La actriz Anabel Alonso, en el Festival de Teatro Clásico de Mérida. / Jero Morales (EFE)

La actriz Anabel Alonso no tiene pelos en la lengua. Cuando expresa su opinión en las redes sociales, muchas personas la llaman valiente, algo que la sorprende.

"¿Ser valiente por opinar? A dónde hemos llegado… ¿Por qué no puedes dar tu opinión en libertad y con respeto?", se ha preguntado la intérprete durante una entrevista con El Cultural.

Sin embargo, critica que la "impunidad del anonimato" permita a muchos usuarios de las redes sociales "difamar, mentir e insultar", sin que pase "nada". 

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Anabel Alonso, quien encarna a Tiresias en la obra homónima que se representa estos días en el Festival de Teatro Clásico Mérida, deja claro que ella puede tirar de ironía o retranca, pero que no cae "en las descalificaciones ni en las aberraciones" que pueden leerse en internet.

"Es curioso porque, cuando yo doy mi opinión, me llaman sectaria", se lamenta la actriz, quien reconoce que ella no se amilana ante las críticas, pero que otros prefieren callarse por temor a ser lapidados.

No obstante, considera que el teatro debe entretener, pero también "hacer pensar o remover conciencias". 

"Y por eso, lo primero que se quieren cargar es la cultura. ¿Por qué será? ¿Por qué será que lo primero que quieren mutilar son los libros, el teatro o las películas? Por eso mismo, porque plantean cuestiones humanas y sociales, y abren las mentes", reflexiona Anabel Alonso.

"Yo no sé, por ejemplo, por qué los deportistas tampoco pueden opinar. Todos somos personas", concluye la actriz, cuya entrevista completa puedes leer aquí.

En otros países, según ella, la situación es distinta: "Pues anda que en Estados Unidos no se significan todos y son estrellas mundiales por un bando o por otro, republicanos o demócratas, y qué pasa… Pues no pasa nada. Porque es evidente que siempre vas a ser partidario de alguien, ¿no?".

Y tiene claro quién es el enemigo: "Sobre todo, cuando enfrente hay una extrema derecha, una intolerancia, y se quiere volver atrás en los derechos conseguidos, a mí me parece que hay que alzar la voz".