La joven iraní Mahsa Amini ha muerto este viernes a consecuencia del infarto y el coma que sufrió en una comisaría, donde estaba detenida por la Policía de la moral por no llevar bien el velo, según han informado medios del país persa, que citan a la familia de la fallecida.

La mujer de 22 años fue detenida el martes por la tarde por no llevar el velo de manera correcta en la calle y fue conducida a una comisaría para asistir a "una hora de reeducación", según denunció su familia. Horas más tarde era ingresada en el Hospital Kasra de la capital en coma tras sufrir un ataque al corazón.

La Policía confirmó este jueves su arresto para "explicarle las normas de vestimenta" en un comunicado recogido por medios del país persa en el que rechazaba responsabilidades.  "Repentinamente sufrió un problema del corazón (…) y fue inmediatamente llevada a un hospital", aseguró el cuerpo.

Aumentan las detenciones de la Policía de la moral

El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha ordenado este viernes una investigación para aclarar lo sucedido, según ha informado el Gobierno a través de Twitter. El Ejecutivo del ultraconservador Raisí ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta y conducta.

Las temidas furgonetas de la llamada Policía de la moral son más visibles que antes en lugares como la plaza Tajrish, en el norte de Teherán, llenas de mujeres que han sido detenidas por no llevar bien el velo. El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban "desnudas".

Amnistía Internacional (AI) ha pedido una investigación criminal por la sospechosa muerte de la joven bajo custodia policial. Además, el grupo de derechos humanos calificó las leyes que hacen obligatorio el velo de "abusivas, degradantes y discriminatorias".

El clérigo reformista Mohamad Ali Abtahi, que ocupó la vicepresidencia del país entre 2001 y 2004, ha expresado en su cuenta de Twitter que "el arresto de Mahsa Amini para recibir orientación (sobre la ropa), seguido de su infarto y coma es suficiente para que varias generaciones de jóvenes odien la religión".

La noticia se había viralizado desde el martes en redes sociales, donde muchos usuarios expresaron su indignación, a lo que se han sumado las críticas hacia las explicaciones de la Policía.