La defensa de Julian Assange pidió este martes al Tribunal Superior de Londres permiso para volver a recurrir su extradición a Estados Unidos, aprobada por el Reino Unido en 2022, sobre la base de que no tendrá allí un juicio justo. Mientras tanto, el fundador de WikiLeaks continúa en prisión preventiva en el centro de alta seguridad londinense de Belmarsh, donde su estado de salud no deja de empeorar.

Durante la sesión iniciada este martes, los jueces Victoria Sharp y Adam Johnson escucharon los argumentos de la defensa de Assange. Este miércoles le toca el turno a la Fiscalía británica, en representación de la Justicia estadounidense. De momento, sólo ha trascendido que la acusación ha rechazado el argumento de la defensa que ponía el foco en la motivación política de la extradición de Assange.

Además, "han argumentado que Assange no es periodista y que por tanto, no está protegido por la legislación que debería proteger esta profesión", ha declarado el periodista y cofundador de Desclassified UK, Matt Kennard, en el canal de Youtube de la campaña Free Assange que sigue en directo la audiencia. "Eso es ridículo, porque tenemos a un periodista que ha expuesto más malas prácticas por parte de Gobiernos que nadie en la historia del periodismo, por tanto es más periodista que nadie".

Después de esta sesión, el organismo judicial emitirá un dictamen, ya sea en el momento o en los próximos días.

Presunta motivación política

La situación actual solo puede tomar dos caminos: la Fiscalía británica puede aprobar o denegar la petición de Assange. En el primer caso, se iniciaría un nuevo juicio de apelación sobre aspectos del caso que la defensa no recurrió previamente en otro proceso en 2021. Si se rechazara la petición del periodista, en cambio, se iniciaría el proceso de deportación a EEUU y se le juzgaría por 18 delitos de espionaje e intrusión informática, penados con hasta 175 años de cárcel.

Su abogado, Edward Fitzgerald, enumeró los argumentos para justificar un nuevo recurso e invalidar la orden firmada en abril de 2022 por la entonces ministra del Interior Priti Patel. Expresó que la orden viola el Tratado de extradición de 2003 entre los dos países al ser los delitos imputados de carácter político, además de vulnerar sus derechos a un juicio justo y a la libertad de expresión, entre otros.

Fitzgerald, además, ha recordado el descubrimiento de una trama de la CIA para secuestrar o matar a su cliente cuando estaba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres (entre 2012 y 2019), lo que, según él, demuestra la motivación política del caso.

La mujer del acusado, Stella Assange, también quiso expresarse acerca de este tema. Sentenció que "el origen de esta persecución viene de cuando el líder de la CIA, Mike Pompeo, perdió el rumbo y entonces la instrumentalizó para perseguir a una organización mediática, tramar el asesinato de un periodista y encarcelar a un editor en Londres".

Según los documentos entregados al tribunal, la Justicia estadounidense solicita que se le impida recurrir y que se ejecute su entrega. La motivación de esta petición, según los tribunales estadounidenses, es que el acusado cometió delitos de tipo penal al difundir información secreta del Gobierno estadounidense en 2010 y 2011, lo que puso en peligro la vida de múltiples informantes. 

Un ataque a la libertad de prensa

Fitzgerald también explicó que se trata de "la primera vez en la historia de Estados Unidos que un editor es procesado por obtener o publicar (en lugar de filtrar) secretos de Estado", lo que, según él, tendrá graves consecuencias en la actividad periodística. La defensa también denunció que Washington podría no hacer justicia y no aplicar los criterios judiciales habituales en EEUU debido a que Assange es nacionalidad australiana.

La defensa teme además que las autoridades del país puedan agregar a posteriori cargos a su cliente, lo que vulneraría el principio de solo permitir la extradición por los delitos especificados en la orden internacional de arresto.

Temor por la salud de Assange

Assange es autista, sufre depresión y otras dolencias. Lleva casi 14 años confinado en el Reino Unido pese a no haber sido condenado por ningún delito y, durante su encierro en la legación diplomática, tuvo dos hijos con la abogada sueco-española Stella Assange, quien lidera la campaña por su puesta en libertad.

Desde su ingreso en prisión hace cuatro años, se conoce que su estado de salud ha ido empeorando exponencialmente, hasta el punto de no poder asistir a algunos de sus procesos judiciales. Su hermano, Gabriel Shipton, dijo a las puertas de la corte, entre una gran multitud que pedía su liberación, que su estado "es muy delicado".

Su mujer también insistió este martes en que la vida de su marido está en peligro si se acepta su extradición a EEUU. Además, pronunció dos en los que subrayó que contra su marido existe "una persecución por motivos políticos" y que "pase lo que pase en los próximos días, ya ha sido expuesto en los tribunales".

Ante los últimos movimientos de la Justicia por el caso Assange, miles de personas se han lanzado a las calles para pedir la libertad de Assange. En España, coincidiendo con otras movilizaciones similares convocadas en otras ciudades del mundo, unas 1000 personas se concentraron este martes en la Diagonal de Barcelona, donde se encuentra la sede del Consulado británico.