El Imserso, un desconocido bastión social que va mucho más allá de los viajes
El Instituto de Mayores y Servicios Sociales tiene más presupuesto que algunos ministerios y la población desconoce que tiene a su disposición centros referencia en investigación y tratamiento en alzhéimer, enfermedades raras o daño cerebral.
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Es probablemente uno de los recursos sociales más importantes y menos conocidos por la ciudadanía, a pesar de que, si lo necesitan, pueden acceder de forma gratuita a los centros -hasta asistenciales en algunos casos- de investigación y tratamientos en temas tan vitales como el alzhéimer, párkinson, daño cerebral, alta discapacidad o enfermedades raras. Son los centros referencia del Imserso, modelos para muchos programas europeos y por donde han pasado premios Nobel y la élite de la investigación de varios continentes.
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Público recorre en este reportaje la historia del Imserso con sus principales protagonistas en sus 40 años de historia. Desde la primera ministra en gestionar el instituto, Matilde Fernández, hasta la actual directora general, recientemente nombrada por el ministro Pablo Bustinduy, Mayte Sancho.
Mucho antes de que los centros de referencia se pusieran en marcha, salvo el CEADAC (de daño cerebral, que es el más veterano y está en Madrid) el Inserso (todavía con n) ponía en funcionamiento los llamados centros de recuperación de personas con discapacidad (el nombre original fue de minusválidos físicos), donde personas de toda procedencia territorial con alguna discapacidad física o sensorial podían, y pueden todavía, solicitar una plaza a coste cero para residir en edificios completamente adaptados en los que reciben formación para intentar integrarse en el mundo laboral, y donde tienen cubiertos todos los servicios de habitación, comida y atención médica y social.
Pero más allá de los viajes del Imserso, jamás se habla de los recursos de un instituto integrado hoy en el Ministerio de Derechos Sociales que lidera Pablo Bustinduy (Sumar), pero que en cada momento político ha estado vinculado a otros ministros y departamentos como Zaplana (PP), Jesús Caldera y Trinidad Jiménez (PSOE) o, entre otros, Pablo Iglesias y Ione Belarra (Podemos). Sin olvidar a Matilde Fernández, la ministra del Gobierno de Felipe González que más impulso y brillo aportó a la institución en sus primeros pasos.
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Pero cambios en la estructura política con el traspaso de competencias a las comunidades autónomas en el 98, crisis económicas y malas gestiones -incluso peleas y vendettas entre directores del PP que el sustituto denunciaba a su predecesor a pesar de ser del mismo partido- han restado brillo y actividad a estos centros de referencia.
Tiempos oscuros
Con servicios clásicos cerrados, como la biblioteca donde está la mayor y mejor información sobre Servicios Sociales en España, o con departamentos como el de formación llevados a la mínima expresión, parece que tras tiempos de algunas luces y muchas sombras, con un horizonte muy negro, la esperanza ha llegado de la mano de la nueva directora del Imserso, Mayte Sancho, a quien muchos profesionales del Imserso y desde CCOO ponen en valor.
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La nueva directora general del Imserso es una experta en temas de longevidad y soledad en los mayores y trabajó durante 30 años en esta institución. Una experiencia, esta última, con la que no contaban sus predecesores, según confirma a Público Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO.
El Inserso, sobre todo antes de incoporar la m a su nombre, y ya con la m, en la época en la Presidencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, brilló con luz propia con la creación de nuevos centros de referencia impulsados por el entonces ministro de Empleo, Jesús Caldera. Además, se descentralizaron en otros territorios, como Castilla y León o València. Pero la crisis de 2010 dio al traste con la inversión pública, en general, y la de este instituto en particular, según explica a Público Carlos Bravo.
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Bravo recuerda que el Imserso era una cosa hasta el año 98, que es cuando se produce la externalización de competencias, y la actividad del instituto se transfiere en el 90% a las comunidades autónomas. A su juicio, "el periodo de deterioro mayor se produce en la década del 2010 al 2020, se junta la reducción presupuestaria con la falta de reposición de plantillas y el envejecimiento de los profesionales".
