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¿Por qué Trump quiere Groenlandia? Así es la batalla por el Ártico y el nuevo orden mundial

Madrid--Actualizado a
El deshielo del Ártico no solo es una crisis ambiental, sino también una oportunidad geopolítica. Groenlandia, la isla más grande del mundo, se ha convertido en el centro de una disputa global por sus recursos minerales, rutas comerciales y valor estratégico.
Donald Trump ha expresado su deseo de comprarla, pero ¿es legal? ¿Qué intereses hay detrás de esta ambición? En este vídeo analizamos la batalla por el Ártico y sus implicaciones para el nuevo orden mundial.
1. El interés de Trump y Estados Unidos en Groenlandia
Donald Trump no es el primer presidente estadounidense en querer adquirir Groenlandia. En 1867 y 1946, Estados Unidos ya lo intentó sin éxito. Sin embargo, la crisis climática ha renovado su interés. Razones clave:
Recursos naturales: acceso a tierras raras, uranio, hierro y petróleo, esenciales para tecnología y energía.
Seguridad económica: controlar estos recursos reduciría la dependencia de China y Rusia.
Presencia militar: la base de Pituffik ya muestra su importancia estratégica.
Trump incluso ha insinuado el uso de la fuerza, pero ¿es viable legalmente?
2. El deshielo del Ártico y los recursos estratégicos
El calentamiento global está transformando Groenlandia:
Tierras raras: minerales clave para smartphones, coches eléctricos y tecnología militar.
Nuevas rutas comerciales: el deshielo abre pasos navegables que acortan trayectos entre continentes, ahorrando millones en logística.
La ironía es que la Administración Trump, que niega la crisis climática, busca beneficiarse de sus consecuencias.
3. La guerra geopolítica por el Ártico
No solo Estados Unidos quiere fortalecer su influencia en el Ártico:
Rusia expande su influencia militar y económica en la región.
China busca alianzas con Rusia para acceder a recursos y rutas.
El Ártico es el nuevo tablero de ajedrez donde las superpotencias compiten por dominar el futuro.
4. Groenlandia y Dinamarca: ¿independencia o anexión?
Groenlandia es autónoma, pero depende de Dinamarca. Su población rechaza tanto la anexión a Estados Unidos como la dependencia danesa.
Dinamarca ahora busca reforzar su relación con Groenlandia, tras años de desatención.
Derecho internacional: comprar un territorio sin consentimiento viola tratados. La ONU reconoce el derecho a la autodeterminación groenlandesa.
5. Conclusión: ¿hacia un nuevo conflicto global?
Groenlandia podría ser el epicentro de una nueva guerra entre superpotencias. Mientras el deshielo avanza, los grandes Estados compiten por sus recursos y rutas. Aunque la compra legal parece inviable, la presión económica y militar podría cambiar el panorama.
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