¿Les apetece volver a votar en diciembre? Porque la noche electoral ha dejado un cierto olor a repetición electoral que tira para atrás. Ningún bloque suma lo suficiente para tener garantizado hacer presidente a Sánchez o a Feijóo.
Los números son los que son. Por si todavía no los han visto se los recordamos. El PP ha ganado con 136 escaños, segundo ha sido el PSOE con 122, Vox tercero con 33 y Sumar cuarto con 31. En Génova se les ha quedado cara de sonrisa medio amarga, de un quiero y no puedo. Feijóo fingía ser feliz pero por dentro ya sueña con Ayuso. Y en Ferraz se les ha ido hinchando el pecho a medida que el PSOE iba aguantando el ritmo del escrutinio. El DJ se ha venido arriba pinchando la canción "Perra" de Rigoberta Bandini.
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Todos los analistas dan una clave, Junts tiene la llave de la gobernabilidad o de mandar a España de nuevo a votar. Nos dicen por el pinganillo que Puigdemont está en una butaca acariciando un gatito en Waterloo.
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La palabra "repetición" se ha hecho fuerte en Twitter. A lo mejor pasamos de votar en chanclas a hacerlo con el turrón bajo el brazo. Alguno ya ha expresado sus quejas:
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Recogemos las reacciones más destacadas de la hipotética vuelta a las urnas:
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El gran triunfador moral de la noche es, sin duda, Pedro Sánchez. El líder socialista tiene más vidas que un gato (o que un perro, depende). Su resistencia es digna de una serie de Netflix:
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El batacazo de la ultraderecha se ha escuchado hasta en Hungría. Unos lo han llamado "la excepción ibérica", otros ya están comparando a Vox con Ciudadanos. Lo cierto es que el alivio es importante:
Otro nombre propio de la noche electoral ha sido el de Txapote. El lema del "que te vote Txapote" asumido de manera natural por los fans del PP se les ha vuelto en contra. Y aun así, en Génova se han puesto a gritarlo en modo rabia:
El recuento ha sido de infarto. Desde las ocho de la tarde, hora en la que cerraron los colegios electorales, los nervios empezaron a ir haciendo acto de presencia. Pero cuando empezaron a conocerse los resultados electorales, las taquicardias eran ya inevitables. Menudo recuento, qué agonía.
No sabíamos muy bien si estábamos en una noche electoral, viendo a Chanel en Eurovisión o siguiendo la final del Mundial antes de que marcara Iniesta. Hacía mucho que no se recordaba una noche electoral tan emocionante y en Twitter no se ven las uñas pero más de uno se ha quedado sin ellas:
Con los resultados oficiales en la mano, la comunidad tuitera se ha acordado de lo que pronosticaban las diferentes encuestas en los últimos tiempos. Tanto de las que parece que sí acertaron como de las que fallaron más que una escopeta de feria:
Si no estaban cansados de encadenar dos elecciones, nos espera un agosto repleto de posibles pactos electorales y quien sabe si una o dos sesiones de investidura. Si hay suerte, tendremos presidente para el nuevo curso. Si la moneda sale cruz, urnas con polvorones. Lo contaremos y nos reiremos. Va a ser lo mejor.