La Rubia lo supo desde el principio. «Esto no se acabará hasta que uno de los dos mate al otro. José Antonio o Fausti… Solo puede quedar uno». El personaje que interpreta Teresa Riott pone negro sobre blanco con esta sentencia que se convierte en el leitmotiv de esta segunda temporada de El Inmortal, que vuelve a Movistar Plus+ este jueves 22 de febrero con un doble episodio. Los seguidores de la serie llevaban tiempo aguardando el regreso de Los Miami, pero después del éxito de la primera temporada, el reto para el equipo era equivalente a un triple salto mortal. «Cuando José Manuel Lorenzo nos llamó para encargarnos la segunda temporada lo primero que surgió sobre la mesa fue la petición de ir un paso más allá, ¿y qué narices significa eso?», relata David Ulloa, que dirige los capítulos junto a Rafa Montesinos. La serie había conseguido colocarse entre las tres más vistas de 2022 en la plataforma a menos de un mes de su estreno. «De alguna manera nos sentíamos como ese José Antonio intentado no morir de éxito. Lo fácil es llegar, lo difícil es mantenerse…», añade.
Tenían a la banda, la familia, el Madrid de los 90 y un gran enemigo, pero no querían quedarse ahí. «Empezamos a entender la [segunda] temporada como la historia de un tipo que no sabe leer las señales que la vida le va mandando. ¿Cuántas señales necesita José para dejar esta vida? ¿Sabría vivir José de otra manera?», se planteó Montesinos. A partir de ahí, se abría un camino en el que los protagonistas tendrán que hacerse cargo de las consecuencias que acarrea una vida sin límites. «A la mayoría de los personajes se le nota el paso del tiempo y el dolor», ha advertido Álex García, que retoma esta historia para ponerse en el papel de José Antonio Ortiz, el jefe de una banda de narcotraficantes inspirado en Juan Carlos Peña Enano, el verdadero fundador y líder de la organización ya extinta. «Todo el mundo lo traiciona y eso no podía quedarse así», explica. «Desde el principio, esta historia estuvo inspirada en personas existentes, hablamos cientos de horas con ellos y aunque hemos cambiado nombres o localizaciones, casi todo lo que pasa es real y lo que no ocurrió, pudo haber ocurrido. Estos nuevos episodios funcionan igual. José Antonio ha sufrido un golpe profundo y ahí la fiesta juvenil pierde sentido. El personaje alcanza una madurez oscura donde las traiciones, las ejecuciones y la necesidad de no perderlo todo se hacen acuciantes», agrega el creador, José Manuel Lorenzo.
El que fuera productor de películas como Sólo quiero caminar de Agustín Díaz Yanes define este cóctel como un buen Dry Martini al que no le falta ni su aceituna. «La segunda entrega de El Inmortal es más grande, más intensa, más vertiginosa y más arriesgada que la primera temporada. Desde el principio supimos que, para conseguirlo, los guiones tendrían que ser más trepidantes, la dirección tenía que ser diferente y arriesgada. La fotografía y los encuadres también», desarrolla. Porque, por supuesto, mientras la fidelidad vuelve a ponerse a prueba, el espectador se encuentra de cara con palizas, muertes y asaltos como corresponde a la trama a la que esta serie nos tiene acostumbrados. Sin embargo, hay alguien que no tiene tan fácil montarse en esta montaña rusa y es el propio protagonista: «José Antonio tiene una pierna ortopédica y cuando rodábamos, me decían: ‘¡Más rápido, Álex!’, pero mi personaje no puede ir al mismo ritmo frenético que el resto de los compañeros. Eso ya me ponía en un lugar que me hacía pensar cómo debía sentirse en esa situación un tío que no gestiona bien la vulnerabilidad», revela García.
No hay dos sin tres
Este rodaje exigente hizo que el propio actor llegara a la extenuación en algunos momentos. «Cuando empezamos la primera temporada me dijo: ‘Es la última que hago’ y sin embargo, aquí está al pie del cañón. Sin él nunca habríamos llegado a donde estamos todos», le alaba Lorenzo. Antes de que se estrene esta segunda parte, el creador ya tiene claro que la aventura de García no se ha terminado. «Hemos estado trabajando ideas nuevas y al acabar la grabación todo el elenco nos dijo que podíamos contar con ellos, así que habrá tercera temporada, ya veremos dónde. No lo sé», avanzó en la presentación ante los medios.
