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Safia El Aaddam, activista: "Dejar de mentir en los libros de historia es el primer paso para reparar el racismo estructural en España"

L'escriptora i activista antiracista tarragonina Safia El Aaddam.
La escritora y activista antiracista tarragonina Safia El Aaddam. Cedida per Safia El Aaddam

Entrevistamos a Safia El Aaddam, escritora y activista antirracista. Tras su primera novela, Hija de inmigrantes, ahora publica España ¿racista?, donde denuncia el "racismo estructural" en el Estado español y el borrado étnico del pueblo amazigh.

Safia El Aaddam (Tarragona, 1995) es escritora y comunicadora y es conocida por su activismo antirracista en las redes sociales (@hijadeinmigrantes). A través de diversos proyectos sociales y campañas como Te cedo mi voto, en la que voluntarios abstencionistas introducen en la urna la papeleta elegida por una persona migrante o hija de migrantes que no puede votar, El Aaddam lucha contra el "racismo institucional" del Estado español

Tras su primera novela, Hija de inmigrantes (Nube de Tinta, 2022), ahora publica España ¿racista? (Ediciones B, 2024), un libro divulgativo que contextualiza el origen del racismo en España y explica sus consecuencias. También expone experiencias personales y visibiliza casos reales de migrantes que han sufrido discriminación, abuso y violencia policial e institucional.

Para ella, la primera forma de reparación sería "dejar de mentir en los libros de historia" y garantizar que las personas migrantes que llevan años viviendo en España, así como sus hijos nacidos en el territorio español, puedan obtener la nacionalidad y ejercer el derecho al voto.

¿Cómo ha sido el salto de la novela al ensayo? Más allá del texto divulgativo, ¿por qué es relevante incluir experiencias propias y casos concretos de abusos y discriminaciones de otras personas racializadas?

Me gusta mucho escribir ficción, pero los lectores pueden quedarse con la duda de si la historia que explico pasa de verdad o no. Hace tiempo que trabajo en proyectos y campañas sociales, con testimonios de racismo institucional y estructural, y pensé en explicarlo en un formato de ensayo. A parte de las experiencias personales, me parecía
importante escribir en un libro físico voces y datos que normalmente no llegan a la ciudadanía.

En la primera parte del libro exploras el origen del racismo en España, el contexto de al-Ándalus y las diferencias entre los árabes y el pueblo amazigh. ¿Qué importancia tiene esta contextualización histórica antes de abordar la realidad actual?

Defiendo la visibilización de los pueblos y lucho contra el borrado étnico y el olvido de los pueblos indígenas. Esto ha pasado con los amazighs, su lengua y cultura, a causa de la arabización del norte de África. Fuimos los primeros que tuvimos contacto con la península ibérica y la gente de a pie no lo sabe. 

¿En qué momento "moro" empezó a tener una connotación despectiva, en lugar de referirse a las personas originarias del norte de África? ¿Cómo reapropiarse el término?

En el libro explico cómo las compañeras activistas estamos haciendo un uso diferente de la palabra "moro", que se empezó a utilizar de manera despectiva tras la "reconquista", que realmente no lo es. El término "reconquista" es una construcción ideológica racista, no había ninguna España que recuperar y se utiliza para justificar la colonización de tierras musulmanas. "Moro" ha llegado a ser un término muy ofensivo para la comunidad norteafricana, pero yo, por ejemplo, ahora le doy otro sentido. Cuando lo escucho, después de muchos años, ya no siento el corazón acelerado y lo relaciono con aspectos positivos.

¿Qué se espera de los migrantes para ser tolerados en España?

"Solo aceptamos a las personas migrantes cuando son héroes o impulsan la economía"

Ser héroes, subir un balcón y salvar a un niño, trabajar gratuitamente... Esto es consecuencia del discurso de algunas fuerzas progresistas que dicen que no son racistas, pero que solo piensan en las bondades de la inmigración porque impulsan la economía y pagan las pensiones. Este argumento deshumaniza a las personas migrantes y hace que solo sean aceptadas porque darán algo a cambio. Con la DANA, por ejemplo, no solo hemos visto noticias falsas en las redes sociales, sino que se ha exigido a los migrantes y se ha preguntado por qué no trabajan sin cobrar.

Al final del libro concluyes que, efectivamente, España es racista. Sin embargo, en casos como el de Lamine Yamal, cuando marcó el gol que llevó a la selección a ganar la Eurocopa, la atención se centró más en su éxito que en el color de su piel. ¿Cómo responderías al argumento de que España es, en realidad, más clasista que racista?

Es mentira. No se ignora su color de piel. Hace no mucho, en un partido en el Bernabéu (estadio del Real Madrid) le dijeron de todo: "moro", "mono", "mena". Lamine Yamal era muy bueno cuando llevó la victoria de la Eurocopa a los españoles, pero cuando pierden los madridistas, por ejemplo, estos reproducen insultos racistas contra él. El clasismo existe, pero no podemos decir que no hay racismo porque es muy evidente cuando el resultado no es el que interesa.

¿Cómo es vivir el día a día con la preocupación constante de cometer un error, con el miedo a la policía y la desconfianza hacia las instituciones que deberían garantizar el bienestar y la protección de toda la ciudadanía?

