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El embajador de Nicaragua en la OEA carga contra la "dictadura" de Ortega

"Tengo que hablar, aunque tenga miedo, aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos", dice Arturo McFields Yescas en una grabación publicada en las redes sociales por el organismo internacional. El Gobierno de Managua señala que su embajador no les representa "por lo cual ninguna declaración suya tiene validez".

Fotografía del 5 de noviembre de 2021 cedida por la Organización de los Estados Americanos (OEA) donde aparece su secretario general, Luis Almagro (d), junto al representante permanente de Nicaragua, Arturo McFields Yescas (d), en la sede del organismo en
Fotografía del 5 de noviembre de 2021 cedida por la Organización de los Estados Americanos (OEA) donde aparece su secretario general, Luis Almagro (d), junto al representante permanente de Nicaragua, Arturo McFields Yescas (d), en la sede del organismo en Washington (EEUU). OEA/Juan Manuel Herrera / EFE

El embajador de Nicaragua ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Arturo McFields Yescas, ha decidido este miércoles dejar de "guardar silencio" y se ha pronunciado contra "la dictadura" de Daniel Ortega en su país durante una sesión telemática del organismo.

"Tengo que hablar, aunque tenga miedo, aunque mi futuro y el de mi familia sean inciertos. Tengo que hablar porque si no lo hago, las piedras mismas van a hablar por mí", declaró el embajador. McFields, nombrado por Ortega como embajador ante la OEA en octubre del año pasado, dijo tomar la palabra "en nombre de más de 177 presos políticos y más de 350 personas que han perdido la vida" en Nicaragua desde 2018.

En esta intervención, que la OEA ha publicado en redes sociales, el embajador revelaba que en el pasado noviembre, días antes de que Nicaragua anunciara su salida de esta organización, pidió a la Cancillería la liberación de 20 presos políticos de la tercera edad y de otros 20 con un estado de salud delicado, pero no le hicieron "caso".

"En el Gobierno nadie escucha y nadie habla, lo intenté varias veces durante varios meses, pero todas las puertas se me cerraron", ha expresado. El diplomático lamenta que en su país "no haya libertad de publicar un simple tuit" y reprocha que no queden organismos de derechos humanos.

El Gobierno de Nicaragua, ante estas declaraciones, ha tomado distancia de McFields. "El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, cumple con informar a nuestro pueblo y a quien concierna, que el señor Arturo McFields no nos representa, por lo cual ninguna declaración suya tiene validez", señaló la Cancillería nicaragüense en una declaración.

La oposición nicaragüense, por su parte, ha celebrado la "valentía" del embajador. "Saludamos la valentía que ha tenido el embajador McFields. Es esperanzador que funcionarios del Gobierno de Nicaragua empiecen a hablar y a ventilar en estos espacios tan importantes, como la OEA, lo que está pasando dentro de la configuración de la dictadura Ortega-Murillo", dijo a EFE el miembro del Consejo Político de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco Marlon Caldera.

El embajador nicaragüense también ha recibido el apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Managua y del secretario general de la OEA, Luis Almagro.

McFields terminó su intervención asegurando que "la gente de adentro del Gobierno y de afuera está cansada de la dictadura". "Cada vez van a ser más los que digan basta, porque la luz siempre puede más que las tinieblas", sentenció.

Ortega inició el 11 de enero su quinto mandato, el segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, tras unas elecciones marcadas por el encarcelamiento de opositores, y con nuevas sanciones de EEUU y la Unión Europea contra familiares y allegados del mandatario.

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