Ana Rosa Quintana da lecciones de objetividad a la 'influencer' Marina Rivers y las redes le recuerdan su historial de bulos

Lo cierto es que no debe resultar fácil gestionar semejante cinismo. Desconocemos cómo lo hace Ana Rosa Quintana, ¿dormirá bien por la noche?, ¿se reconocerá al mirarse en el espejo?, ¿percibirá en su imagen reflejada el cemento armado que constituye su rostro? Son preguntas que el equipo Tremending no ha podido responder por el momento.

La última de la líder de opinión dextropopulista es, cuanto menos, sonrojante. Ocurrió en una reciente entrevista con la influencer Marina Rivers, la joven comunicadora preguntó a su invitada qué tal se lleva con la deontología periodística, lo que hizo que Quintana procediese a dictar una clase magistral sobre el cinismo contemporáneo.

"Lo que hay que ser es honrado", comienza diciendo la veterana comunicadora sin inmutarse. "Lo que hay que hacer es no tergiversar, no mentir intencionadamente con un objetivo y esto es algo que ahora está ocurriendo mucho, desgraciadamente, en informaciones políticas, de tal forma que se ha perdido la objetividad y parece que uno se pone una camiseta o se pone otra", remata Quintana en claro desafío a la decencia y el pundonor.

Y así es como doña bulos ha hecho efectiva su particular invitación al personal tuitero a sumergirse en su prodigioso historial de bulos, todo un hito en nuestro periodismo. Tal es así que el usuario @Black_StrobeS se ha currado a modo resumen (hay muchas más) las trolas diseminadas por Ana Rosa Quintana en su trayectoria profesional:

La muchachada, como era de prever, ha flipado fuertemente con el cinismo nivel dios que se gestiona Quintana.

No es la primera vez que Ana Rosa Quintana chapotea en la mentira. A veces resulta complicado escucharla sin incurrir en la risotada. Su compromiso con el bulo y la agitación no tiene fronteras, su hipocresía tampoco.