El volcán Mayón, situado al noreste de Filipinas y en erupción desde comienzos de junio, alcanzó este jueves el máximo nivel de lava expulsada hasta el momento. En consecuencia, ya son más de 20.000 los locales evacuados por las autoridades.

El Consejo Nacional para la Gestión y la Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) ha indicado que los evacuados se encuentran en 27 centros, sin que se hayan reportado por el momento daños personales.

Según el boletín publicado este viernes por la agencia sismológica de Filipinas (Phivolcs), "los flujos de lava han avanzado aproximadamente un kilómetro de distancia desde el cráter de la cumbre, mientras que los escombros del colapso se han depositado a dos".

En total, la Red del Volcán Mayón registró 307 eventos de desprendimiento de rocas y cuatro terremotos volcánicos, unas cifras similares a los días anteriores. A pesar de la visible estabilidad del volcán, Phivolcs mantiene la alerta nivel tres sobre cinco por la posibilidad de que la violencia y magnitud de la erupción crezca. 

Además, la agencia ha vuelto a advertir en su informe del creciente riesgo de aludes de tierra o lahares, avalanchas de ceniza, barro y sedimento que escupe el Mayón y que se acumulan cada día en las laderas del volcán.

La población que habitaba en un radio de seis kilómetros alrededor del volcán ya ha sido evacuada de sus viviendas. Pero antes, miles de personas han compartido por redes sociales la magnitud del fenómeno visto desde sus respectivos municipios.

En caso de que la agencia sismológica aumente el nivel de alerta al cuarto, las autoridades tendrían que evacuar a las 40.000 personas que viven en un radio de ocho kilómetros del cráter. Se trataría de una cantidad ingente de desplazados, por lo que los servicios de evacuación han manifestado su preocupación por un posible desarrollo "caótico" de los acontecimientos.

El portavoz de NDRRMC, Raffy Alejandro, ha declarado en una rueda de prensa que "mientras no haya nadie en la zona de peligro permanente, no se espera que haya víctimas. Pero el reto realmente es cómo mantener o gestionar los centros de evacuación, porque aquí es donde podría haber problemas por brotes de enfermedades".

Dado que no es la primera vez que el Mayón erupciona en la última década, el Gobierno de Filipinas contempla la posibilidad de construir centros permanentes de evacuación en la provincia de Albay, área donde se alza el Mayón, considerado como el volcán más activo de la isla.

Según afirmó en una rueda de prensa este jueves el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., ya en 2014 y 2018 la lava obligó a evacuar a decenas de miles de ciudadanos. Pero la erupción más letal del Mayón tuvo lugar en 1814, cuando la lava enterró a 1.200 personas.

A pesar de las precarias condiciones en las que actualmente se encuentran los evacuados, reciben ayuda de voluntarios filipinos en todo tipo de tareas.

En Camalig, localidad a 11 kilómetros del volcán en la que cientos de personas han sido evacuadas, decenas de residentes se han presentado para ayudar a impartir clase a los niños cuyas lecciones han sido canceladas por el riesgo del Mayón. Según afirman las autoridades municipales, también se prestan para tareas de limpieza y organización.

Además, el Gobierno regional de dicho municipio también ha iniciado una bolsa de empleo para las familias más necesitadas que se han visto obligadas a abandonar sus casas. Los trabajos van desde asistencia en la limpieza de los centros de asilo hasta labores en la cocina.