El pluriempleo ha alcanzado en España su mayor volumen desde que existen registros para consolidarse con una cifra superior al medio millón de trabajadores que desempeñan más de una ocupación laboral: según los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) que elabora el INE (Instituto Nacional de Estadística), la media de ocupados con empleo secundario fue el año pasado de 527.300, casi 26.000 más que un año antes y 106.000 que hace dos y cerca de 4.000 por encima del promedio de 2008.

El volumen de pluriempleados del mercado laboral español ha superado el medio millón en seis de los últimos siete trimestres, en los que se ha movido en una horquilla de 501.400 a 547.800 que, no obstante, no ha llegado a alcanzar los 571.800 de la primavera de 2008, que es la mayor cota trimestral de la serie.

Aunque hay una diferencia sustancial en cuanto a las tendencias del mercado laboral entre esas dos fechas: el número de ocupados con empleo secundario solo se mantuvo entonces durante dos trimestres por encima del medio millón, antes de iniciar con la crisis un acusado descenso hasta los 330.000 del verano de 2012, frente a los seis de siete de ahora.

Esa progresión se está consolidando cuando, tras la aprobación de la reforma laboral (), la contabilización de los fijos discontinuos ha dado lugar en el plano de la política partidista a un alborotado debate escaso de ecos en el ámbito académico y, al mismo tiempo, ajeno a realidades como la del pluriempleo, en la que el número de trabajadores dobla, como mínimo, al de puestos de trabajo.

Los pluriempleados "no se tienen en cuenta estadísticamente, y cómo se computan estos trabajadores que tienen el salario y las cotizaciones repartidos en varias empresas es algo que debería tratarse en un debate sosegado", señala Vicente Lafuente, profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Zaragoza, quien anota que "a efectos de contabilización con más trabajos que trabajadores. Hay que tener en cuenta esta variable inversa".

Según las respuestas del Gobierno a una batería de preguntas de las senadoras del PP Ana Alós y Teresa Ruiz Sillero, el volumen de fijos discontinuos registrados como demandantes de empleo alcanzó en diciembre, tras varios dientes de sierra con su suelo en los 136.113 de mayo, un máximo de 443.078 que, en cualquier caso, siempre serían casi 84.000 menos que los pluriempleados.

El pluriempleo ha crecido de una manera extraordinaria con la recuperación de la actividad tras la pandemia, lo mismo que lo ha hecho de manera general la ocupación, que cerraba el mes de marzo con 20,37 millones de trabajadores, para entrar en una fase de estabilización como está ocurriendo con el conjunto del mercado laboral.

"Se mantiene la tendencia de descenso en el número de afiliados con contrato temporal y aumento en el de afiliados con contrato indefinido, de modo que la tasa de temporalidad en la afiliación se ha reducido ligeramente por debajo del 14%, mínimo de la serie histórica", señala Funcas, el centro de análisis de las antiguas cajas de ahorro, mientras el Ministerio de Inclusión destaca como "otro indicador del incremento de la estabilidad" el hecho de que en el primer trimestre de este año la duración media de los contratos haya "crecido en 47 días en comparación con las cifras del mismo periodo de 2019, último año homologable anterior al impacto de la pandemia".

¿A qué se debe esa consolidación del pluriempleo por encima del medio millón en los últimos meses?  "Tiene que ver mucho con las nuevas fórmulas de contratación. Se ha aportado por el contrato indefinido, y al haber menos opciones para la contratación eventual algunas empresas han optado por fórmulas como la parcial y la fija discontinua", explica Lafuente, que anota cómo "cuando el tiempo de carencia de los fijos discontinuos o en de ocupación de los contratados a tiempo parcial son estables, por fechas en el primer caso y por franjas horarias en el segundo, el trabajador puede buscar otra ocupación para completar su jornada".

Esa posibilidad se da especialmente en ocupaciones como las de la hostelería y el campo, con un elevado componente estacional en ambos casos como ocurre también en las relacionadas con campañas, caso de los deportes de invierno o los ciclos festivos estivales.

"Cuando saben en qué periodos van a estar contratados pueden buscarse la vida para el resto del tiempo", indica el profesor.

Y eso es lo que parece estar ocurriendo. "El número de demandantes de empleo ocupados, entre los cuales se encuentran los fijos discontinuos que buscan empleo, ha descendido en 64.000 con respecto al mes anterior", recoge el análisis de Funcas, que apunta cómo "este descenso podría obedecer, al menos en parte, al proceso de reincorporación de fijos discontinuos a su puesto de trabajo como consecuencia de la Semana Santa".

Los datos del Ministerio de Trabajo indican que 1,07 millones de los 4,45 de demandantes de empleo inscritos en los Inem autonómicos están ocupados, mientras que la EPA cifra en 594.200 el número de fijos discontinuos del cierre de 2022, el máximo trimestral de la serie que comienza en 2002.

En ese escenario, los 443.000 fijos discontinuos inscritos como demandantes de empleo serían uno de cada tres miembros de grupo (73%), aunque no llegarían a la mitad de los ocupados que buscan otro puesto.

“Debería ser posible recolocar todo el año en distintos puestos”

"La calidad del empleo ha mejorado mucho, pero no se está apostando de manera decidida por el contrato indefinido de jornada completa; ese es el escalón que nos falta, aunque está claro que el empresario siempre va a preferir disponer de trabajadores eventuales por motivos económicos", explica Lafuente.

De hecho, la propia estabilización del empleo comienza a traducirse en tendencias al alza en la cuantía de las indemnizaciones por despido, básicamente por la creciente presencia de indefinidos con derecho a 33 días por año trabajado y el descenso de los contratados como eventuales, indemnizables con solo doce.

Por último, el profesor anota que, pese a la fuerte componente estacional que ha venido caracterizando el sistema productivo y el mercado laboral españoles, "en los grandes grupos empresariales de sectores como el turismo debería ser posible recolocar en varios empleos a los mismos trabajadores a lo largo de todo el año", algo que permitiría reducir tanto la discontinuidad como la temporalidad.

Por sectores, la mayor concentración de pluriempleo se da en los servicios, en el que tienen su empleo principal y el secundario cuatro de cada cinco pluriempleados (409.400), mientras que por situación profesional casi el 60% (303.200) se desempeñan como asalariados en ambos.

La duración de la jornada en el segundo empleo presenta una tendencia claramente descendente, con una media de 13,3 horas semanales el año pasado frente a las 15,6 de 2008, cuando se produjo el pico anterior de pluriempleo.