridad.
Cuatro personas han sido detenidas por la compra de un recién nacido de ocho meses a su madre, de nacionalidad rusa. Dos de las personas detenidas - el matrimonio septuagenario - se supone que han pagado una cantidad superior a los 100.000 euros, según ha informado en un comunicado la Junta de Andalucía. Los otros dos arrestados, acusados de actuar como intermediarios, son un abogado y una mujer que ejerció como intérprete.
La Policía Adscrita a la Comunidad Autónoma de Andalucía ha imputado al matrimonio por su presunta participación en un delito contra las relaciones familiares, consistente en la alteración de la paternidad del menor.
La alarma saltó en el centro de salud donde el matrimonio llevó al bebé para una revisión médica a mediados de mayo. Al bebé le detectaron que podría tener una enfermedad congénita, razón por la que los servicios sanitarios reclamaron la presencia de la madre biológica, que fue denegada por el matrimonio al alegar diferentes excusas: "que si estaba en Rusia, que si estaba trabajando, que no podría ir..." ha explicado el responsable en Málaga del cuerpo policial, Miguel Ángel Sanandrés
Encontraron al matrimonio con el bebé en un garaje de 25 metros cuadrados
Así se puso en marcha la investigación que permitió reconocer la falsa paternidad del hombre. Se dio aviso entonces a los Servicios Sociales, que alertaron al Servicio de Protección de Menores. El matrimonio, con varias propiedades en la capital, vivía con el niño en un garaje reacondicionado como vivienda de apenas 25 metros cuadrados, espacio que no cumplía con las condiciones mínimas de salubridad. El caso se abordó inicialmente para saber si existía una situación de riesgo para el crío, pero conforme avanzó la investigación de la Policía adscrita a la Junta, fueron creciendo las sospechas de que podía tratarse de un posible caso de compraventa de un bebé.
La investigación concluyó que la maternidad recaía en una mujer de 30 años, nacionalidad rusa y residente en ese país que habría viajado a España un mes antes del alumbramiento para dar a luz en una clínica privada de la provincia de Málaga y, posteriormente, habría abandonado el país tras inscribir al niño como suyo y del presunto padre en el Registro Civil.
El matrimonio quería un heredero
Las hipótesis sobre las posibles circunstancias en las que podría haber concebido el hijo con la mujer rusa -teniendo en cuenta que el hombre carecía de pasaporte y que nunca había viajado a Rusia- "evidenciaban la falsedad de esa paternidad", según ha informado el Gobierno andaluz en el escrito. El hombre carecía de pasaporte y jamás había viajado a Rusia, extremos que evidenciaban la falsedad de esa paternidad.
Finalmente, el presunto padre reconoció que el bebé no era hijo suyo y que él y su esposa, a fin de tener un heredero de sus bienes, habían decidido pagar para reconocer al hijo de una mujer de nacionalidad y residencia en Rusia a la que habría entregado diversas cantidades de dinero en varios pagos.
El bebé ha quedado bajo la protección del Servicio de Menores del Gobierno andaluz en Málaga.
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