El abogado general del TJUE dice que la ley italiana que limita participación de Vivendi en Mediaset quebranta ley europea

Una ley italiana que impide que la empresa francesa de medios de comunicación Vivendi posea casi un tercio de las acciones de la italiana Mediaset vulnera la legislación de la Unión Europea, según informó el miércoles el abogado general del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).

El dictamen de los jueces del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) se inscribe en el marco de una batalla judicial de tres años de duración que se ha iniciado a raíz de la decisión de Vivendi de aumentar su participación en Mediaset al 29% en 2016. Mediaset consideraba que el movimiento era hostil.

Los jueces del tribunal, que no están obligados a seguir las opiniones del abogado general, pero suelen hacerlo, normalmente se pronunciarán en un plazo de dos a cuatro meses a partir del momento en que se emita tal opinión.

Mediaset se quejó ante el organismo italiano de control de las telecomunicaciones AGCom en 2016, diciendo que Vivendi había violado las normas italianas para proteger la pluralidad en la industria de los medios de comunicación de Italia al comprar una participación tan grande.

AGCom dictaminó en 2017 que la medida era contraria a la ley italiana. En respuesta, Vivendi transfirió el 19,19% de sus acciones de Mediaset a una empresa independiente, pero también impugnó la decisión.

Manuel Campos Sánchez-Bordona, abogado general del Tribunal de la UE, dijo que la legislación nacional puede evitar que la propiedad esté demasiado concentrada, pero matizó que tales leyes deben ser proporcionadas.

Añadió que un tribunal italiano decidiría si la ley era proporcionada, pero que la legislación había definido el sector de las comunicaciones de manera demasiado restrictiva, estableciendo un límite muy bajo para los beneficios controlados por una empresa.

También dijo que Vivendi no estaba en condiciones de ejercer una influencia considerable en Mediaset.

Vivendi y Mediaset han estado en desacuerdo desde que el grupo francés renunció a un acuerdo de 800 millones de euros (882 millones de dólares) en 2016 para comprar la filial de televisión de pago de Mediaset, que presentaba pérdidas.

Vivendi también ha cuestionado los planes de Mediaset de fusionar sus negocios nacionales y españoles para convertirse en una empresa paneuropea.