El Gobierno iniciará este viernes el trámite formal para aprobar el anteproyecto de ley que recoge la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en 2025, tras anunciar el Ministerio de Trabajo que da por clausurada la mesa de diálogo social con los sindicatos y con la patronal.

Como estaba previsto, este foro ha concluido sin un acuerdo tripartito, después de que las patronales rechazaran la última propuesta del departamento dirigido por Yolanda Díaz.

Después de 11 meses de negociación, ha explicado el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, la CEOE y Cepyme han defendido abiertamente que la reducción de jornada no se puede hacer por ley, sino que debe acordarse en negociación colectiva entre representantes de empresarios y representantes de trabajadores.

Este viernes el Ejecutivo sacará a consulta pública el anteproyecto de ley, el primer paso para tramitar la norma en el seno del Gobierno, primero, y en el Congreso de los Diputados después. Pérez Rey ha explicado que el trámite en el Gobierno se hará "por la vía de urgencia".

Además, el secretario de Estado de Empleo ha recordado que desde el departamento dirigido por Díaz ya mantienen desde hace tiempo contactos con los distintos grupos parlamentarios para construir la mayoría necesaria con el objetivo de aprobar el proyecto.

Se abre una negociación técnica

Tras dar por clausurada la mesa de diálogo, ahora se abre un proceso de negociación técnica entre Trabajo y los sindicatos para cerrar los últimos flecos de la norma. Pérez Rey ha hablado abiertamente de "acuerdo inminente" y ha apuntado a los "próximos días", aunque los sindicatos han preferido trasladar que lo que existe es "una visión compartida" entre ambos negociadores.

La norma constará de los tres elementos fundamentales sobre los que ha pivotado la negociación en los últimos meses: la reducción de la jornada laboral, sin reducción salarial, a 37,5 horas en 2025; la puesta en marcha de un registro horario digital e interoperable de manera directa por la Inspección de Trabajo; y la regulación del denominado derecho a la desconexión digital.

Entre los flecos que quedan por cerrar entre Trabajo, CCOO y UGT en la negociación técnica, uno de los que centrará mayor atención es el relativo a la dureza de las sanciones contra las empresas que incumplan de manera reiterada el registro horario de los trabajadores.

Sigue en el aire que se mantenga el plan de acompañamiento a las empresas que los de Díaz ofrecieron a las patronales, con ayudas directas y con bonificaciones a las nuevas contrataciones. Desde los sindicatos ya han advertido que su intención no es la de defender este plan, y Trabajo ha defendido que "hay aspectos de la propuesta que sólo tenían sentido si la patronal estaba dentro del acuerdo".

Sin embargo, grupos parlamentarios como el PNV, cuyos votos serán seguramente necesarios para sacar adelante la norma en el Congreso, han valorado de manera positiva la existencia de este plan de acompañamiento con ayudas a las denominadas microempresas (corporaciones con menos de cinco trabajadores en plantilla).