Muy mal. Estás constantemente alerta, esperando que pase algo negativo. El racismo es estructural e institucional y, por tanto, lo puedes encontrar en todos los ámbitos de tu vida. Muchas personas racializadas no pueden caminar tranquilas por la calle, con la certeza de que la policía no las detendrá. 

Escribes: "Esta aversión (hacia las personas moras y musulmanas) está arraigada en la identidad española y ha sido alimentada por un pasado colonial que el Estado español no ha abordado ni reparado". ¿Cómo podría empezar a repararlo?

El primer paso para reparar el racismo estructural es dejar de mentir en los libros de historia y fijarnos en cómo llamamos las cosas. No hablar de invasión, que tiene una connotación muy negativa. Por otro lado, destacar el hecho de que los descendientes de los sefardíes que fueron expulsados en 1492 sí que pueden optar a la nacionalidad española, pero los descendientes de los moros no. El racismo hacia nuestra comunidad es muy evidente.

Según la legislación, un niño nacido en España adquiere la misma condición jurídica que sus progenitores. Esto significa que, si estos son titulares de un NIE (Número de Identidad de Extranjero), el menor obtiene automáticamente el mismo documento. ¿Cuáles son las consecuencias de no disponer de la nacionalidad española?

"Un niño nacido en España hereda el estatus migratorio de sus padres; si están en situación irregular, él también"

Es una realidad que casi nadie conoce. Y cuando se habla de ello, la gente piensa que son casos aislados, no que hay miles y miles de hijos de migrantes sin la nacionalidad española, cuando es su derecho. Desafortunadamente, la ley actual otorga la nacionalidad por sangre, no por haber nacido en el territorio español. Heredas el estatus migratorio de tus padres, así que si ellos están en situación irregular, tú también. No tendrás permiso de residencia y te pueden expulsar.

Por otro lado, si tienes un NIE, debes cumplir con todas las obligaciones y pagar impuestos, pero no dispones de todos los derechos a pesar de haber residido en España durante muchos años. No puedes votar, ni presentarte a oposiciones, ni optar a ciertas becas o viajar libremente a determinados países sin un visado. Yo me he encontrado con todo esto; obtuve la nacionalidad no hace mucho tiempo.

¿Qué cambiaría si todas estas personas migrantes pudieran votar, en un contexto de auge de la extrema derecha?

Que podrían ejercer un derecho universal. No sé si los resultados políticos cambiarían, pero también reivindicamos el derecho a la individualidad de las personas migrantes. Evidentemente, un partido que va en contra de nuestra vida no será una buena opción, pero... como mínimo deberían tener el derecho a votar. 

El movimiento antirracista trabaja para transformar unas leyes que perpetúan trámites burocráticos interminables, impiden el derecho al voto y dificultan el acceso a la sanidad pública, entre otras barreras. ¿Por dónde empezar? ¿Qué papel tienen las fuerzas de izquierda?

"El Gobierno más progresista de la historia no ha sido capaz de regularizar a las personas migrantes"

Las instituciones y los espacios gubernamentales quieren vender que el racismo es algo social, pero es al contrario: es estructural, sistémico y es lo que alimenta el racismo en la sociedad. Si dejas a una serie de personas en situación de exclusión y vulnerabilidad, los partidos de extrema derecha se aprovechan. Es muy importante concienciar a la sociedad porque, como hemos visto, tenemos poder para presionar y cambiar las cosas. 

Las izquierdas tienen un papel light o pasivo que hace que los discursos de la extrema derecha triunfen en las redes sociales. El Gobierno estatal, autodenominado "el más progresista de la historia", no ha sido capaz de regularizar a las personas migrantes, dejándolas abandonadas en una situación de precariedad. Esta realidad es explotada por los partidos racistas, que aprovechan la vulnerabilidad de los jóvenes que, al cumplir los 18 años, se encuentran en la calle, sin apoyo familiar ni permiso de trabajo. En los sectores progresistas no hay un antirracismo político real, las izquierdas no tienen un compromiso con las personas migrantes.

A menudo hablan de integración. ¿Qué significa exactamente integrarse?

"Ahora mismo, integrarse significa dejar tu lengua y cultura para reproducir lo que hace la población dominante"

Ahora mismo, integrarse significa dejar tu lengua y cultura para reproducir lo que hace la población dominante. Esto es lo que quieren todos los partidos, desde la extrema derecha hasta la izquierda. Sin embargo, integrarse y formar parte de la sociedad significa tener un permiso de trabajo, trabajar, poder votar u ocupar espacios de poder. Tener a una sola persona en una formación política es una cuota. La religión que practiques o la manera de vestir debe ser una elección libre; no debemos ser todos iguales.

¿Cuál es la posición de las personas blancas en esta lucha?

Deben formar parte de ella, pero no encabezarla. Es necesario aliarse para apoyar y denunciar activamente las agresiones y el racismo sistémico. Deben reconocer sus actitudes racistas, aunque sean inconscientes, y trabajar diariamente para deshacerse de ellas. Iniciativas como "Te cedo mi voto" permiten que las personas blancas utilicen su privilegio para reparar la desigualdad estructural. Se trata de emplear tu tiempo y recursos para garantizar los derechos de las personas migrantes. Es una lucha de todos.

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