El grupo energético  Iberdrola mantuvo el miércoles sus principales objetivos financieros para el conjunto de 2018 después de registrar un beneficio neto de 2.091 millones entre enero y septiembre, un 13,5% menos por la ausencia de elementos extraordinarios, según los datos remitidos a la CNMV. El año pasado, la eléctrica anotó 759 millones extraordinarios correspondientes a la fusión de Siemens Gamesa, las plusvalías de Neoenergia, o la revisión del precio de contratos de aprovisionamiento de gas en España.

En los nueve primeros meses del año, el beneficio operativo bruto (ebitda) de la eléctrica se ha incrementado un 22,5%, hasta los 6.720 millones de euros, gracias a la consolidación plena de su filial brasileña Neoenergía, la recuperación de la producción hidroeléctrica en España y la actividad de nuevos activos renovables, destacando los 350 megawatios (MW) del parque eólico marino de Wikinger en Alemania.

Mientras, los ingresos del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán crecieron hasta septiembre un 19,7%, hasta alcanzar los 26.282,6 millones de euros.

Tras las cuentas a septiembre, la eléctrica vasca mantuvo sus proyecciones de superar este año los 9.000 millones de euros de ebitda y lograr un beneficio neto de 3.000 millones.

En la teleconferencia con analistas, sus directivos dijeron que la deuda neta previsiblemente se situará en unos 33.200 millones de euros al final del ejercicio, con una reducción de 1.000 millones de euros. A cierre de septiembre alcanza los 34.379 millones, frente a los 33.698 millones de euros del mismo periodo del año pasado.

El grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán ha vendido recientemente plantas de generación eléctrica en Reino Unido y España dentro de su plan de rotación de activos., que le han supuesto unas desinversiones por valor de casi 1.200 millones.

Mientras, las inversiones del grupo ascendieron a 3.645 millones de euros en el periodo, de las que cerca de un 80% se destinaron a los negocios de Redes y Renovables, de acuerdo a la estrategia de la compañía.

El logo de la eléctrica Iberdrola, en su sede en Madrid. REUTERS/Susana Vera

En una conferencia con analistas para explicar los resultados de la eléctrica, su presidente, Ignacio Sánchez Galán, ha afirmado que decir que los activos de generación hidroeléctrica y nuclear están ya amortizados "no es real" y ha señalado que quienes dicen lo contrario "no cuentan con la información correcta".

Galán se ha referido así al ser cuestionado por el acuerdo entre el Gobierno y Unidos Podemos sobre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2019 por el que pretenden incluir los cambios normativos necesarios en el funcionamiento del mercado eléctrico para acabar con la sobrerretribución, los conocidos como beneficios caídos del cielo (windfall profits), que consideran que reciben en el mercado mayorista algunas tecnologías, como la hidráulica o la nuclear.

El directivo añadió que los resultados de estas actividades también "son públicos, se pueden ver" y comprobar que desde 2013 cargan con "las altísimas tasas impositivas" que se impusieron, lo que ha llevado a sufrir entre 700 y 800 millones de euros de impuestos adicionales.

En lo que se refiere a la decisión del Gobierno de recoger en el real decreto Ley de medidas urgentes la suspensión temporal del impuesto del 7% a la generación eléctrica y el céntimo verde aplicado al carbón, Galán destacó que la reducción "se ha reflejado de manera automática en el precio del mercado" eléctrico.

Así, consideró que los precios de la electricidad en España estaban "inflados artificialmente" por esta carga impositiva y valoró que las medidas tendrán un impacto tanto en el precio del mercado como en la competitividad española.