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La Rosa, el último bastión de la resistencia vecinal en Madrid ante el plan de Almeida de arrasar con los centros sociales

El nuevo Centro Social Okupado La Rosa, en el barrio madrileño de La Latina, propone un espacio de participación ciudadana frente al modelo de la tala de árboles, la mercantilización del espacio público, los desahucios y los fondos buitre.

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Un grupo de personas se concentra a las puertas del Centro Social Okupado, La Ingobernable, en protesta por el desalojo del centro, a 28 de agosto de 2019 en Madrid. Foto de archivo. — Jesús Hellín / Europa Press

madrid, Actualizado:

Aunque José Luis Martínez Almeida quiso, desde que llegó a la alcaldía de Madrid, arrasar con todos los centros sociales y espacios de participación ciudadana de la capital, los vecinos madrileños muestran su resistencia a través de la creación del nuevo Centro Social Okupado (CSO), La Rosa, en el barrio de La Latina. "El corazón de Madrid sigue latiendo a pesar de los múltiples intentos de apagarlo", aseguran desde el centro. En casi cinco años de mandato, el alcalde ha desalojado una decena de lugares de encuentro y apoyo vecinal en el centro de la ciudad.

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La apertura de este proyecto vecinal tiene como objetivo convertirse en "un eje social y político clave para la ciudad" y en un lugar "especialmente significativo", según sus responsables "por el lugar en el que se encuentra". A través de su cuenta de Instagram, el CSO La Rosa señala que también lucharán contra la gentrificación y la turistificación. "Su ubicación —en el edificio de la calle Bastero número 1— supondrá un bastión de resistencia en contra de aquellos que quieren expulsar a las vecinas de sus barrios y transformar Madrid en un territorio hecho a medida para quienes no lo habitan".

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Además, los responsables del centro añaden que su intención es que sea un lugar de encuentro y referencia para los colectivos políticos de Madrid. "En una ciudad que tala sus árboles, que destruye y mercantiliza su espacio público, en la que los desahucios no cesan y los fondos buitre campan a sus anchas, queremos 10, 100, 1.000 centros sociales".

El movimiento okupa, en la diana del PP

Desde que el Partido Popular volvió a tomar las riendas de Madrid, se han desalojado centros sociales okupados que devolvieron la vida a instalaciones vacías, a distritos y barrios y, sobre todo, a colectivos y asociaciones sin locales para desarrollar sus actividades. "Almeida ha querido eliminar de manera consciente uno a uno todos los lugares de encuentro de la gente porque es aquí donde se tejen redes y surgen nuevas ideas", declara a Público Dolores Torres, presidenta de la Asociación de Vecinos de Malasaña.

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"La covid-19 y Almeida hicieron mucha mella en el movimiento vecinal madrileño", asegura la activista. Sin embargo, Torres reconoce que a pesar de que el asociacionismo de la capital ha tocado fondo, "se vuelven a renovar energías con casos como el del centro social La Rosa".

"La Casa del Cura lleva un año gestionada por Almeida y está más infrautilizada que nunca"

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Torres recuerda el cierre de la Casa del Cura, un espacio ubicado en la conocida Plaza del 2 de mayo cedido por concurso público al proyecto Haciendo Barrio en 2019. La sede albergaba un coro, varias compañías teatrales, un grupo de consumo y una despensa solidaria del barrio, que repartía alimentos cada mes a más de 90 familias con niños, niñas y bebés a su cargo. "La Casa del Cura lleva un año gestionada por Almeida y no ha programado nada nuevo. El edificio está más infrautilizado que nunca", informa la miembro de Vecinos de Malasaña.

Más hoteles y menos centros sociales

En 2022, la Policía desalojó sin previo aviso la Oficina de Derechos Sociales (ODS) La Ingobernable, con sede en la calle Cruz de Madrid. El alcalde de Madrid dio el visto bueno a una reforma de la estructura del abandonado hostal para convertirlo en un hotel de lujo. "Nos quieren robar el centro de Madrid y dejar una ciudad muerta llena de hoteles", manifestó el centro.

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"Almeida está malvendiendo la ciudad a pedazos. En el distrito centro hay más pisos de uso turístico que niños empadronados. Pisos turísticos que, según ha admitido el propio ayuntamiento, son ilegales en un 99% de los casos", asegura la concejal de Más Madrid, Lucía Lois. Lois opina que esto no es fruto del azar, "es un modelo de ciudad premeditado, que expulsa a los vecinos y le pone la alfombra roja a los fondos buitre y a los especuladores".

'La Dragona', el primer centro social que cerró Almeida

El 18 de octubre de 2019, La Dragona, un centro social okupado autogestionado en la zona de La Elipa, en el barrio de las Ventas de Madrid, cerró tras 11 años de vida. En él se organizaban asambleas, se impartían talleres de música, pintura, reparación de bicicletas o de magia, había cine diario y gratuito, una biblioteca abierta al público, salas de ensayo para bandas musicales y gimnasio de artes marciales como kick-boxing, pakua o taekwondo. 

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El alcalde de Madrid vio el acto de clausura como una materialización de su "tolerancia cero" con el movimiento okupa. Tanto el PP, como Ciudadanos y Vox, se hicieron eco del desalojo de La Dragona. Inmaculada Sanz, la portavoz del Gobierno municipal y delegada de Seguridad y Emergencias, aseguró a través de su cuentra de X (antes Twitter) que este era "un paso más" en su "batalla" contra la okupación, felicitando además al dispositivo policial que había clausurado el edificio.

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