Según explica el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO, esta situación se dio también en otras administraciones, pero este instituto tuvo además un elemento referencial después de que el PP cesara al director general César Antón (venía del Gobierno de Castilla y León) y nombrara a Carmen Balfagón (la abogada que hoy es portavoz del bufete que lleva su nombre en el caso de del hijo del actor Rodolfo Sancho, detenido en Tailandia acusado del asesinato de su pareja sentimental), y se produce una situación compleja por un ajuste de cuentas con la etapa también popular de Antón entre directores nombrados por el PP.
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"En esta época se cerró la biblioteca, que es uno de los lugares con mejor material de servicios sociales de España y lleva inhábil ya seis años, se paralizaron otros servicios y hasta hay centros que han estado mucho tiempo sin actividad", comenta Bravo.
Tras la moción de censura a Rajoy se produce el relevo, pero en dos años hay dos directores generales, y luego llega con Podemos el director Luis Barriga que tiene que enfrentarse a la pandemia en los centros, que hubo que cerrar, y se paralizan los programas de viajes y termalismos. Además de preocuparse menos por los centros de referencia y más por cambiar directores de los mismos con escaso tino.
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Bravo (CCOO): "Hay que reformular los viajes del Imserso, los mayores nada tienen que ver hoy con los de antaño"
Desde CCOO se reconoce que esta etapa de Barriga se centra en la ley de dependencia y la recuperación de la financiación estatal. Pero Bravo entiende que "es el momento de impulsar el Imserso y sus centros, además de reformular los viajes del Imserso, porque los mayores de hoy no son, ni tienen nada que ver, con los de antaño".
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Carlos Bravo espera que con "Mayte Sancho eso se recomponga, tiene larga experiencia y sensibilidad y sabe mucho de otros de los retos del Imserso, la estrategia de la soledad de los mayores".
El Instituto también tiene pendiente la puesta en marcha del Plan Nacional de Alzhéimer, que ya lleva años en otros países europeos.
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Hay comunidades que tardan en gestionar la pensión no retributiva un mes y otras 20 meses
En CCOO creen también que otra asignatura pendiente son las pensiones no contributivas, que dependen del Imserso aunque se gestionen en las comunidades autónomas. Bravo explica a nuestro medio que "hay una situación de desigualdad efectiva en el conjunto del país que es inasumible. Son sobre todo mujeres mayores". De hecho, la diferencia en la gestión es tal que van desde un mes hasta 20 meses en función de la gestión de cada comunidad.
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Para Bravo, la difusión y divulgación de lo servicios y centros del Imserso son necesarias y asignaturas pendientes. "El Instituto tiene el complejo de pariente pobre, porque es una de las instituciones gestoras de la Seguridad Social, competencias dependientes de diferentes ministerios".
El Imserso para Bravo "es un valor de los ciudadanos que se les está ocultando. Es uno de los retos de Pablo Bustinduy y Mayte Sancho".
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Mayte Sancho, la esperanza
Pocas veces, o ninguna, hay tantas expectativas puestas en alguien que asume un puesto de gestión y responsabilidad política. Mayte Sancho lo sabe, mientras trata de reconocer al Imserso que dejó y que nada tiene que ver con el que se ha encontrado.
Sancho explica a Público que "desde el año 2008, cuando yo dejé el Imserso, han pasado muchas cosas. Gran parte de ellas, sobre todo en el ámbito de la dependencia, han mejorado sensiblemente". Añade que "se nota mucho una importante disminución de personal que no ha ido acompañada de una perdida significativa de funciones, así que tenemos tarea".
La aportación de la nueva directora general se sitúa, sobre todo, en el desarrollo conceptual y la promoción de la innovación y buena praxis en el mundo de los apoyos y cuidados. Reto que, en gran medida, se concreta en la Ley de promoción de la autonomía y atención a las personas en situación de dependencia (2006).
Según manifiesta Sancho, "necesitamos adaptar esta importante norma a un nuevo enfoque, centrado en las personas, no solo las que necesitan cuidados sino también aquellas que los proveen".
Así, defiende que "las relaciones de interdependencia que se generan entre ellas deben ser cuidadas en términos de dignidad y equidad por ambas partes". Asunto para Mayte Sancho "muy complejo y lleno de paradojas. Los cuidados, que suponen la sostenibilidad de la vida, se dirimen en un entorno laboral muy precario y con escaso reconocimiento social. Esto tiene que mejorar mucho".
