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Ley de Ciencia Diana Morant: "Trabajamos para que los científicos puedan vivir en condiciones dignas en nuestro país"

La ministra de Ciencia, Diana Morant.
Diana Morant, ministra de Ciencia, posa para 'Público'. — Jairo Vargas

"España tiene una deuda con la Ciencia", dice Diana Morant, ministra de Ciencia que habla con 'Público' sobre las reformas legislativas del Gobierno en materia de investigación. La política socialista reconoce el atraso en derechos laborales de los investigadores españoles y profundiza en algunas de las medidas de su cartera, como el fin de los contratos de obra y servicio, la liberación de las patentes de las vacunas españolas o la búsqueda de métodos de investigación alternativos a la experimentación con animales.

Se ha despedido del Congreso Pablo Casado y la bancada popular que ayer le dejaba solo le ha terminado aplaudidiendo, ¿cómo de desagradable es la política?

Lo que ha hecho el Partido Popular es meter otra vez bajo la alfombra los indicios de corrupción, yo creo que es una muy mala noticia para este país. En definitiva, esta batalla surgía por una crisis y una duda razonable, incluso la Fiscalía considera que es una duda razonable, sobre un contrato de la Comunidad de Madrid, un lugar donde gobiernan. Han cerrado, como digo, dejando otra vez la corrupción debajo de la alfombra. Eso no sé si es duro, desde luego, ejemplarizante no es. Y por tanto, el Partido Popular sigue demostrando que en vez de regenerarse, lo que va haciendo es ir renovando cargos. Pero en realidad son el mismo Partido Popular de siempre. Lo deseable sería que el principal partido de la oposición, en un momento de crisis, en un momento recuperación, en el que la ciudadanía nos quiere a los políticos es trabajando juntos precisamente para resolver los problemas, no cerrase así una crisis. Así no es como se cierran las crisis en democracia. Se cierran plantando cara a la corrupción.

¿Qué valoración hace del PP  de Casado como oposición y qué espera del nuevo PP?

No sé si se puede esperar mucho. En realidad llevamos ya toda la legislatura esperando que el Partido Popular esté a la altura de las circunstancias. Este país ha vivido el momento más complicado de toda su historia. Y no hablo del Gobierno de España, hablo de los ciudadanos y las ciudadanas que han tenido que atravesar una crisis sin precedentes, una crisis sanitaria que además ha tenido consecuencias sociales, económicas. Ahora mismo estamos el gobierno, las comunidades autónomas, las empresas, la ciudadanía, la sociedad en general, en ese plan de país para la recuperación y para la transformación. Precisamente, para mirar al futuro y para que todos los sectores productivos se levanten de este gran golpetazo. Lo que esperamos es que el Partido Popular salga del negacionismo. Lo primero que hicieron fue negar la legitimidad de un gobierno que salió de las urnas y a partir de ahí no han salido nunca de esa postura de negar la realidad y negar soluciones.

Han votado en contra de todo. Lo último fue la reforma laboral, pero han votado en contra de la revalorización de las pensiones, del salario mínimo interprofesional,  del ingreso mínimo vital... En definitiva, de todas las soluciones y del colchón social que se ha puesto para nuestros ciudadanos. Espero que abran una nueva etapa. Desde luego, que hagan limpieza y que miren debajo de las alfombras y que se pongan del lado de una solución para este país.

Gobierna el PSOE junto a Unidas Podemos, sin embargo, no tienen una amplia mayoría en las encuestas, ¿qué cree que deben hacer mejor?

Creo que este gobierno ha demostrado que para la consecución de las soluciones ha ido planteando sus propuestas, sus compromisos adquiridos con la ciudadanía y ha ido recogiendo las mayorías parlamentarias necesarias para sacarlas adelante. Para mí eso es la representación de la mayoría social. Es verdad que ahora mismo los parlamentos están más fraccionado que hace unos años. Yo vengo de un gobierno local en los municipios, incluso en las comunidades autónomas, teníamos ya un historial de gobiernos de coalición. Aquí vivimos por primera vez un gobierno de coalición en la nación y, como digo, con los objetivos claros para cumplir con los compromisos con la ciudadanía, hemos ido recopilando las adhesiones y los apoyos necesarios para ir sacando todas las reformas en modo de leyes y en modo de mejoras sociales, de nuevos derechos que hemos reconocido para la ciudadanía.  Por tanto, entiendo que sí, que este gobierno está respaldado por la mayoría social.

Diana Morant, ministra de Ciencia, posa para 'Público'.
Diana Morant, ministra de Ciencia, posa para 'Público'. Jairo Vargas

¿Se puede vivir en España dignamente con un sueldo de investigador?

