El machismo no cesa. El #SeAcabó se ha convertido en el nuevo #MeToo español tras el beso no consentido de Luis Rubiales a Jenni Hermoso, ha seguido con una ola de testimonios de mujeres y se ha replicado en el mundo de la política, la cultura, etc, con su consiguiente reacción patriarcal. En esta ocasión, es el turno de José Coronado.
En una entrevista concedida a El Mundo con motivo del estreno de su película Cerrar los ojos, es preguntado por esta ola feminista y la respuesta es tajante: "Me parece terrible todo eso". Tras dicha contundencia, asegura que no quiere asentir sin más a lo que dicen los políticos, sino que se basará en sus principios y en cómo ha crecido.
"Y me niego, por ejemplo, a no ayudar a una chica a subir el bolso a un avión. Si soy más alto y más fuerte, lo voy a hacer", añade, para continuar con su discurso: "¿Y por qué no voy a decirle a una mujer lo guapa que está? Todo depende del contexto y de tu mentalidad. Y si lo haces con educación, eso le da alegría a la vida".
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El periodista repregunta y apunta que las cosas tenían que cambiar y en cierto modo ya lo han hecho. Ante ello, asiente y apunta: "Pero no nos pasemos de frenada", para un poco más adelante afirmar: "Basta ya de cogérsela con papel de fumar para todo".
Pero las declaraciones machistas no solo se quedan ahí. En otra entrevista en El Español como parte de la promoción de su nueva cinta, suma y sigue: "Soy un rebelde tanto contra los Rubiales como contra las Irenes Montero: nadie me va a hacer comulgar con ruedas de molino".
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Cansadas de explicar una y otra vez lo mismo, las mujeres apuntan a lo evidente: no ha entendido nada. Unas tiran de pedagogía y otras optan por no seguir por esa vía.
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Desde aquí, vamos optar por una breve explicación: un piropo no deseado puede incomodar a una mujer y eso sí es machista. Sostener una puerta a una mujer por el hecho de serlo, y no a un hombre, es machista. Y así podríamos continuar hasta el infinito.