Sancho: "Necesitamos adaptarnos no solo a las personas que necesitan cuidados, también a aquellas que los proveen"
Es consciente también la nueva responsable del Imserso de que poco se conoce la institución más allá de los viajes: "Bueno, los viajes se han convertido en marca del Imserso. Su capacidad de innovación, cuando se crearon en los años 80, hoy día es valorada como extraordinaria".
Recuerda que decenas de miles de personas mayores viajaron y conocieron el mar por primera vez".
Entiende también que "el perfil de personas que hoy utiliza este programa ha cambiado radicalmente, pero siguen siendo muy atractivos porque facilitan viajar y disfrutar de lugares nuevos a precios muy asequibles".
La historia de los viajes del Imserso
Pone en valor también que los viajes del Imserso tienen otra vertiente que no se debe olvidar: la generación de empleo. Aunque Sancho sabe y defiende que el Imserso es mucho más, también cree que "las deudas con la ciudadanía de cualquier edad son múltiples. Generar sociedades amables con las personas, accesibles, verdes, silenciosas, sostenibles, amigables, que reduzcan las percepciones de soledad a lo largo de la vida es un reto importante. También en los entorno rurales y aislados".
Sancho: "Decenas de miles de personas conocieron el mar por primera vez"
Lejos están los mayores de hoy de los de hace 40 años, cuatro décadas desde que el Gobierno de Felipe González pusiera en marcha el proyecto para promover la vida activa y saludable de los mayores y, al mismo tiempo, neutralizar el fenómeno estacional del turismo en la denominada temporada baja.
Los viajes del Imserso nacieron en 1985 en un momento social y económicamente complicado. Sobre todo para los más mayores. En 1985, la pensión media en España era de 33.000 pesetas al mes (unos 200 euros). En este contexto, el sacerdote y alcalde de Calviá (Mallorca), Paco Obrador, secretario de UGT en Baleares, convenció al ministro de Trabajo Joaquín Almunia para plantearle la necesidad económica de dar salida en temporada baja a la infraestructura de turismo.
Matilde Fernández, la ministra del Imserso
Cualquier veterano trabajador del Imserso, y muchos jubilados que todavía hoy se muestran muy activos en actividades y compromisos con los mayores, la dependencia y la soledad, añoran los tiempos pasados. Pero hay tres nombres que siempre salen a colación: el de la ministra Matilde Fernández, quien inauguró además el edificio del Imserso de la Vaguada en Madrid, que fue la construcción mejor adaptada del momento; el de Ángel Rodríguez Castedo, que hoy preside la Plataforma de Mayores y Pensionistas, y tiene en su currículum haber dirigido el Imserso o el Pan Gerontológico Nacional, y José Carlos Baura, quien tuvo diferentes cargos de responsabilidad durante más de 40 años y marcó una forma de compromiso social.
Matilde Fernández, la sindicalista que llegó a la política de la mano de Alfonso Guerra, asume como ministra la responsabilidad del Inserso (con n ) cuando, según ella misma recuerda, "era la columna vertebral del naciente Ministerio de Asuntos Sociales". Explica a Público que "un viejo funcionario te diría que esta institución es la unidad orgánica del ministerio con más presupuesto y con más servidores públicos. Yo te diré que porque era y es un organismo de la Seguridad Social y ahí estaba su fuerza".
El ministerio, a través del Inserso, gestionó las prestaciones económicas no contributivas para aquellas personas que por su discapacidad o vejez y situación social de no disponer de renta e insuficientes años de cotización para tener derecho a su propia pensión. Se pasó de las pensiones asistenciales de 1981 y de la LISMI de 1984 (subsidios de ingresos mínimos, ayuda a tercera persona, movilidad y compensación de gastos de transporte), a la Ley de Prestaciones no contributivas de la Seguridad Social (ley 26/1990).
Matilde Fernández recuerda que "desarrollamos la modalidad no contributiva de las pensiones de jubilación y de invalidez y la protección familiar por hijo a cargo". Asegura con orgullo que "desarrollamos el artículo 41 de la Constitución".
