Israel proclama ya la inminente anexión de parte de Gaza, tras el exterminio y expulsión de los palestinos
El Gobierno israelí redobla su feroz ofensiva en el sur de Gaza para expulsar a su población y confirma, ya sin tapujos, que se anexionará amplias zonas de la Franja.

Madrid-
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y sus pretorianos en su Gobierno ya no se andan con medias tintas. Con el respaldo de facto de Estados Unidos y el silencio de gran parte de la comunidad internacional, sobre todo en Europa, Israel ha ampliado su ofensiva terrestre en el sur de Gaza, está forzando la evacuación de la población de los campamentos y ruinas donde malvive, y ha confirmado ya que se anexionará parte de la Franja para ampliar sus zonas de seguridad.
El líder israelí ya no se anda con remilgos y consideraciones ante lo que puedan decir dentro o fuera de su país sobre su brutal estrategia en Gaza, y este desprecio se extiende con más inquina hacia los dictámenes de la justicia internacional sobre el genocidio en marcha en Gaza.
Netanyahu desafía a la CPI y viaja a Hungría en connivencia con Orbán
Para subrayarlo, este miércoles Netanyahu ha viajado a Hungría a pesar de la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) y que pesa sobre él y su exministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Gaza.
Hungría es un país firmante de la CPI, pero su primer ministro, el ultraderechista Viktor Orbán, no solo ha desdeñado la orden de detención, la ha calificado de "cínica" y ha subrayado que Budapest no tiene por qué hacerla cumplir, pues sus disposiciones están al margen del código penal húngaro.
Es más, Orbán ha llegado a decir que la CPI no tiene por qué acusar a Netanyahu de esos crímenes de guerra, pues, en opinión del jefe de Gobierno húngaro, Israel simplemente se ha defendido ante los ataques previos de la organización palestina Hamás.
Israel desató su ataque genocida sobre Gaza, que ya ha causado más de 50.300 muertos palestinos, después de que Hamás lanzara una incursión en territorio israelí el 7 de octubre de 2023 que dejó 1.200 asesinados, además de secuestrar a 251 personas.
La respuesta israelí llevó a la invasión de Gaza, la destrucción de sus principales ciudades y pueblos, y al desplazamiento dentro de la Franja de cerca de dos millones de personas, la casi totalidad de la población gazatí.
En su visita a Hungría, que está previsto que dure hasta el domingo, Netanyahu tiene previsto abordar con las autoridades húngaras el plan del presidente estadounidense, Donald Trump, para convertir Gaza en un gran resort turístico que llevaría a la erradicación de los palestinos que allí sobreviven en estos momentos, mediante la coordinación con Israel para la explotación inmobiliaria de la Franja.
Los planes de Trump coinciden en buena parte con algunas de las apuestas realizadas en el seno del Gobierno de Netanyahu para expulsar a los palestinos de Gaza y recolonizarla por población judía.
La conversión de Gaza en la "Riviera de Oriente Medio", como la denominó Trump, reclamaría inversiones colosales y, aunque buena parte de su desarrollo económico y explotación correspondería a EEUU con la aquiescencia de Israel, Netanyahu ya está buscando socios inversores para impulsar la participación israelí en el proyecto, de ahí esta visita a Hungría, tal y como publica el diario The Times of Israel, que cita fuentes oficiales.
La cosecha por parte de Netanyahu de socios internacionales para llevar a cabo el plan de Trump implicaría antes la anexión de parte de la Franja, proceso que acaba de recibir el espaldarazo formal del Gobierno israelí.
El ministro de Defensa anuncia que Israel se anexionará parte de Gaza
Si hasta ahora solo eran castillos en el aire sustentados por la guerra y el desplazamiento de población, el plan de anexión de Gaza ha recibido finalmente este miércoles el sello oficial. El ministro de Defensa, Israel Katz, ha anunciado que no solo ampliará el ejército israelí su actual ofensiva en el sur de Gaza, sino que las fuerzas armadas allí desplegadas "se apoderarán de amplias zonas que serán anexionadas a las zonas de seguridad del Estado de Israel".
Ya no hay máscaras ni subterfugios sobre el "problema" palestino. Con el beneplácito y ánimo de Estados Unidos, principal socio estratégico de Israel y su mayor abastecedor de armas que se están empleando para la masacre de Gaza, Netanyahu ya opta sin duda alguna por la ocupación, anexión y recolonización, si no de toda la Franja, sí de aquellas zonas fronterizas que amplíen el Estado judío.
