Birmania se enfrenta al riesgo de brotes de cólera a causa de los más de 3.000 muertos tras el terremoto

Birmania (Myanmar) se enfrenta a un alto riesgo de brotes de cólera, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras el terremoto que el pasado viernes sacudió el centro y el norte del país, con más de 3.000 fallecidos y miles de personas sin hogar.

La jefa adjunta de la OMS en Birmania, Elene Vuolo, ha alertado de que existe "un riesgo muy alto de brotes de cólera" por el daño en el sistema de saneamiento y la falta de acceso a agua potable. Vuolo, además, ha indicado que la subida de temperaturas este mes –de hasta 40 y 42 grados– y la poca lluvia pueden empeorar la situación.

La OMS ya tuvo que intervenir el pasado octubre por un brote de cólera, una enfermedad bacteriana que se manifiesta por diarreas y deshidratación, en Mandalay, una de las ciudades más afectadas por el terremoto. Allí, alrededor de 9.000 personas sin hogar se han asentado en albergues improvisados o refugios temporales establecidos por organizaciones humanitarias, según han explicado fuentes sobre el terreno.

A la situación que afecta a alrededor de 1,5 millones de personas se añaden las de otros lugares menos accesibles, como la región de Sagaing. Allí tuvo lugar el epicentro del terremoto, quedando destruida en un "70%", según la Cruz Roja.

La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU ha estimado este jueves que el terremoto ha afectado a más de 17 millones de personas en 57 de los 330 municipios del país, que ronda los 54 millones de habitantes. La junta militar birmana, que detenta el poder desde el golpe de Estado de 2021, ha elevado a 3.085 los muertos, 4.715 los heridos y 341 los desaparecidos, mientras continúa la búsqueda de supervivientes.

El jefe de la junta, Min Aung Hlaing, asiste desde este jueves a un foro regional en Bangkok, uno de los escasos viajes al extranjero del líder golpista.

El general, contra quien pende una petición de arresto de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI), participará en un foro con líderes del sur y el sureste de Asia, y ha sido recibido este jueves por la primera ministra tailandesa, Paetongtarn Shinawatra.

Min Aung Hlaing estará presente este viernes en el foro de cooperación económica y técnica (BIMSTEC), con el primer ministro indio, Narendra Modi, y el jefe del Gobierno interino de Bangladés, Muhammad Yunus, entre otros.

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Se espera que el general busque más apoyos a las tareas de ayuda en Bangkok, donde una veintena de personas han fallecido y decenas siguen atrapadas bajo los escombros de un rascacielos por el impacto del sismo en la ciudad, a unos 1.000 kilómetros del epicentro.

Escasez en Birmania

A la tragedia de los fallecidos y enterrados bajo escombros se suma la precariedad de los supervivientes y heridos de las zonas afectadas. Las organizaciones consultadas advierten de "una grave escasez de suministros médicos", e insisten a las fuerzas armadas, acusadas por la ONU y la oposición de utilizar la ayuda como arma de guerra, en que garanticen la entrada y el traslado de suministros.

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Vuolo, por su parte, ha destacado la necesidad de que Birmania permita la entrada de más equipos sanitarios de emergencia, aunque ya han entrado en el país algunos de China, Rusia, Japón y la India.

Min Aung Hlaing declaró el pasado miércoles un alto el fuego de tres semanas en el conflicto civil en el país, después de haber rechazado una tregua de una poderosa alianza rebelde, y tras denunciar la oposición que se han mantenido los bombardeos militares desde el seísmo.

La junta militar, por otro lado, ha anunciado este jueves que reanudará los vuelos domésticos comerciales en los aeropuertos de Mandalay y Naipyidó, que fueron cerrados tras el terremoto por los daños sufridos.