Cualquier ayuda a la cultura es bien recibida. Un ámbito tan precario y mollar como el de la cultura –anclado en la precariedad– requiere del permanente apoyo de las instituciones.
Ahora bien, existen dudas razonables de si prometer una bajada del IVA en la compra de obras de arte, tal y como planteaba el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, es realmente la mejor forma de ayudar a este sector.
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El personal tuitero, siempre al quite, no ha dudado en poner en cuestión este globo sonda ministerial. ¿A quién beneficiaría realmente esta rebaja fiscal?, ¿no estaría el Gobierno ayudando a los que más tienen?, ¿es esta una reivindicación histórica del mundo del arte? El debate está servido:
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El veredicto tuitero parece claro. Por lo que fuere, no tiene pinta de que los comerciantes de arte deban ser favorecidos por ningún tipo de ayuda. No así esta septuagenaria británica, que quedó colgandera de la persiana de un supermercado cual si fuera un fruto maduro. Ella sí que requiere de una bajada.