Este fin de semana el diario ABC se hacía eco de los últimos movimientos contra la "discriminación lingüística" que aflora en España. Hasta aquí, ningún problema. La sorpresa llega cuando descubrimos que la campaña tiene como objetivo "proteger el castellano". Padres, madres, profesores y "sociedad civil en general" unen sus fuerzas para salvar una lengua que hablan 493 millones de personas en todo el mundo. Un dato que resulta, cuando menos, curioso.
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La noticia recoge la iniciativa de una veintena de asociaciones de todo el país cuyo trabajo se centra en garantizar la supervivencia del español y reducir los peligros a los que, supuestamente, se enfrenta. Representantes de comunidades como el País Valencià, Illes Balears y, como no, Catalunya se aventuran en esta expedición para desafiar "el relato impuesto por el nacionalismo". Así, tal y como lo leen.
Ante semejante información, cualquiera diría que el catalán, el gallego o el valenciano son lenguas minorizadas que cada día hacen frente a más prejuicios y cuentan con menos hablantes. Menos mal que los tuiteros han estado rápidos e ingeniosos con sus múltiples reacciones. "¿Alguien me puede traducir este tuit?", dijo un usuario.
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Hay tuiteros que incluso le han dado una vuelta al titular para comparar la envergadura de la misión con, por ejemplo, "proteger al hombre blanco en Europa".
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Y otros no han podido evitar las referencias a Madrid, capital del país y también del bilingüismo (el inglés cobra cada vez más protagonismo y para muestra este hilo de Twitter).
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Veremos en qué acaba esta campaña y qué consiguen sus promotores. Mientras tanto, toca cruzar los dedos para que el gallego, el valenciano, el euskera y todas las lenguas que verdaderamente sufren situaciones de diglosia tampoco desaparezcan, aunque la mayoría de los medios, instituciones y asociaciones no se esfuercen tanto por defenderlas.