Además, el Real Decreto de 1991 en desarrollo de la ley estableció tres tipos de asignaciones económicas por hijo discapacitado (así se llamaba entonces) en función de su edad y grado de discapacidad. En diciembre de 1992 había 702.253 personas al amparo de esta nueva Ley no contributiva de la Seguridad Social.
"Como mujer, déjame decirte que las pensiones no contributivas por vejez llegaron especialmente a las mujeres que habían trabajado, cómo no, pero no habían cotizado por ellas (80% mujeres, 20% hombres)", cuenta con orgullo y reivindicación la exministra de Servicios Sociales del Gobierno de Felipe González.
El ministerio, en la época de Fernández a través del Inserso, puso en marcha un Plan Gerontológico para integrar su gestión de centros para mayores con las acciones positivas que desarrollasen el envejecimiento activo y la calidad de vida de las personas mayores. "Modélico Plan" -a su juicio- "elaborado con el compromiso de que también se desarrolle en los otros ministerios sociales, que entonces eran el de Sanidad, Educación y Cultura".
Aquel 'Inserso' que extendió la red de residencias
En 1993 el Inserso tenía 86 residencias propias y 11 en construcción y 54 concertadas. Un total, además, de 481 hogares de mayores y ya estaba en funcionamiento la ayuda a domicilio y la teleasistencia de gestión directa. Toda una revolución que se impulsó en la época de Matilde Fernández. Muchas, la mayoría, son hoy competencia de las comunidades autónomas. No así los centros de referencia y los de recuperación de personas con discapacidad, que son punteros y sigue gestionando esta institución.
En aquellos tiempo, el 0,5 del IRPF se concedía con las grandes y no tan grandes ONG inversiones y prestaciones en estas áreas, desarrollando la economía social y el Tercer Sector.
El Programa de Vacaciones que se puso en marcha en 1985 desde el ministerio de Trabajo y para 16.000 plazas pasó a ser impulsado por el ministerio de Asuntos Sociales llegando a 357.000 plazas en 1992/1993. Incorporando a las vacaciones a los españoles residentes en Europa primero y a los residentes en Iberoamérica a continuación. Programa muy controlado por el Inserso entonces, según recuerda Matilde Fernández.
"Desarrollamos el Programa de Termalismo social en 1989 con 12.848 plazas y ya con 45.000 plazas en 1992. Ayudamos a ponerse a punto el sector y a reformarse las estaciones termales. Otro programa keynesiano de gran valor para la economía", explica la exministra según va haciendo memoria y encuentra documentación de aquellos años.
Además de la atención a las personas con discapacidad, se desarrolló la LISMI que gestionaba 24 centros base, uno en cada provincia, para analizar la discapacidad y los derechos a prestaciones en función de esa discapacidad, por equipos multiprofesionales y teniendo 63 en 1993. Fueron los años de construcción y puesta en marcha de los centros para personas con discapacidad, de atención especializada y de personas con discapacidad física.
Todo esto, apunta Fernández, "sin olvidar el Plan Horizon de Fondos Sociales Europeos que permitió avances en la integración laboral de personas con discapacidad y desarrollar un Plan Integral para las ellas".
Así , en la época de Matilde Fernández, se crea el CEAPAT (investigación de ayudas técnicas y movilidad), se implanta el eurotaxi con la FEMP, los buses de plataforma baja, la accesibilidad con Renfe e Iberia y con Ferrocarriles Vascos, videotex para la comunicación de personas sordas, y el plan para evitarlas barreras físicas y sensoriales en los Juegos Olímpicos y la Expo 92.
Aquel Inserso se encargó también de crear y negociar con terceros la red de acogida de refugiados en la guerra de la antigua Yugoslavia.
La historia del Imserso convierte a esta institución en el eje de la transformación de las medidas y los avances sociales de este país. La ciudadanía merece conocer sus centros de referencia a los que pueden acceder para recibir formación, atención, residencia y conocer las últimas y más avanzadas investigaciones en alzhéimer (Salamanca), discapacidades neurológicas (Asturias), enfermedades raras (Burgos), sobre altas discapacidades (León) y daño cerebral (Madrid), además de trastorno mental grave (Valencia).