El verano será muy caluroso, tras la octava primavera más cálida del siglo XXI
La Agencia Estatal de Meteorología prevé que este período estival se encuentre en el 20% de los más cálidos jamás registrados.
El verano de 2024 comenzará de manera oficial este jueves a las 22.51 horas. Aunque esta semana la península asiste a jornadas más frías y lluvias por el paso de una DANA, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que se encuentre en el 20% de los períodos estivales más calurosos registrados.
Tras la octava primavera más cálida del siglo XXI, los próximos tres meses podrían ser más secos de lo habitual especialmente en el norte e interior de la península, ha adelantado Rubén Del Campo, portavoz de la AEMET. Además, ha advertido de que el pronóstico respecto a las lluvias estivales hay que tomarlo con "cautela".
En rueda de prensa para presentar la predicción estacional del verano y el balance climático de la primavera, Del Campo ha señalado que el verano que empieza este jueves "no acaba de arrancar", aunque el viernes se notará ya un "escalón" con temperaturas más normalizadas para la época, frente a estos días tan fríos.
Por temperaturas, la última primavera normal fue la de 2021, y la última muy fría la de 2018. "Desde entonces, no ha habido ni una sola estación ni fría ni muy fría", todas cálidas o extremadamente cálidas, ha hecho hincapié el portavoz de la AEMET.
Lluvias en la primavera de 2024
La primavera de este año, que termina este jueves, ha sido normal en precipitaciones, con una media peninsular de 189,4 litros por metro cuadrado, lo que representa el 105% del valor normal del trimestre en el periodo de referencia 1991-2020.
Según Del Campo, el clima ha sido "extremadamente húmedo" en Galicia, en la provincia de Girona, en gran parte de Andalucía y en puntos de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Pirineos.
Sin embargo, ha sido seco o a muy seco en la mayor parte del País Valencià, extremadamente seco en la provincia de Alacant y seco en la Murcia y Almería, mientras que en los archipiélagos tuvo un carácter normal.
A lo largo de la estación, hubo desigualdades en la distribución de las lluvias y destaca marzo, el cuarto más lluvioso del siglo XXI, con el doble de precipitación de lo normal por las lluvias asociadas a la borrasca Nelson, en la última semana del mes.
Por su parte, abril fue el cuarto más seco del siglo actual, y las lluvias solo alcanzaron la mitad de los valores habituales. En mayo, las precipitaciones también quedaron por debajo de lo normal en la mayor parte del país, con un valor que llegó únicamente a las dos terceras partes de la media.
En cuanto al valor más alto de precipitación diaria en el trimestre de primavera (marzo, abril y mayo) destaca Segovia, que el 5 de mayo acumuló 31,4 litros por metro cuadrado, superando en 6,8 litros el anterior valor del 21 de mayo de 1994.
Sequía meteorológica
Del Campo ha explicado que finalizada la primavera, las cuencas que vierten al océano Atlántico han salido de la sequía meteorológica (12 meses) por falta de lluvias, pero las cuencas de la vertiente mediterránea continúan en esa situación, a excepción de la del Ebro.
En cambio, si se analiza la situación de escasez hídrica a largo plazo (36 meses), en buena parte de la península continúa la sequía de larga duración, ha concluido el portavoz de la AEMET.
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