El PSOE ha salvado los muebles en Extremadura, su fortín, su plaza más fiel, que podrá seguir gobernada por la izquierda si alcanza un pacto, mucho más que probable, con IU. Es quizás la única buena noticia para el Partido Socialista, que pierde pero no pasará a la oposición, según los datos con el 98% escrutado. El PP, liderado por José Antonio Monago (Quintana de la Serena, Badajoz, 1966), protagoniza un vuelco inédito en el tradicional granero socialista, donde la hegemonía del PSOE hasta ahora había sido incluso más clara que en Andalucía. Pero los conservadores no consiguen la mayoría absoluta necesaria para gobernar. Les faltó la guinda de la tarta. Seguirá en la oposición.

Guillermo Fernández Vara (Olivenza, Badajoz, 1958) continuará previsiblemente al frente del Gobierno regional, al que llegó en 2007 en sustitución del histórico Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Dado el brutal descalabro socialista en toda España, Vara se perfila ahora como el único barón regional del partido, a falta de saber si José Antonio Griñán consigue conservar el Gobierno andaluz el año que viene, cosa nada sencilla.

Los conservadores pasan de 27 a 32 parlamentarios en la Asamblea extremeña, cuando la mayoría absoluta está en 33. Le ha faltado uno, sólo uno, y durante buena parte del escrutinio creyó tenerlo. Pero finalmente se cayó, aguando la fiesta de los conservadores, que preparaban ya el champán en un lugar donde no esperaban descorcharlo. Todo fue cuestión de un puñado de votos. Pocas elecciones como la de ayer en Extremadura demuestran que cada papeleta cuenta.

Los socialistas no tienen excesivos motivos para estar satisfechos con la jornada. La crisis y el paro le han pasado factura en la región. Sólo el tirón electoral de Vara ha evitado el descalabro. No obstante, caen de 38 a 30 parlamentarios.

IU, que salió de la Asamblea en 2007, vuelve ahora a entrar con Pedro Escobar al frente y suma tres representantes, que serán claves. Izquierda Unida, que en 2007 parecía defenestrada, es ahora la llave para formar gobierno y orientar la política regional. Durante la campaña Pedro Escobar ha sido ambiguo a la hora de hablar de pactos, pero todo apunta a un acuerdo que deje al PP en el banquillo. El rechazo al proyecto del oleoducto del Grupo Gallardo ha estado en el centro del discurso de IU.

El PP ha conseguido unos resultados excelentes, a los que sólo ha faltado el corolario de la mayoría absoluta. Los conservadores no sólo son los más votados en las autonómicas, sino que gobernarán en las dos capitales de provincia, Cáceres y Badajoz, y en la capital autonómica, Mérida. También en Plasencia, Almendralejo, Don Benito, Zafra... Son además la fuerza más votada en las municipales. Otro hito histórico para el PP, aunque el PSOE gana en concejales.

UPyD es la cuarta fuerza más votada, seguida de Ecolo e Independientes por Extremadura, que no entrarán en la Asamblea.

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