¿Por qué el cine en catalán triunfa más que nunca?
Expertos del sector señalan la voluntad política, los fuertes incentivos económicos y la presencia de caras conocidas como factores clave para llegar al gran público y trascender el reconocimiento en festivales.

Barcelona--Actualizado a
Wolfgang (Extraordinario) ha marcado un hito en la historia del cine en catalán. Dirigida por Javier Ruiz Caldera, esta película lideró la taquilla en España el fin de semana de su estreno con casi 100.000 espectadores, superando incluso otros éxitos recientes como El 47, Casa en llamas o Alcarràs, ganadora del Oso de Oro en la Berlinale de 2022. La producción en catalán ha cobrado impulso y no deja de acumular aciertos, mientras que el cine hecho en Catalunya (en otras lenguas) lleva ya tiempo recaudando mucho dinero y consolidándose en festivales como el de Málaga.
Sin embargo, esta popularidad no es fruto del azar. Wolfgang, El 47 y Casa en llamas comparten una serie de características que han sido clave para llenar salas. Todas cuentan con un reparto repleto de caras conocidas ―Miki Esparbé, Anna Castillo, Emma Vilarasau, Carlos Cuevas o Eduard Fernández, por citar solo algunas―, apuestan por un estilo más "comercial" y menos autoral, y, sobre todo, disponen de un presupuesto mucho mayor del que era habitual en el cine en catalán. Un aumento de recursos que, en muchos casos, no habría sido posible sin el apoyo firme de la Generalitat de Catalunya.
El productor de cintas autorales premiadas como Polvo serán, Creatura o Alcarràs, Tono Folguera (Lastor Media), explica a Público que, a pesar de hacer películas "muy buenas", hasta hace cuatro o cinco años no lograban grandes taquillas porque no contaban con los recursos económicos para "llegar al gran público". "Solo jugábamos con talento. A las plataformas, televisiones privadas y grandes productoras no les interesaba rodar en catalán, pero eso ha cambiado gracias a la voluntad política", añade.
Financiación para incrementar la competitividad
La presidenta de la Acadèmia del Cinema Català (ACC), Judith Colell, corrobora el argumento de Tono Folguera: "El Departament de Cultura, con Natàlia Garriga al frente, hizo una gran apuesta por el cine en catalán y ofreció incentivos económicos para producir películas más competitivas. Lo propuso el anterior Govern, pero parece que la nueva consellera, Sònia Hernández, sigue la misma línea".
En el marco de su "giro de guion para potenciar el audiovisual catalán", desde 2022 Cultura ofrece subvenciones elevadas a cinco cintas en versión original catalana u occitana que cuentan, como mínimo, con un presupuesto de producción de 2,7 millones de euros y que han sido seleccionadas por una comisión de expertos. De este modo, la Generalitat otorga 1,5 millones de euros a dos películas, 1,2 millones a otras dos y 800.000 euros a una quinta. Entre las seleccionadas en 2022 se encuentran El 47, Wolfgang, Caballé, Saben aquell y La Paca.
"Directores muy taquilleros como Ruiz Caldera nunca habían rodado en catalán. Están acostumbrados a hacer películas grandes, con repartos de renombre y unos medios de producción determinados. El dinero venía, por ejemplo, de RTVE o de Mediaset, y era difícil convencerlos de rodar en nuestra lengua. Pero ahora que hay incentivos, nadie puede decir que tiene que hacerse en castellano porque tiene más probabilidades de distribución y éxito", asegura Colell. A pesar de que la versión original es en catalán, Wolfgang y Casa en llamas se proyectaron en algunas salas de España o pueden encontrarse en plataformas en castellano.
Éxito en festivales, pero desconexión con el público
La presidenta de la Acadèmia también señala que, si se consigue que los actores famosos se vuelvan aún más conocidos, "se fortalecerá un star system muy beneficioso para la industria". "Si Wolfgang funciona, la gente irá a ver la próxima película de Miki Esparbé porque lo reconocerá", añade en conversación con Público.
Hasta ahora, las películas en catalán tenían mucho recorrido en festivales internacionales como Cannes o Berlín, pero eran desconocidas para el gran público, salvo que ganaran algún premio. Una de las pocas producciones que triunfó entre el público hace 15 años, antes del aumento significativo de subvenciones, fue Pa negre, una historia ambientada en la Catalunya rural de la posguerra dirigida por el ya fallecido Agustí Villaronga.
Según Colell, faltaba la conexión con los espectadores, algo verdaderamente "importante" para impulsar el cine en catalán. "Es una grandísima noticia. Las producciones americanas no son ni mucho menos mejores que el cine europeo, pero tienen muchísimo dinero para promoción", detalla. Folguera explica que, años atrás, las productoras pequeñas estaban "condenadas" a hacer "cine de autor de calidad" con salarios bajos y mucho talento en el equipo.
La Ley del Audiovisual de Catalunya
Más allá de las subvenciones de Cultura, ERC anunció este miércoles su intención de recuperar la Ley del Audiovisual de Catalunya, que quedó en suspenso con el adelanto electoral y el final de la legislatura republicana. El objetivo es retomar el proyecto de la exvicepresidenta Laura Vilagrà para "modernizar" la norma de 2005. El actual presidente de la comisión de cultura, Joan Ignasi Elena, y la vicepresidenta primera del Parlament, Raquel Sans, confirmaron el registro del mismo texto, que será enmendado para adaptarlo al contexto actual.
Sans destacó que se trata de "una necesidad de país", dado el "contexto de globalización" y el hecho de que Catalunya "no tiene un Estado que defienda" la lengua catalana ni la producción audiovisual propia. Por este motivo, considera que la ley debe ser "tan ambiciosa como sea posible". El documento de 2023 planteaba que un mínimo del 51% de la producción europea propia ―es decir, hecha en Catalunya bajo el paraguas europeo― estuviera realizada en catalán o aranés y, por otro lado, que las plataformas ofrecieran en catalán o aranés la mitad del 30% de las obras europeas que la directiva de la UE ya establece que son obligatorias.
Los esfuerzos para impulsar esta ley audiovisual catalana comenzaron en 2023, después de que ERC y Junts consideraran insuficiente la normativa estatal sobre la presencia de las lenguas cooficiales en las plataformas internacionales. Aunque la ley aprobada en el Congreso promovía la producción en catalán, euskera y gallego para las operadoras con facturación superior a 50 millones, ambas formaciones determinaron que la regulación tenía carencias. Ahora queda por ver si la ley catalana finalmente sale adelante.
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