La respuesta rápida sería que ahora mismo es muy complicado. Lo primero que hay que reconocer es que este país está en deuda con la ciencia y saldar esa deuda pasa por dotar de mayores oportunidades y derechos a nuestros investigadores. Venimos de un sistema fallido que ha dado la espalda a los investigadores y eso es lo que intentamos reparar ahora. Lo que hacemos con la nueva ley y con otras políticas, como los presupuestos expansivos y las tasas de reposición, es arreglar lo que tenemos para no seguir expulsando a nuestros científicos y para que los que estén trabajen en condiciones.

No es un trabajo inmediato. El resultado no va a ser de hoy para mañana, pero estamos seguros que en dos años va a haber cambios sustanciales, radicales y transformadores que van a mejorar la calidad con la que se hace investigación en nuestro país. Van a tener los equipamientos que respalden esa calidad,  vamos a sacar más contratos predoctorales y doctorales. Vamos a mejorar las condiciones y aplicar indemnizaciones por finalización de contrato y a sacar de la temporalidad a la mayoría de científicos y científicas de nuestro país. La Ley de Ciencia hace que entre 15.000 y 20.000 investigadores de nuestro país pasen de contratos que duraban como máximo cuatro años a ser contratos indefinidos. En definitiva, estamos tratando de mejorar el sistema precisamente para que se pueda vivir en condiciones de dignidad siendo científico en nuestro país.

Uno de los problemas que arrastraba el sector científico es la famosa fuga de cerebros. Hablaba recientemente de que se han perdido unos 5.000 científicos en España en los últimos años. ¿La nueva ley recuperará este elevado número de investigadores?

Voy a matizar la cifra. No hemos perdido 5.000 investigadores, lo que se han destruido son 5.000 plazas públicas de investigación. Es importante reseñar que igual que tenemos un sistema público de Educación o un sistema público de Sanidad, también lo tenemos de Ciencia. Entre el año 2011 y el año 2016, con las tasas de reposición que aplicó el Partido Popular, se destruyeron 5.000 plazas porque hubo cuatro años de tasa de reposición a cero y dos años de tasa reposición al 50%.

Nosotros estamos con tasas de reposición del 120%, lo que va a permitir que cada diez jubilaciones se incorporen doce investigadores al sistema. Por tanto, el cálculo de los 5.000 son plazas públicas destruidas por el recorte que se hizo en el sistema público. En cuanto a la falta de oportunidades, son muchísimos más investigadores los que se perdieron, además de las oportunidades perdidas en el sector privado. Es importante destacar que, cuando hablamos de aumentar la inversión en I+D, tenemos que ir de la mano del sector privado. El sector público tiene que invertir en torno al 30% y el privado un 70%. Ahora mismo estamos en un 50-50.

El plan de recuperación también va a favorecer que tengamos muchas más oportunidades y deshacer el tapón con más plazas públicas. Con eso vamos a intentar resolver que no se vayan más y que vuelvan aquellos que se fueron y que desean volver a su país.

Habla de la importancia de la financiación, ¿se incrementará la financiación con esta nueva ley? 

Nosotros ya estamos cumpliendo la senda marcada por Europa. Esto, desde luego, nos lo ha permitido los fondos de recuperación y la convicción del presidente Pedro Sánchez y del Gobierno de España de que la única salida posible para este país, después de una pandemia, era por la puerta del futuro. Ese futuro lo va a escribir la ciencia y la innovación.

Ya en el año 2021 hemos tenido un aumento del 60% del presupuesto frente al último presupuesto heredado del PP y, en 2022 se dobla esa cifra. Estamos aplicando lo que además hemos blindado por ley. El objetivo global, público y privado, es alcanzar en el 2030 una inversión del 3% con respecto al PIB y eso marca una obligación o un compromiso público de un 1,25% que se corresponde a la inversión de la Administración General del Estado. Debemos ir acompañados de las Comunidades Autónomas y, en definitiva, de todas las Administraciones que hacen por la ciencia. Estamos convencidos de que desde lo local hay mucho que decir, los municipios tienen ganas de innovar, y hemos incorporado agentes de innovación para que los Ayuntamientos también dispongan de profesionales específicos y puedan ser agentes del cambio.

La ministra de Ciencia, Diana Morant, durante la entrevista con 'Público'.
La ministra de Ciencia, Diana Morant, durante la entrevista con 'Público'. Jairo Vargas

Los investigadores celebran 3% del PIB en Ciencia, pero temen que con un cambio de gobierno esto pueda desaparecer o pueda caer este porcentaje, ¿hace falta un pacto de Estado para para blindar la importancia de la ciencia de la economía española?

