La rueda de prensa previa al partido contra Suecia –que se disputará este viernes en Gotemburgo– evidenció la brecha entre las jugadoras y la seleccionadora Montse Tomé, que no coincidieron en la sala, y también el cansancio de unas futbolistas que llevan varias semanas de reuniones interminables.

Gravedad y cierto agotamiento. Los rostros de la doble Balón de Oro Alexia Putellas y de su compañera la defensa donostiarra Irene Paredes –comparecieron juntas– nos habla de un compromiso inquebrantable con su compañera Jenni Hermoso y, por extensión, con una reestructuración completa del fútbol femenino que deje atrás el machismo imperante.

"Tolerancia cero hacia personas que hayan escondido, aplaudido o incitado un abuso", subrayó Putellas a modo de conclusión. Antes, la futbolista quiso aclarar, a preguntas de la prensa, que la destitución de Jorge Vilda, exentrenador del combinado, no es cosa de ellas: "Nosotras ni ponemos ni quitamos a nadie, nunca hemos pedido la destitución de nadie. Siempre vamos de cara, luchamos por un fútbol transparente y no podemos no serlo". 

La catalana remarcó el esfuerzo conjunto en luchar por lo que reclamaban y consideran justo. Un esfuerzo que comporta un peaje importante, no en vano se juegan su participación en los Juegos Olímpicos. "Tuvimos que pelear muchísimo para ser escuchadas, eso conlleva un desgaste, un desgaste que no queremos tener, porque lo que nos preocupa es ganar", denunció la delantera en clara alusión al Consejo Superior de Deportes.

En referencia al beso no consentido de Luis Rubiales a su compañera Jenni Hermoso, Putellas ha detallado que "fue la gota que colmó el vaso" y desencadenó la reacción posterior, una reacción que lleva mucho tiempo fraguándose y que hace frente a un modelo de Federación que no representa a las jugadoras: "Durante décadas ha habido una discriminación sistémica en el fútbol femenino".

"Dijimos que no podía suceder, que no podíamos continuar por ese camino. En esa situación teníamos que decir que tolerancia cero, por Jenni, por nosotras, y que marcáramos un precedente", sentenció la goleadora.

La reunión de Oliva con Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes, según Putellas, fue un antes y un después: "Confío en que los acuerdos a los que se llegaron harán que nuestro deporte y el deporte femenino, y en consecuencia la sociedad, será mucho mejor", resumió. La futbolista del Barcelona finalizó posicionándose con respecto a la situación vivida por su compañera Jenni Hermoso. "Con ella el sistema y los protocolos han fallado. Se ha tardado un mes en pronunciarse a favor de nuestra compañera y se sacaron comunicados para desacreditarla", manifestó.

Paredes: "Queremos es jugar en unas condiciones dignas"

Su compañera Irene Paredes afirmó que la decisión de permanecer en la concentración "no es por gusto", sino porque creen que no hay mejor forma de lograr que los cambios se realicen.

"No queríamos venir [...] fuimos obligadas, vinimos enfadadas, pero vinimos y aceptamos unas reuniones. La reunión fue constructiva, se llegaron a acuerdos que creemos que son importantes para avanzar", señaló Irene Paredes. Además, reconoció el cansancio de sus compañeras tras "llevar varias semanas durmiendo poco", teniendo que entrenar para dar lo mejor. "Lo único que queremos es jugar al fútbol en unas condiciones dignas y que se nos respete. Hasta ahora no ha sido posible y después de la final, imposible", afirmó Paredes.

Paredes: "La luz al final del túnel todavía no se ve"

La futbolista explicó que el motivo de su lucha es "para que en algún momento se llegue a ese punto en el que las jugadoras solo se dediquen a jugar y no estén pendientes de si el sistema funciona o no funciona". Con respecto a la intervención del Consejo Superior de Deportes (CSD), explicó que hasta la fecha han estado "sin apoyos", si bien ahora [el CSD] ha entrado de manera "muy contundente", algo que agradecen las jugadoras, pese a que "hasta ahora –añadió la donostiarra– nos habíamos sentido solas".

"Hay cosas que entendemos que se están cumpliendo ya y mejorando, pero la luz al final del túnel todavía no se ve, esto es muy largo. Somos conscientes de que tenemos el altavoz para poder hacerlo y mucha gente detrás, compañeras de otras selecciones, deportes y mujeres que están viviendo casos similares y queremos que esto pueda ser un punto de inflexión donde mirarse, levantar la voz y erradicar estas situaciones", finalizó Paredes.

Tomé: "No siento que no nos quieran"

Mención aparte merece la seleccionadora Montse Tomé. Su comparecencia, la primera en tener lugar y en la que trató de demostrar una supuesta comunión con sus jugadoras, nos habla de una evidente ruptura en el seno de la selección.

Tomé afirmó que ni ella ni su cuerpo técnico sienten que las jugadoras no les quieran, ni lo han oído, a la par que, sobre su continuidad en el cargo, dijo que pese a que lleva "poco tiempo en el puesto", tiene "confianza de seguir, confianza en el trabajo y ganas de que se solucione esto".

"No es un problema deportivo, siento que trasciende lo deportivo. Todo lo que pasó aquel día en la final (el beso de Rubiales a Jenni Hermoso) y lo que se sucedió fue grave, se aleja del deporte, va con la persona. Hay que contrastar lo que se publica, mi sentir es que ellas no están pasando por un buen momento, pero no siento que no nos quieran", explicó.

Tomé también aseguró que ella y el cuerpo técnico tampoco están pasando por un buen momento. "Nosotros tampoco hemos tenido nuestro mejor inicio, y es la situación que tenemos. Los hechos que vivimos son inaceptables. Lo dijimos en el comunicado y ahora: nos posicionamos con Jenni y con las jugadoras", reconoció.