Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) no han logrado cerrar un acuerdo sobre el límite en el precio de las compras de gas, lo que mantiene abierta la negociación y deja la decisión en manos de los representantes de la Unión en la cumbre de este miércoles y jueves.

Los países liderados por España (Grecia, Bélgica, Polonia, Italia o Eslovenia) consideran "inasumible" un tope demasiado alto mientras que otros rechazan revisarlo a la baja por temor a dañar la seguridad del suministro, como Alemania o Países Bajos. Las diferencias entre ambas partes han sido insalvables, por lo que se espera que los líderes desbloqueen la situación en la cumbre.

Los dos bloques han mantenido al menos tres reuniones para tratar de llegar a un acuerdo en paralelo a la reunión formal en Bruselas. Aunque han intentado acercar sus posiciones en estos encuentros, al final no han sido lo suficientemente flexibles como para lograr un pacto. 

Los representantes alemanes se habían mostrado dispuestos a realizar consultas, pero finalmente han vuelto a su postura inicial. Esto ha provocado que Alemania rechace cualquier límite en los precios del gas por debajo de los 200 euros el megavatio hora (MWh). De hecho, en las reuniones que se llevarán a cabo esta semana se prevé que Berlín defienda de nuevo una posición "dura" respecto a un tope elevado. 

Europa "no está fuera de peligro"

La última propuesta que se ha presentado antes de las 19.00 horas reducía el nivel al que se activaría el mecanismo a 200 euros el MWh y requería además que el precio del hidrocarburo en los contratos mayoristas estuviera al menos 35 euros por encima del precio medio en el mercado de gas natural licuado (GNL) durante tres días.

Pero este planteamiento ha sido calificado de "inasumible" por el Gobierno español, postura a la que se han sumado otros Estados. A pesar de todo, la vicepresidenta española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, cree que se ha avanzado en la negociación, pero señala que el punto "más delicado" que sigue abierto es encontrar el "equilibrio" correcto entre la estabilidad de los mercados financieros y "el precio que los consumidores pueden pagar". 

La comisaria de Energía, Kadri Simson, ha indicado que la UE está en una "posición de relativa seguridad", pero el informe que la Agencia Internacional de la Energía demuestra que "Europa no está fuera de peligro y el siguiente año puede ser incluso más complicado que este", por lo que pidió a las capitales europeas seguir avanzando en medidas para aplacar la crisis energética.