A día de hoy, el que no esté escuchando el clamor de la ciudadanía estará desoyendo el clamor social que seguramente se ha provocado después de la pandemia. La gente con la pandemia ha descubierto que la ciencia salva vidas. La vacuna es el máximo ejemplo y en España la gente se ha convertido en militante de la ciencia. Somos uno de los países con mayor índice de vacunación. La ciudadanía ha entendido ha entendido también que la ciencia salva vidas en la erupción volcánica y nos exige a todos los partidos políticos que les escuchemos. Hay un pacto por la ciencia que exige precisamente esa inversión continuada y creciente. Está firmada por más de 80 universidades, entidades empresariales, sindicatos y colectivos de la sociedad. Ese pacto está siendo discutido en el Congreso de los Diputados por todos los grupos políticos, pero ahora se ha incorporado en la ley. Los grupos políticos tendrán que cumplir con ello y tendrán que apoyar una ley que lo que hace es blindar esa financiación por ley.

Uno de los de los problemas que denuncian los colectivos de estudiantes e investigadores es el de la endogamia en las universidades y en los centros de investigación. ¿Cómo se solucionará esto? ¿ Se plantea una mayor independencia en los procesos de selección en los centros de investigación?

Sí, efectivamente. La ley lo que hace es incorporar en los tribunales de acceso a expertos externos a los centros para que en ningún caso se produzca lo que los científicos temen. En definitiva, en términos generales, la ciencia siempre busca la excelencia. Se tiene que satisfacer que esos contratos y que esos procesos de evaluación sean objetivos y que tengan en cuenta estos valores y estos méritos.

Hablaba antes del vínculo entre el sector público y el privado. La ley hace hincapié en la transferencia de conocimiento. Algunos colectivos de investigadores temen que este punto suponga que el conocimiento científico empiece a medirse en términos de productividad, ¿cree que ese riesgo existe?

No, aquí no. Nosotros tenemos muy claro que tenemos que seguir protegiendo la ciencia básica. Pero también tenemos que ser capaces como sociedad de cubrir los retos que tenemos. Tenemos que ser un país capaz de producir terapias avanzadas para la cura de las enfermedades con más prevalencia y para las enfermedades minoritarias y raras. Tenemos que ser capaces de que nuestra industria investigue y produzca, por ejemplo, vehículos eléctricos o que haga una reindustrialización completa del sector agroalimentario y que avance en el sector aeroespacial. Los retos que tenemos como país son grandes y tenemos que dar el salto. 

España tiene que dejar de ser compradora de innovación y pasar a ser productora y fabricante. La ciencia en nuestro país está en unos niveles razonablemente exitosos en cuanto a nuestra posición geopolítica, pero claramente tenemos un gran margen de mejora. Por eso queremos favorecer la transferencia de conocimiento, para que este no se quede solo en el mundo académico y pueda transferirse a la sociedad. Por tanto, nada más lejos de la realidad, vamos a proteger lo que ya funciona bien en nuestro país y ayudar a mejorar lo que sea mejorable.

La ciencia también ha tendido, como en otros sectores, a excluir a las mujeres. La nueva ley plantea acabar con esa brecha de género, ¿qué plazos hay para alcanzar la paridad en el sector?

Cuando hablamos de futuro, el futuro va a pasar por la ciencia y por la investigación. Si no incorporamos a la mitad de la población, desde luego no será un futuro justo ni más inteligente. Hay ciertas disciplinas de la ciencia en el que las niñas no se sienten identificadas. Es el caso de las disciplinas STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), que, a edades muy tempranas, las niñas dejan de querer estudiarlas porque no se ven suficientemente capacitadas para ello. Ahí entra la nueva ley educativa, que cubre esa necesidad de estimular a las niñas y hacer que tengan más referentes.

A día de hoy solo hay un 7% de referentes científicas que sean mujeres en el material educativo. Lo primero es combatir eso. Si las niñas no estudian informática, ingenierías o matemáticas, no vamos a tener investigadoras ni en estas disciplinas. A lo largo de la carrera, las mujeres se van descolgando y solo un 20% de las publicaciones científicas de nuestro país están lideradas por mujeres y una de cada cuatro mujeres acaba pasando a ser profesora titular o en en puestos de alta dirección.