Evacuaciones forzosas
La actual ofensiva en la que se engloba la operación "Fuerza y espada" está procediendo a evacuar los habitantes de esas "amplias zonas" destinadas a ser anexionadas en Gaza. Los ataques lanzados en la noche del miércoles como preámbulo de la limpieza étnica que se aproxima afectaron a las ciudades de Jan Yunis y Rafah, los mayores núcleos de población antes de que entraran los israelíes a sangre y fuego en Gaza.
Ya el lunes, cerca de 40.000 personas abandonaron la zona de Rafah y las inmediaciones de la frontera con Egipto, conminados por el ejército israelí.
Durante la tregua que se abrió entre Hamás e Israel el 19 de enero, centenares de miles de gazatíes retornaron a los que habían sido sus hogares en esas y otras ciudades del sur, centro y norte de Gaza. En la mayor parte de los casos, solo encontraron ruinas y cadáveres entre los escombros, pero procedieron a asentarse en campamentos y alojamientos improvisados.
Sin embargo, el pasado 18 de marzo, Israel puso fin unilateralmente al alto el fuego y redobló sus bombardeos sobre Gaza, incluidos los núcleos de población, hospitales y escuelas semiderruidas convertidas en refugios. Después, comenzó de nuevo una ofensiva terrestre en el norte que ahora ya ha alcanzado el sur de Gaza.
Desde que rompió la tregua hace dos semanas, el ejército israelí ha asesinado a más de un millar de personas en la Franja. Este miércoles, un ataque israelí contra una clínica que acogía refugiados en Yabalia, en el norte de Gaza, ha matado 22 personas, de ellas 18 mujeres, niños y ancianos, que se habían refugiado en una clínica que acogía a desplazados. La clínica pertenecía a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), cuya actividad en Gaza ha sido prohibida por Israel.
El Gobierno de Netanyahu acusa a la UNRWA de colaborar con Hamás. Desde que empezó la guerra de Gaza, el ejército israelí ha asesinado a 300 de sus operarios.
La UE pide a Netanyahu "moderación"
La Unión Europea, que se ha negado a condenar de forma tajante el genocidio israelí, ha difundido este miércoles un tibio comunicado de la Comisión Europea en el que pedía a Israel que actúe con "la máxima moderación", a la par que mostraba su "preocupación" por "el sufrimiento y las víctimas adicionales de la población palestina".
El objetivo evidente de esta renovada oleada de bombardeos y de la ofensiva terrestre es provocar el caos y la destrucción en Gaza, impidiendo siquiera el asentamiento de los desplazados en campamentos de refugiados, a fin de propiciar una salida masiva hacia Egipto de decenas de miles de gazatíes.
Además, la carencia de alimentos y de agua corriente, agravada tras el bloqueo israelí y el veto de los suministros del 2 de marzo, junto con el colapso en la recepción de medicinas provocado por Israel han hecho insostenible la situación hasta extremos inhumanos y convertido la huida en la única solución posible, especialmente para las familias con niños.
Israel convierte Gaza en una trampa, también para la prensa
Gaza se ha convertido en una ratonera para los palestinos que habitan este territorio, de ahí que el plan de Trump aplaudido por Netanyahu para vaciar la Franja deposite su efectividad tanto en las matanzas de civiles, como en el cansancio, la enfermedad, la inanición y desnutrición, y el riesgo para la vida de los niños.
El coste de la guerra está siendo muy alto también para la prensa que intenta cubrir el genocidio israelí. Desde que comenzó el conflicto han muerto 232 periodistas y reporteros en Gaza, una media de 13 por semana, según un estudio del Proyecto Costos de la Guerra del Instituto Watson para Asuntos Internacionales y Públicos, publicado por el canal Al Jazeera.
El estudio subraya que han muerto más periodistas y trabajadores de la prensa en Gaza que la suma combinada de las dos guerras mundiales, la de Vietnam, el conflicto de Yugoslavia y la campaña de Estados Unidos en Afganistán. La inmensa mayoría de los reporteros y periodistas muertos en Gaza eran palestinos, debido a la estricta prohibición israelí al acceso de comunicadores extranjeros a la Franja.
Y aunque la mayor parte de los trabajadores de prensa muertos en Gaza lo fueron bajo bombardeos indiscriminados, el informe indica, citando a Reporteros sin Fronteras (RSF), que al menos en 35 casos, el ejército israelí asesinó con premeditación a los periodistas por ejercer su trabajo.
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