Una drag queen entra en una tienda una noche en un barrio del este de Londres. Mientras espera que la atiendan, aparece un grupo de hombres hipermasculinizados. "Eh, mirad eso, ¿es un tío? Putos maricones". "Hace falta serlo para saberlo", les responde la drag. Lo siguiente es una paliza brutal en plena calle. A partir de aquí, los cineastas Sam H. Freeman y Ng Choon Ping construyen un fantástico thriller "psicológico, retorcido y erótico", Femme, uno de los recientes descubrimientos del nuevo cine británico.

La vida y la carrera de Jules quedan destrozadas tras el ataque, hasta que un día, en una sauna gay, se tropieza con su agresor, un tipo que, obviamente, esconde su orientación sexual. Sin el maquillaje, Preston no le reconoce y él aprovecha para comenzar una estrategia de seducción y venganza. El resultado es una película que hace saltar las convenciones sobre sexualidad, masculinidad, patriarcado e identidad.

"Contra colonizar el mainstream", contar una historia con protagonista queer lejos del victimismo, dar la vuelta a la masculinidad clásica del género negro y, muy especialmente, "explorar la realidad de los personajes y cómo el mundo en el que viven les empuja a hacer las cosas que hacen" eran los objetivos de esta pareja de cineastas, que con esta ópera prima han ganado tres galardones en los British Independent Film Award, los premios del cine independiente británico. Los actores principales, Nathan Stewart-Jarrett y George Mackay, se alzaron con el reconocimiento al mejor dúo interpretativo. Además, la película conquistó los premios de vestuario y maquillaje y peluquería.

Nacida de un cortometraje anterior que se desarrollaba en una sola noche, la película es una exhibición de todas las cosas que "nos aterrorizan y nos enfurecen como homosexuales", escriben en las notas de dirección Sam H. Freeman y Ng Choon Ping, que se inspiraron en historias personales y en su propia sensación de incomodidad en espacios "agresivamente heterosexuales, una sensación de estar emocionalmente, a veces incluso físicamente, en peligro".

Miedo, poder y máscaras

El miedo, el mismo que experimentamos desde siempre las mujeres al caminar solas de noche por la calle, pero también el terror a que tu entorno descubra tu auténtica identidad sexual están en esta historia, en la que los cineastas desarrollan el lema del reality de la televisión americana RuPaul Drag Race: "Todos nacemos desnudos, el resto es drag".

El drag femenino de Jules, que le confiere fuerza y presencia en el territorio queer, y el drag masculino de Preston, que le da confianza en su universo homófobo. "Todos usamos diferentes tipos de drag para sentirnos poderosos, para encajar, para ocultar verdades que son demasiado dolorosas para que salgan a la luz", dicen los directores.

Pero Femme va mucho más allá al presentar a un personaje que, en su carrera de seducción y venganza, busca recuperar su poder. Es un personaje queer atípico que se aleja de los relatos habituales de víctima o de los dramas sobre salir del armario. "El género del thriller es casi exclusivamente heteronormativo, en él no hemos visto muchas pruebas de existencia queer. Nosotros queríamos una historia con protagonistas queer que se vengan, que hacen cosas peligrosas y temerarias, que corren por edificios en llamas, que luchan contra extraterrestres para salvar el multiverso y que al final son recompensados con un beso de alguien del mismo sexo o de género fluido".

'Queer Noir'

Subversiva, con mucha tensión, cargada de sexualidad, Femme explora los juegos de dominio y poder en las relaciones, quién controla a quién, quién acepta la sumisión; analiza la atracción por el peligro y denuncia la perversa amenaza de Internet para la intimidad de las personas. Es y no es una historia de amor, es un thriller de venganza y de reparación, y es un thriller erótico. "El sexo es peligroso y, lo que es más emocionante, el peligro es sexi", dicen los directores.

"Jules se excita con las acciones peligrosas que emprende: se siente fortalecido por su temeridad, que le devuelve la capacidad de volver a sentirse sexi. Tenemos toda una serie de thrillers eróticos, sobre todo de los años 90, como referentes del peligro como algo sexi". Por último, Femme es cine negro, "queer noir", en palabras de sus creadores. "Es una vuelta de tuerca al género, en el que seguimos el viaje de la mujer fatal que se insinúa en la vida y el corazón del 'héroe' para destruirlo.

Una historia de "amor condenado", sentencian Sam H. Freeman y Ng Choon Ping, que esperan que su película muestre "tanto empatía por el dolor que impulsa la venganza, como empatía por el odio a sí mismo que impulsa la homofobia".