La Comisión Europea (CE) ha propuesto este martes dirigir 1.500 millones de euros para impulsar industria militar. También aspira a aumentar la producción mediante ventajas fiscales o compras conjuntas. Entre ellas, introduce la posibilidad de exenciones del IVA y un proyecto piloto de un mecanismo europeo de ventas militares.

Bruselas ha aprovechado la guerra de Rusia en Ucrania para poner el foco en la industria armamentística. El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, ha afirmado durante la presentación de la iniciativa que esta situación "ha devuelto una guerra de alta intensidad en Europa. Tras décadas de gasto insuficiente, debemos invertir más en defensa y hacerlo conjuntamente y mejor".

Dos nuevos protocolos buscan militarizar la Unión Europea: una Estrategia Industrial Europea de Defensa (EDIS) y un Programa Europeo Industrial de Defensa (EDIP). La estrategia es la primera centrada en la industria militar de la UE y pretende instaurar una visión propia a largo plazo, aunque defiende la cooperación con socios como la OTAN.

"No tenemos un Pentágono en Europa, no tenemos una institución con gran capacidad de compra, pero tenemos que cooperar y coordinar cómo reaccionan los Estados miembros", ha destacado Borrell en una rueda de prensa.

La vicepresidenta ejecutiva de la CE y titular de Competencia, Margrethe Vestager, ha afirmado que Europa será más autosuficiente en Defensa, pero deberá seguir "importando bastantes sistemas de armas y otras tecnologías del exterior".

La mitad del armamento, de propiedad europea para 2030

El objetivo para 2030 es que el 50% de las adquisiciones de los Veintisiete sean de equipos europeos y el 40% de las compras sean conjuntas. La intención es que en 2035 el 60% del armamento sea europeo.

"Independientemente de la dinámica electoral en Estados Unidos tenemos que responsabilizarnos más de nuestra seguridad", ha defendido Vestager.

La CE piensa que la industria europea tiene el potencial de producir al mismo nivel que la estadounidense, la gran beneficiada del auge del sector militar tras la invasión rusa con el 63% de los pedidos de países europeos.

Sin nuevos fondos para la iniciativa

La estrategia no cuenta con nueva dotación y Bruselas prevé solo los fondos previstos en la revisión del presupuesto comunitario para el Fondo Europeo de Defensa, con el que busca coordinar y aumentar la inversión de los Estados miembros en cuestiones de Defensa.

Bruselas no descarta recurrir a los bienes rusos congelados en la UE desde el estallido de la guerra, un escenario que ya ha defendido públicamente la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Borrell ha mostrado su apoyo a esta posibilidad. El alto representante ha declarado que si la UE ha decidido utilizar esos bienes para la reconstrucción de Ucrania "debe también poder utilizarlos para evitar su destrucción". Sin embargo,  ha reconocido que todavía queda pendiente la unanimidad de los 27 miembros.

Francia, Polonia y Estonia piden una financiación adecuada

Francia, Polonia y Estonia han reclamado en una carta conjunta a la Comisión Europea que la estrategia industrial de Defensa vaya acompañada de una "financiación adecuada", al entender que la falta de suficientes recursos ahora "significará mayores gastos más adelante".

"La parte más importante de la estrategia será su plan de aplicación, que debería elaborarse sin demora. Debe estar respaldado por una financiación adecuada, y para ello pedimos a la Comisión que presente opciones de financiación concretas, especialmente para el periodo previo al próximo presupuesto europeo", ha indicado la iniciativa de estos tres socios europeos.

Advierten que una financiación inadecuada "solo significará mayores gastos más adelante". La carta deja entrever las reticencias con el plan comunitario sobre la Defensa, una cuestión que es competencia de los Estados miembros y tradicionalmente motivo de recelo entre socios europeos.

Otro de los pilares del plan es el de incrementar el apoyo a Ucrania en la guerra contra Rusia, aumentando su colaboración con la industria europea, según han informado fuentes comunitarias. Para fomentar esta colaboración, la Comisión Europea tiene previsto abrir una oficina de innovación en Kiev.

Para fomentar las inversiones, el EDIP movilizará 1.500 millones de euros del presupuesto de la UE durante el periodo 2025-2027, y buscará ingresos adicionales para que las empresas, y en especial las pymes, se adelanten a los pedidos para iniciar la producción.

La propuesta prevé también que la Comisión Europea pueda declarar el estado de crisis en la UE si un país cree que existe una escasez de suministro de determinados productos, de tal manera que se puedan aplicar medidas para solventar la escasez.

La Comisión ha dejado claro que los fondos comunitarios no se van a utilizar para comprar armas sino para mejorar la base industrial y tecnológica de la UE, y que las propuestas van en línea con los tratados europeos sin inmiscuirse en las competencias de los Estados.