Asombro en las redes por un concepto extraño en la cuenta de un bar tras pedir un café con hielo

Publicado el 20 de agosto del 2024

Un hielo tarda entre cinco y diez minutos en derretirse cuando la temperatura ambiente son 40ºC. Teniendo en cuenta que media España se encuentra bajo una alerta de calor y que la temperatura a la que se sirve un café en un bar de nuestro país es cercano a la del magma, el cubito de hielo que se pidió la clienta de un bar de València para su café tardó en convertirse en agua unos tres minutos. O, al menos, eso dice ChatGPT.

Esto ha supuesto 0,05 céntimos por minuto, si se tienen en cuenta los 0,15 euros que le cobraron a la susodicha por un vaso con hielo.  Así lo ha revelado la famosa cuenta de X [Twitter antes de Elon Musk], Soy Camarero, que comparte en sus redes contenido, anécdotas y denuncias que le hacen llegar trabajadores y clientes del sector de la hostelería.

El concepto que aparecía en el recibo del bar era "tiempo". Sorprendida, la clienta ha enviado la captura de pantalla a esta cuenta de X, que le ha respondido que sería probable que le hayan cobrado por un vaso con hielo.

 

El agua del grifo en estado líquido ha sido declarada en 2023 como un bien de consumo básico por el Gobierno de Pedro Sánchez y Unidas Podemos. Por culpa de esta medida socialcomunista, desde el año pasado es obligatorio proporcionar agua gratis en bares y festivales. Dada la vigencia de la norma, se ha generado el misterio de cuál ha podido ser el proceso de encarecimiento del hielo al pasar del estado líquido al sólido.

Merece la pena recordar que aquel decreto, según auguraban imparciales economistas de reputados medios liberales, podría haber llevado a la bancarrota a educados exalumnos de la ESAD que hoy organizan festivales con el esfuerzo y sudor de otros. Por el momento no se ha tenido noticia de tal crisis, aunque sí se han cerrado estrepitosamente festivales como el Cala Mijas, que no hubo una tercera edición debido a una deuda del Ayuntamiento de Mijas, del PP, de 1,2 millones de euros.

Volviendo al bar de València y a la clienta que ha pagado por un vaso de hielo lo que podría haberse gastado en un Bubbaloo de fresa, se ha observado cómo varios usuarios han llevado a cabo un análisis digno de la temporada 12 de CSI Miami. Los productos que aparecen en él, además de dar cuenta de una dieta escasa en hidratos, proteínas, minerales, vitaminas y otras cosas que permiten la vida, muestra varias contradicciones que no han pasado por alto algunos usuarios de X que previsiblemente se encuentran de vacaciones.

Para empezar, la clienta no ha tenido que pagar las aceitunas, a las que según el recibo, invitaba la casa. O que no aparece el mismo cargo para el hielo de la Coca-Cola que aparece en el recibo y que, seguramente, también llevaba un par de cubitos. ¿O quizá estén metidos esos 0,15 céntimos dentro de los 2,20 que le han cobrado por dicha bebida? ¿Llevan los españoles pagando por el hielo toda su vida? Desde luego, es un misterio que sólo podría resolver Rubén Sánchez, secretario general de FACUA.

La incógnita fue resuelta rápidamente por los usuarios valencianos: el "café del tiempo" es como se le llama en València al café con hielo. Claro que, esta explicación no resuelve el misterio de los 0,15 cnt.

 

El tiempo vale oro

De todas las teorías sobre qué es lo que pudo costar 0,15 céntimos a esta clienta, no se barajó la más lógica. Y es que hubieran cobrado a la clienta por el consumo de tiempo de vida de la/el trabajador. Trabajar en la hostelería consume un porcentaje de vida, de masa muscular y de fe en un mundo mejor, bastante superior a otras ocupaciones. Especialmente durante la época estival, Semana Santa y Navidades.

No se trata únicamente de ir y venir de la barra, salir tarde de trabajar, sino de prepararse psicológicamente para toda una jornada en pleno agosto, sonreírle al jefe (potencialmente explotador, según lo que dejan entrever en las estadísticas de Inspección de Trabajo). También el tiempo invertido en revisar el WhatsApp durante el día de descanso para consultar qué días de la semana siguiente se debe trabajar o revisar las fotos de gotas de agua que se han dejado en el grifo de cerveza (sacrilegio). Por supuesto, tampoco se tiene en cuenta el tiempo de cansancio al llegar a casa, o el tiempo robado a espacios de socialización, como reuniones familiares o con amigos.

Queda saber si la persona que atendió en el bar a la clienta estaba, realmente, dejando un mensaje de auxilio. Ello nos lleva a preguntar, ¿es preciso cobrar un impuesto por el tiempo de trabajo a aquellos que disfrutan de sus frutos? Y si eso es lo que debería ser el sueldo del trabajador ¿se le está pagando realmente lo que cuesta el tiempo de vida?