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Brexit Johnson presentará sus ideas alternativas para desbloquear el brexit ante una UE escéptica

El primer ministro británico se reunirá con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, el domingo por la mañana en los márgenes del G7. La UE espera que el líder británico presente más detalles sobre sus planes para evitar una frontera dura en Irlanda.

El primer ministro británico, Boris Johnson, tras su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, en París. REUTERS/Gonzalo Fuentes

La pelota está en el tejado del número 10 de Downing Street. La UE espera que el primer ministro británico, Boris Johnson, explique este domingo a Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, cuáles son sus medidas “alternativas” al backstop para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas.

Boris Johnson ha dejado claro desde que se puso al frente del Gobierno hace un mes que no quiere oír ni hablar del backstop, la cláusula de salvaguarda que dejaría a Irlanda del Norte en la unión aduanera con la UE de manera provisional para evitar fricciones en una zona que vivió un conflicto en los años 90. Quiere que todo el Reino Unido rompa con la UE el 31 de octubre. Pero, a la vez, quiere evitar controles físicos en la frontera. Un equilibrio que se antoja complicado.

La UE se muestra desconfiada de que una nueva idea pueda desbloquear en el último momento más de dos años negociaciones. En respuesta a una carta enviada por Johnson el pasado lunes en la que explicaba su voluntad de negociar “soluciones alternativas”, Tusk le acusó no plantear opciones “realistas” y de querer una frontera dura en Irlanda, “aunque no lo admita”.

Según fuentes europeas, sin embargo, Tusk acudirá en “modo escucha” a su reunión con Johnson el domingo por la mañana en Biarritz (Francia) en los márgenes del G7. El encuentro cerrará la gira europea que el británico ha emprendido esta semana, en la que se ha reunido con los líderes de Alemania y Francia para presentarles su plan de medidas alternativas a la cláusula de salvaguarda, pero no han trascendido detalles de manera oficial sobre cuáles serían estas medidas.

La UE se muestra reacia a cualquier modificación en el acuerdo que firmó con Theresa May, pero tampoco quiere un brexit sin acuerdo. Un no deal podría tener consecuencias impredecibles para ambas partes. Sin ir más lejos, no habría período de transición: el 1 noviembre ninguno de los 3,2 millones de europeos que viven en el Reino Unido tendría seguridad sobre su situación de residencia, y posiblemente se formarían colas kilométricas de coches y camiones en las fronteras.

¿Cuáles son las ideas originales de Johnson para desencallar el acuerdo del brexit?

Tanto la alemana Merkel como el francés Macron se han mostrado escépticos ante la posibilidad de que una idea genial venga a sustituir el resultado de más de dos años de complicadas negaciones, y que esta idea pueda ponerse en práctica el 31 de octubre. Pero han preferido pasar a Johnson la patata caliente, que tiene poco más de un mes para ofrecer una alternativa realista.

Macron advirtió que cualquier solución alternativa debe asegurar la integridad del mercado único

Se espera que las ideas originales de Johnson estén muy inspiradas en un informe presentado por una comisión especial del parlamento británico el pasado julio. La solución de Johnson sería sustituir los controles físicos por un registro online para importadores y exportadores, completado por mayores controles aleatorios en las inmediaciones de la frontera, pero no en la frontera misma.

Johnson lo dejó entrever en su encuentro con Macron el pasado miércoles: “Bajo ninguna circunstancia el Gobierno del Reino Unido impondrá checks o controles de ningún tipo en esa frontera. Creemos que hay maneras de proteger la integridad del mercado único y de permitir al Reino Unido salir de la UE de manera completa”.

Aunque la solución tecnológica no parece calar como una alternativa plausible para los líderes europeos, Macron respondió a Johnson que harían acopio de buena voluntad y que los equipos negociadores de la UE trabajarían con los del Reino Unido. “Como la canciller Merkel, confío en el hecho de que nuestra inteligencia colectiva y nuestra voluntad de construir debe permitirnos encontrar algo inteligente en los próximos 30 días si hay una buena voluntad en las dos partes. Eso es lo que quiero creer”.

Pero de querer creer a la realidad hay un buen trecho. Macron advirtió que cualquier solución alternativa debe asegurar la integridad del mercado único. Es decir, que haya controles efectivos a los productos que entran en la UE desde el Reino Unido o cualquier otro país.

Dos meses para introducir soluciones poco realistas

Expertos consultados por Público se muestran poco confiados en que las “medidas alternativas” sean la solución al rompecabezas. “Las probabilidades de encontrar una solución al problema irlandés más allá del backstop son de casi cero”, opina Guntram Wolff, director del think tank Bruegel.

Para Wolff, aunque la tecnología puede formar parte de la solución, dos meses no son suficientes para preparar los sistemas que se necesitan. Es más, aunque todos los importadores se registren, explica que los controles en la frontera seguirían siendo necesarios, con lo que no se solucionaría el problema.

“Puede haber acuerdos provisionales durante algunos meses, pero no solucionan el problema fundamental”

Uno de los puntos más críticos para el control de las fronteras es el transporte de productos de origen animal y de animales vivos. Las normas de las UE son muy estrictas: todos los animales tienen que pasar por un control veterinario en frontera. La comisión parlamentaria británica respondería a esto con unidades móviles que se desplazarían a la frontera, pero Wolff no lo ve como una solución: “En Irlanda, si empiezas a controlar cada vaca y cada oveja que cruza la frontera, de facto tienes un control muy significativo. El proceso de paz se podría ver afectado muy rápidamente”.

Las grandes empresas tampoco ven la tecnología como la solución al problema ni creen que sea posible que el Reino Unido llegue a una solución funcional en el próximo mes, según fuentes de Bruselas. La mayor preocupación de los directivos es precisamente la incertidumbre que sigue en el aire a poco más de dos meses del brexit.

En la misma línea se muestra Sam Lowe, investigador sénior del Centre for European Reform, un think tank de Londres. “No es imposible que un día nuevos procesos y tecnologías reemplacen la integración de las normas”, explica en un artículo. “Pero ese día aún está por venir”. Irlanda del Norte no debería ser el sitio donde hacer experimentos de este tipo, dado el conflicto que vivió en los años 90, defiende.

Además, para que la solución tecnológica funcione, las personas que viven cerca de la frontera entre las dos Irlandas deben colaborar: que no haya muchos que se salten las nuevas reglas de aduanas. Dado que la mayor parte de los norirlandeses que viven cerca de la frontera son partidarios a una unión con la república de Irlanda, Lowe argumenta que sería aún más complicada la solución de un registro online.

¿Vamos hacia otra solución provisional?

Si poner en práctica una solución tecnológica en dos meses parece una idea complicada, ¿qué puede pasar el 31 de octubre? Para Wolff, es posible que los líderes acuerden un régimen transitorio para la frontera en Dóver (el túnel que une Francia y Reino Unido). “Puede haber acuerdos provisionales durante algunos meses, pero no solucionan el problema fundamental”.

Aunque los líderes han declarado que se pondrán a trabajar desde ya para llegar a un acuerdo, los expertos que ya han visto cómo la fecha se retrasaba en dos ocasiones, no creen que haya una solución definitiva al menos hasta el 18 de octubre: día de la última cumbre europea en la que el Reino Unido debería participar. Solo entonces sabremos de verdad si Londres acaba saliendo de la UE el día de halloween. Y si habrá trato o caos.

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