Vivir de las rentas: los hogares con ingresos por alquiler de propiedades crecen un 57,5% en diez años
El fenómeno del rentismo en España perpetúa las diferencias sociales. Los hogares que alquilaron propiedades en 2022 ingresaron, de media, 15.600 euros anuales más que aquellos que no realizaron esta actividad. Las familias rentistas son más ricas que el
Madrid--Actualizado a
Los hogares que viven de las rentas se han incrementado en los últimos diez años. Mientras que en 2013 el 11,08% de familias recibió algún ingreso por el alquiler de una propiedad, en 2022 este número alcanzó el 17,45%, según el análisis de Público de los microdatos de la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el INE cada año. Esto supone un incremento de un 57,5% en solo una década.
Estas cifras no sólo incluyen el alquiler de vivienda, sino también de cualquier otro tipo de propiedad, como trasteros, garajes, locales o terrenos. En 2022 los ingresos que han percibido los hogares rentistas a través de esta actividad han tocado techo, situándose en los 4.985 euros anuales de media, es decir, un 6% más que en 2013 si se ajusta a los valores actuales de la inflación.
Cada vez son más los hogares en los que el grueso de sus ingresos proviene de alquileres, aunque aún son minoritarios
Es más, el número de hogares en los que el grueso de sus ingresos proviene del alquiler de una propiedad es cada año mayor, aunque aún son minoritarios. En la mayoría de los casos, estos ingresos suponen un pequeño aporte a la renta total del hogar. En 2022, el 63,2% de los hogares rentistas cubrían con estas ganancias apenas un 10% de su renta neta total. Se trata del porcentaje más bajo de todo el periodo estudiado, pero siguen siendo la gran mayoría.
Por contraposición, los núcleos familiares cuyas ganancias por el alquiler superan el 90% de su renta total han crecido paulatinamente año tras año, suponiendo el 1,39% del total de las familias en 2022. Esto son 260.692 hogares en España.
Pablo Carmona, miembro de la PAH de Vallekas y autor de La democracia de propietarios (Traficantes de Sueños, 2022) explica que el fenómeno de vivir de las rentas hunde sus raíces en "la vieja sociedad de propietarios que se construye en el franquismo y que tiene su segundo episodio en la gran burbuja inmobiliaria nacida a partir de las políticas de vivienda desarrolladas por el PSOE, en concreto con la ley Boyer de 1985". Esta normativa "intentó eliminar el alquiler como medio de acceso a la vivienda, puso en el centro el bien inmobiliario, de manera que la vivienda comenzó a ser un territorio de especulación".
Como tal "se protegió el aumento constante de los precios, de manera que la vivienda se convirtió en un espacio de inversión y ahorro futuro para las familias". Describe que esta inercia histórica sigue, con mayor o menor intensidad, activa y es la que empuja a esta tendencia rentista. Por eso, "en muchas ocasiones las familias deciden poner sus propiedades en el mercado del alquiler: tanto la vivienda, como los trasteros, como las plazas de garaje".
Tras la crisis de 2008 los españoles pasaron de las cuentas de ahorro a la propiedad inmobiliaria
La crisis inmobiliaria de 2008, lejos de acabar con este fenómeno, lo acompañó. El profesor de economía Josep María Raya, catedrático de Economía Aplicada del Tecnocampus-UPF apunta que en los años previos a la crisis una parte importante de los españoles, depositaba su dinero en cuentas de ahorros, que tenían una rentabilidad del 3% al 5%. Tras la crisis financiera, los tipos de interés se hundieron y "los españoles buscaron el modo de ahorrar que consideraban más seguro, que es la propiedad inmobiliaria en el caso de los que tienen un poquito más de capacidad de ahorro".
¿Quiénes son los rentistas?
La composición de la mayoría de los hogares rentistas es año tras año la misma: dos adultos, uno de ellos mayor de 65 años y sin hijos dependientes. Si bien estas no son las más ricas, una cuarta parte de estas familias se sitúa entre el 30% con mayores rentas.
Y es que, de media, los rentistas son más ricos que el resto de los españoles. En 2022, los hogares con ganancias por el alquiler de una propiedad alcanzaron una renta media de 47.022,29 euros anuales, superando con creces la media española, de 34.110,39 euros netos.