Las audiencias tendrán la última palabra sobre su renovación en Movistar Plus+, pero si hay algo que El Inmortal ha demostrado es que engancha. En los primeros días tras su debut, seis de cada diez espectadores que comenzaron a verla la habían completado. «Hay muchas series de narcos, claramente es un tema que interesa, pero es que esto es mucho más. El mundo de la droga no deja de ser una excusa comercial para hablar de cómo era la capital de este país en la década de los noventa, cómo era la cultura, cómo se relacionaban las familias… Hay un montón de cosas que nos van a sonar, a pesar de que hayan pasado 30 años, porque muchas de ellas están todavía muy presentes», destaca Jon Kortajarena.
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El modelo y actor llega a la promoción de la segunda temporada con la tarea de descubrirnos a un Caballero que pide paso a la primera fila del espectáculo, allí donde salpica la sangre. «Hasta ahora Caballero había estado de espectador. Estos tíos eran sus compañeros de fiestas y llevaba un trapicheo suave, casi como un relaciones públicas. Ahora, de repente, se queda sin nada, entra más en la banda y empieza a ver a esta gente como los asesinos que son», anticipa. Su interpretación ya le trajo algún dolor de cabeza en los platós cuando todo comenzó. «Este personaje siempre estuvo inspirado en gente que he conocido en la moda durante estos años que, por algunas cualidades, me llamó mucho la atención. Saber qué movía a determinados personajes de esta industria me servían mucho para ponerlo en Caballero, pero nunca dije que fuese un presentador en concreto», cuenta en relación con la polémica que surgió después de su visita a La Resistencia. «Hubo un incidente, pero yo en ningún momento dije el nombre de la persona que se dio por aludida ni di iniciales. Fue una edición que hicieron con un pitido en el que parecía que lo había soltado, pero jamás haría eso y menos después de haber hablado de ciertos hábitos que he utilizado para dar forma a mi trabajo con este personaje. Son cosas que hacen los programas para tener un poco de bombo, pero soy súper respetuoso y sé lo que no he dicho», ha querido aclarar.
Las mujeres que mueven la coca
Su papel no es el único que experimenta un giro importante entre los más cercanos a José Antonio. Una de las primeras cosas que llamaran la atención de los incondicionales de la serie es que el personaje de Teresa Riott se reencuentra con el público de morena y, aunque parezca mentira, ese será la menor de las sorpresas. En la primera temporada conocimos a una Elena llena de ambición y con ganas de comerse el mundo. La Rubia llegó a Madrid con aires de femme fatale y no dejó duda de que, además de ser una adicta a todo lo caro, es una tipa lista que entra en la banda por méritos propios. Como ella, Riott también buscaba una oportunidad y la encontró en esta serie: «Era un riesgo darme el personaje de La Rubia viniendo de donde vengo [Valeria, La que se avecina]. Era difícil que me llegara algo así y estoy muy agradecida», dijo en el South International Series Festival y ha doblado la apuesta.
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Hasta Griselda, lo habitual en las series de narcos es que los papeles femeninos ocupasen un lugar secundario en la trama, pero el de Riott se desenvuelve con una audacia implacable y ha sabido escalar posiciones en un mundo eminentemente masculino. Ahora que el universo que ha construido José Antonio se desmorona poco a poco, tanto en los negocios como en su familia, han llegado otras mujeres para acompañarla en la cima, como Paulina. El personaje que interpreta Irene Esser viene desde Veracruz (México) para abrirse camino. «Ella es, en cierto modo, como una serpiente, que va moviéndose sigilosa para sortear las dificultades. En ese sentido, se podría establecer una analogía entre su situación y la de muchos migrantes que llegan a Madrid para sobrevivir», plantea la actriz venezolana.
Junto a ellas crecen otras viejas conocidas como Isabel, la mujer de José Antonio, que cada vez tiene más relevancia en la toma de decisiones. El personaje al que da vida María Hervás no está dispuesta a ser una figura ornamental. Incluso la madre del líder de la banda influye poderosamente en sus resoluciones. En este contexto, Riott ha fantaseado con la posibilidad -improbable, pero no imposible- de una tercera temporada en la que ellas sean las auténticas reinas de la cocaína. «Hemos vivido dos temporadas de poder masculino, empieza a visibilizarse el poder de la mujer y sería un gran momento para verlo», propone. Lo único seguro es que en esta entrega habrá adrenalina. Los Miami ya están aquí para cumplir su promesa: «Quemaremos Madrid».