Tenemos que acompañar a las mujeres y tenemos que ser muy contundentes. La ley establece por obligación planes de igualdad revisables cada año; planes que tienen que incluir protocolos contra el acoso sexual por razones de identidad de género o de orientación sexual; dejamos por primera vez también de penalizar las excedencias de una persona, hombre o mujer, para cuidado de familiares; y vamos a crear un distintivo de igualdad. A día de hoy distinguimos a los centros por su excelencia científica, pero no hay excelencia científica si no hay una garantía de no discriminación por cuestión de sexo. Este distintivo de igualdad va a favorecer que la ciencia no esté tuerta, de modo que los ensayos y los resultados científicos tengan en cuenta la mitad de la población.

A día de hoy, en muchos ensayos para, por ejemplo, fármacos o tratamientos de enfermedades, no se tiene en cuenta a la población en la medida en la que estamos representadas en la sociedad. Y después los resultados científicos no tienen en cuenta las patologías singulares de las mujeres. En ese sentido, hay un plan ambicioso precisamente para garantizar la no discriminación y que las mujeres vayan encontrando cada vez menos dificultades dentro de la investigación.

La ministra de Ciencia, Diana Morant, durante la entrevista con 'Público'.
La ministra de Ciencia, Diana Morant, durante la entrevista con 'Público'. Jairo Vargas

La pandemia ha puesto sobre la mesa el valor de la investigación en sanidad. ¿Este sector merece algún refuerzo concreto o alguna ventaja respecto al resto de campos científicos?

La pandemia ha servido para capacitar el sistema sanitario de nuestro país de manera espectacular. Cuando empezó la pandemia no había ninguna empresa en nuestro país que fabricase la vacuna humana. A día de hoy, hay cuatro empresas en nuestro país que las fabrican o que forman parte del proceso de fabricación de las que ya nos han inoculado. Tenemos una vacuna contra la covid 19 que ya está en Fase 3 de ensayo. Nuestro país tiene un plan, un plan de país, un PERTE por la salud de vanguardia, que tiene en cuenta todo: la salud de las personas, los factores medioambientales, sociales y económicos.

Tenemos un PERTE que cuenta con 1.500 millones de euros de movilización para descubrir más terapias para enfermedades y para que las produzcamos nosotros y que no venga una empresa estadounidense a comprarnos la patente y le tengamos que pagar después nosotros por desarrollar esas terapias. 

Hablaba de las vacunas españolas y mencionaba la dosis de Hipra. Algunas asociaciones han pedido al Gobierno que libere la patente para garantizar que el Sur Global pueda tener acceso a la vacuna, ¿tienen intención de hacerlo?

Nosotros ahora con lo que estamos es en fase de apoyo. Lo que hemos hecho nosotros como Gobierno ha sido apoyar en materia de asesoramiento y regulación, además de apoyar los ensayos en las distintas fases con nuestras infraestructuras hospitalarias, y dar apoyo económico con 3,5 millones de euros.

Con respecto a la voluntad y a la vocación de nuestro Gobierno, ha quedado demostrada. El CSIC, que es un organismo público de investigación, creó un test de anticuerpos y liberó su patente para que se pudiera utilizar en los países con más problemas económicos sin costes. Somos uno de los países que más está contribuyendo en la solidaridad internacional a través del programa COVAX, con más de 50 millones de dosis repartidas. La voluntad de este Gobierno es que la vacuna llegue a todas partes del mundo y, en ese sentido, estudiaremos los pasos siguientes.

¿Se comprometería entonces a liberar esa patente?

Es una empresa privada. Nosotros ahora mismo estamos ayudando a que la vacuna salga adelante y, por supuesto, intentaremos que esta vacuna entre dentro de esta compra que se hace a través de Europa y dentro de todos esos pasos, desde luego, nosotros hemos defendido la liberación de las patentes, pero no hay todavía ninguna vacuna que se haya liberalizado y, en ese sentido trabajaremos en esa línea, pero no puedo comprometerme.

Uno de los temas de actualidad que tienen que ver con la ciencia y con la ética. Es el caso del sacrificio de 32 cachorros de perro por parte de Vivotecnica y el Parc Científic. ¿Su Ministerio tiene intención trabajar en el desarrollo de métodos de investigación alternativos a la experimentación con animales?

Por supuesto. Hay un compromiso transversal de todo el Gobierno por el bienestar animal y un rechazo absoluto por el maltrato animal. Desafortunadamente, a día de hoy, la ciencia todavía necesita experimentación en modelos animales porque no tenemos modelos alternativos. Hay que aclarar que la normativa tanto española como internacional es muy estricta. 

La intención es que la experimentación produzca el menor impacto en el animal. Y desde luego, también la ciencia pretende avanzar en eso. Por ejemplo, el CNIO firmaba hace poco un convenio con una ONG internacional, la Fundación Franz Weber, con el compromiso de sacar líneas de investigación posdoctoral para buscar alternativas al modelo de experimentación con animales.


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