El plazo dado por Israel para la evacuación del norte de Gaza, zona en la que residen más de un millón de personas, ha llegado este sábado a mediodía a su fin. Las Fuerzas Armadas israelíes han confirmado la ejecución inminente de un ataque extenso contra objetivos militares de Hamás en toda la Franja. De hecho, durante este sábado han acumulado blindados militares y carros de combate alrededor de la zona.

Este ataque, planificado de manera coordinada "por aire, mar y tierra", ha involucrado la movilización logística de cientos de miles de militares, según las autoridades israelíes. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha trasladado a la zona este mismo sábado y ya ha alentado a sus soldados: "¿Estáis listos para la siguiente fase?".

Además, el ministro israelí Gideon Saar ha defendido que cuando termine la guerra, la Franja de Gaza "deberá ser más pequeña" y ha asegurado que se establecerá una zona de seguridad donde se intercepte a cualquier persona que intente acceder. 

Cierre de fronteras y crisis humanitaria

Las autoridades de Israel anunciaron dos ultimátum para que la población civil asentada en el norte de la región se trasladara hacia al sur. No obstante, pese a los avisos, los bombardeos por parte de las fuerzas israelíes han persistido, según la agencia Efe. 

En paralelo, las fronteras para salir de Gaza han permanecido cerradas, tanto las seis que controla Israel (Erez, Nahal Oz, Karni, Kissufim, Sufa y Kerem Shalom) como la única que gestiona Egipto (Rafah). Esto ha convertido la Franja en una auténtica cárcel para sus ciudadanos, arrinconados en una tierra arrasada por las bombas, sin recursos médicos para atender a las víctimas y sin el respaldo internacional para que Israel ceda y dé marcha atrás en su incursión. 

EEUU y la Unión Europea han mostrado en estas últimas horas su apoyo al Gobierno de Netanyahu. Pese a que Israel ha arrasado barrios y edificios residenciales, provocando más de 2.200 muertos y 8.700 heridos en menos de una semana tras el ataque de Hamás. 

Centros hospitalarios como Al Awda, el Al-Quds o el Kamal Adwan han sido parcialmente evacuados. No obstante, organizaciones internacionales como la Media Luna Roja, la ONU, UNRWA o Human Rights Watch han avisado de la imposibilidad de desplazar a más de un millón de personas en tan poco tiempo y con el estado en el que han quedado infraestructuras y carreteras.

A lo que hay que añadir que muchos de esos civiles son "mujeres embarazadas, niños, ancianos y personas con discapacidad, que no podrán huir de la zona", tal y como ha manifestado la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA).