Público
Público

54 años de la ejecución de Julián Grimau, el primer asesinato con la firma de Fraga

El 20 de abril de 1963, Julián Grimau, dirigente del PCE, fue ejecutado por el régimen de Franco bajo la acusación de “rebelión militar continuada”. Manuel Fraga formó parte del Consejo de Ministros que lo condenó. 

El asesinato de Grimau provocó una oleada de solidaridad en el exterior con la lucha antifranquista

PÚBLICO

Qué pudieron tener en común el papa Juan XXIII, Jean Paul Sartre, John Fitzgerald Kennedy y Nikita Jruschov? Los cuatro enviaron telegramas para pedir al régimen de Franco que no matase a Julián Grimau. Cientos de miles de personas más lo hicieron desde todo el mundo, pero en el Consejo de Ministros todos votaron en contra de conceder el indulto a Grimau.

Entre aquellos ministros se encontraba Manuel Fraga, que apoyó la ejecución y se encargó de orquestar la campaña propagandística que rodeó el caso. Era la primera vez que firmaba una pena de muerte. “Fraga diseñó una campaña de propaganda bestial para convencer a los españoles. De hecho, se entregaba un folleto explicativo sobre las acusaciones de Grimau a todas las personas que entraban y salían de España”, asegura Antonio Ortiz, historiador.

Las acusaciones del régimen nunca fueron probadas. Su juicio, según las palabras de su abogado defensor Alejandro Rebollo, fue una “burla a la verdad” que “vulneró hasta las propias leyes ilegales del franquismo”.

Julián Grimau ingresó en el Partido Comunista de España durante la Guerra Civil y posteriormente vivió exiliado en Latinoamérica y Francia. En el Congreso que el PCE celebró en 1954 en Praga pasó a fomar parte del Comité Central de la organización. En 1959 regresó a España y militó varios años en la clandestinidad hasta ser detenido en noviembre de 1962.

Fue torturado y arrojado por una ventana antes de ser juzgado. Tras un juicio de apenas 5 horas y plagado de irregularidades (incluso para la legislación de la época) Grimau fue condenado a muerte. Francisco Franco y Manuel Fraga no pusieron objeciones.

“Grimau fue asesinado porque era un alto dirigente del PCE y el régimen quería dar un golpe sobre la mesa. Eran tiempos revueltos. Acaban de producirse las huelgas mineras en Asturias y CCOO comenzaba a tener peso en las fábricas de Madrid. El asesinato de Grimau era un aviso a la oposición al régimen: No tenemos problema en volver a coger las armas”, sentencia Victor Díaz-Cardiel, dirigente del PCE y compañero y amigo de Grimau.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias