Quizás "desmesura", y más por cuestión de magnitud que de urbanidad, resulte un término ponderado para describir las horquillas salariales de la gran banca española, cuyos jefes cobran como media 173 veces lo que un trabajador medio del país y casi 100 veces lo que un empleado del sector.

Las cinco principales entidades financieras españolas, Bankinter, BBVA,
CaixaBank, Sabadell y Santander, han ido remitiendo a la CNMV
(Comisión Nacional del Mercado de Valores) y haciendo públicos en los
últimos días los informes de remuneraciones de sus consejeros, que recogen uno de los abanicos de mayor amplitud del tejido productivo y
comercial español.

¿Cuánto cobra un trabajador medio en España? Depende de la fuente que se utilice, las cuales coinciden en describir un mileurista con cierta holgura, ya sea la Agencia Tributaria, que estima un salario medio de 22.780 euros brutos (1.898 mensuales, 1.627 en 14 pagas) o el INE (Instituto Nacional de Estadística), cuya Encuesta de Estructura Salarial apunta a otro de 25.896 (2.158 al mes, 1.849 por paga) mientras la de Coste Laboral ofrece otro de 25.413 (2.117 y 1.815), aunque el más habitual se queda en 18.502 (1.541 y 1.321).

¿Y cuánto percibe un empleado de banca? La horquilla de salarios medios que ofrecen los informes de las entidades financieras va de los 43.000 de BBVA a los 74.000 de CaixaBank, unos sueldos que suponen entre el doble y el triple de los que se dan en el conjunto del mercado laboral.

Pese a esa cuantía, la pérdida de poder adquisitivo que han sufrido los
trabajadores del sector en los últimos años, que coinciden con un periodo de beneficios históricos de más de 60.000 millones en un trienio tras haber engullido más de 100.000 de dinero público el conjunto del sector en su incesante rescate, les han llevado a
movilizarse con paros parciales, que en la convocatoria de este lunes
tuvieron un seguimiento del 85%, y a convocar la primera huelga del sector en 40 años, fechada para el 22 de marzo.

Sin embargo, los salarios de los jefes de la gran banca, es decir, de los
presidentes, consejeros delegados y asimilados (en ocasiones por relevo) de esas cinco entidades, llegan a multiplicar hasta por 211 los salarios medios de los trabajadores del sector bancario y por 481 los del conjunto del país.

Entre esos 12 banqueros de sueldo millonario ganaron el año pasado 52,8 millones de euros brutos, lo que, incluyendo el salario en metálico y los rendimientos de acciones de esas entidades, arroja una media de 4,04 millones que multiplica por 173 el salario medio de los trabajadores españoles.

No obstante, tampoco se trata de un colectivo de salarios homogéneos, ya que la proporción entre la mejor pagada, que es la presidenta del
Santander, Ana Patricia Botín, y el menos remunerado, su primo Alfonso Botín, como vicepresidente de Bankinter, es de algo más de nueve a uno, con 12,239 millones de euros frente a 1,335 millones.

Ana Patricia Botín gana 33.805 euros brutos diarios, 1.408 por hora, un salario netamente superior tanto al anual como al mensual,
respectivamente, de la mayoría de los trabajadores españoles.

Por detrás de esta se sitúa un grupo de cuatro banqueros encabezado por el presidente de BBVA, Carlos Torres, que en 2023 ganó 7,641 millones de euros, seguido a cierta distancia por los consejeros delegados de Santander, el mexicano Héctor Grisi (6,793 millones), y BBVA, el turco Onur Genç (6,705 millones), y, ya más alejado, por José Antonio Álvarez (5,775 millones), antecesor de Grisi.

A continuación, y en un grupo intermedio, se sitúan los dos principales ejecutivos de CaixaBank, Gonzalo Cortázar (3,405 millones) y José Ignacio Goirigolzarri (2,265 millones), con los cinco restantes, de Bankinter y Sabadell, por debajo de los dos millones de euros.

El menos remunerado de ellos, Alfonso Botín, ingresa, no obstante, una media de 3.657 euros brutos diarios que supera con creces cualquiera de los salarios medios mensuales de los trabajadores españoles que se tome como referencia, algo que da pie para plantearse si la remuneración de los principales banqueros resulta mesurada o desmesurada.

"Hablamos de servicios esenciales como son los bancarios y financieros, que la gente necesita para poner manejar sus finanzas y cuyo último fin tiene que ser el servicio a los ciudadanos porque todo pasa por un banco: la nómina, las prestaciones, el pago de impuestos", explican fuentes de Asufín (Asociación de Usuarios Financieros).

En ese escenario, anotan, "la remuneración no sólo debe estar en consonancia con la buena gestión que da beneficios y aporta dividendos sino también con haber dedicado los recursos necesarios a la prestación adecuada de los servicios. Y si la retribución está en consonancia con los beneficios pero el servicio prestado al cliente es deficiente, hallamos una discrepancia".

La calificación resulta ser negativa por la confluencia de dos medidas como la "tensión económica sin precedentes" a la que los hipotecados fueron sometidos el pasado año, "que se extiende al presente y que no tiene visos de que vaya a ser reversible", y "la nula atención" que de manera simultánea recibió "el consumidor financiero conservador en materia de remuneración de sus ahorros"; dos líneas que se encuentran en la base de los resultados de récord que, paralelamente, han acabado generando parte de esas retribuciones a los banqueros.

Las subidas de esas retribuciones han oscilado por lo general entre el 0,8% de Torres y el 6,56% de Gortázar, aunque con dos aumentos del 15,7% para Dancausa, consejera delegada de Bankinter, y del 52,7% para Botín, y también con dos recortes destacados como el del 27,4% del CEO de Sabadell y el 39,6% del saliente Álvarez.

En las cúpulas de los cinco principales bancos hay otra consejera, Susana Rodríguez Vidarte, cuyas retribuciones superaron el año pasado el millón de euros. Se trata de Susana Rodríguez Vidarte, que percibió 1,405 antes de dejar el puesto, tras veinte años, a Sonia Dulá.

Por último, resulta llamativo la retribución de Teresa Santero, que recibió 147.000 euros como miembro del consejo de administración de CaixaBank, en el que se sienta en representación del Estado a través del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) por la participación que este mantiene en la entidad financiera tras la absorción de Bankia.

Los 73 miembros de los consejos de administración de esos cinco bancos recibieron el año pasado unas retribuciones conjuntas por valor de 72,6 millones de euros, lo que da una media de 994.520 euros por cabeza.