Esta brecha se ensancha al comparar la renta de aquellos que pusieron alguna propiedad en alquiler con los que no han obtenido ningún ingreso por esta actividad y que sólo alcanzaron los 31.380,69 euros de media. La desigualdad en las ganancias anuales entre rentistas y no rentistas es constante. Año tras año, los hogares sin propiedades en alquiler ingresan entre 14.000 y 17.000 euros menos de media.
Esta diferencia es aún mayor en los casos del alquiler de vivienda, según un estudio de los investigadores Javier Gil (UNED), Lorenzo Vidal y Miguel A. Martínez (Universidad Uppsala, Suecia) para el instituto de investigación urbana La Hidra Cooperativa. La investigación concluye que "los hogares inquilinos son aquellos con menor renta del país, frente a los hogares de caseros, que son los de mayor renta".
Si se atiende al número de hogares rentistas según los diferentes tramos de renta, la tendencia es clara: los hogares que reciben ingresos por el alquiler de alguna propiedad son, en comparación con otros segmentos de renta, las clases medias y altas. Josep María Raya defiende que son normalmente familias que cobran más que la media, pero no las más ricas. "Los más ricos normalmente hacen inversiones más complejas porque tienen más cultura financiera".
Una parte pequeña pero creciente de los rentistas reciben ingresos por el alquiler de su propiedad que igualan o superan el Salario Mínimo Interprofesional actual, (15.120 euros brutos anuales). En 2022, el 6,74% de los propietarios ganaban al menos un sueldo extra anual por poner en el mercado del alquiler su bien, frente el 4,39% de 2013.
Ahora bien, según los datos del INE, rentista no equivale a casero. El concepto rentista incluye a aquellos que se lucran con el alquiler de una vivienda, pero también de todo tipo de propiedades, como trasteros, garajes, habitaciones, locales, etc. Así, una parte importante de los rentistas lo son por el alquiler de estas pequeñas propiedades, que no tienen por qué ser viviendas, ya que su cuantía es baja. En 2022, la mayoría de los rentistas ingresaron cantidades de dinero bajas (menos de 5.000 euros anuales) por el alquiler de su propiedad.
El 6,74% de los propietarios ganaban al menos un sueldo extra anual por poner en el mercado del alquiler su bien
En cambio, conforme más ricos eran los hogares, más ingresos recibieron por el alquiler de sus propiedades. Y viceversa. Presumiblemente, estos ingresos más altos hablan de las ganancias por el alquiler de viviendas o terrenos con un elevado valor en el mercado.
De hecho, "el mercado de alquiler transfiere riqueza de los hogares de menor renta a los hogares de mayor renta y se ha convertido en una de las principales causas de empobrecimiento y de desigualdad entre la población", según el estudio de La Hidra Cooperativa.
Desde la Hidra Instituto de Investigación Urbana, subrayan la importancia de diferenciar entre el alquiler de la vivienda y el de otras propiedades: "No se puede considerar rentista a toda esa población que tiene algún pequeño ingreso de 50 o 150 euros vinculado a un parking. Si se toma ese dato global puede parecer que en España hay muchas más personas viviendo del alquiler de la que realmente hay", matiza su co-director Jaime Palomera.
"Lo que nos preocupa es que se quede el relato de que hay muchos hogares viviendo y dependiendo de los alquileres en España, que es el tipo de argumento que ha justificado que el PSOE y otros partidos digan que no se puede regular el mercado del alquiler", añade.
Los rentistas no lloran, los rentistas facturan
A la pregunta "¿Cuál es el el grado de satisfacción con su vida?", incluida en la Encuesta de Condiciones de Vida referente al año 2022, los españoles contestaron con un 7,12 de media. Por contraste, en los hogares que ingresan alguna ganancia por el alquiler de una propiedad, el grado de satisfacción vital crece.
Las familias cuyos ingresos por el alquiler de una propiedad superan los 15.120 euros que supone actualmente el Salario Mínimo Interprofesional bruto (SMI), se sitúan en 7,72 sobre los 10 puntos máximos. En general, quienes tienen más ingresos, están más satisfechos con su vida, o eso declaran, tal y como ya ha explicado Público. Los rentistas no son la excepción, ese 7,72 de los que más ingresan les sitúa más de medio punto por encima de aquellos que no reciben ninguna renta por el alquiler de una propiedad.
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