Podemos y Ciudadanos han tomado este jueves un camino que hace apenas una semana se antojaba muy difícil, y lo han hecho con un tono mucho más amable de lo habitual; han constatado que tienen "voluntad política" para trabajar por una ley electoral más proporcional; se han comprometido a mantener un "diálogo constante" -en principio entre sus respectivos portavoces en el Congreso de los Diputados, Irene Montero y Juan Carlos Girauta-; y han afirmado que estudiarán las propuestas del otro sin marcar líneas rojas. Ahora, dicen, la pelota está en el tejado del PSOE.

Fuentes del grupo parlamentario Unidos Podemos afirman que todavía no han cerrado cuándo conversarán con el Partido Socialista para intentar atraerlo a estas posiciones, pero recuerdan que la aritmética parlamentaria requiere de su apoyo para que cualquiera de las modificaciones de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) que plantean se convierta en realidad -al ser una ley orgánica, exige la mayoría absoluta de la Cámara Baja para cualquier cambio-. Por su parte, Girauta ha anunciado su intención de reunirse con la portavoz del PSOE, Margarita Robles, durante la próxima semana, pese a la fría reacción de los socialistas ante los avances logrados entre Podemos y Ciudadanos.

Sin embargo, y pese al escaso interés del PSOE- y, por supuesto, del PP- ante esta reforma, buena parte de las medidas que defiende Podemos figuran precisamente en el último programa con el que el partido de Pedro Sánchez se presentó a las elecciones generales del 26-J, aunque estén esbozadas de forma más genérica que las propuestas de Podemos.

De hecho, entre las iniciativas del PSOE a este respecto aparece también la apertura del debate sobre la posibilidad de extender el derecho a votar a los mayores de 16 años, la única propuesta de Unidos Podemos que ha sido rechazada por el líder del partido naranja, Albert Rivera, aunque Girauta no haya hecho ninguna mención a este hecho. "No estamos de acuerdo en bajar la edad mínima para poder votar. En los 18 años está bien. No hay motivación para cambiarlo", afirmó Rivera este jueves, en entrevista con RNE, horas antes de la reunión.

"Ninguno pone líneas rojas", afirman desde el grupo confederal. "Las únicas líneas rojas son los principios que ya hemos marcado, y que tienen que ver con la mejora de la proporcionalidad o con el aumento de la participación", apuntan. Recuerdan que comenzaron a trabajar para lograr este acercamiento hace tres meses, y aprovecharon el momento en que Rivera anunció una ronda de contactos con los partidos sobre este asunto para pisar el acelerador y propiciar el entendimiento.

De hecho, en sus respectivas comparecencias tras la reunión, Montero y Girauta afirmaron que ambas fuerzas ya coinciden en la necesidad de ahorrar con el envío de propaganda electoral, en la importancia de celebrar debates obligatorios entre candidatos, de suprimir el voto rogado y de buscar fórmulas para lograr un sistema electoral más proporcional -Podemos propone sustituir la Ley D'Hont por el método Saint-Laguë-.

El acuerdo "más importante" con Ciudadanos en la legislatura, estrategia para "dinamizar" la Subcomisión

Por otra parte, desde el grupo confederal sacan pecho por el que a todas luces es "el acuerdo más importante con Cs" en lo que va de legislatura; morados y naranjas siguen defendiendo modelos antagónicos en lo social, económico o territorial, pero ambos han celebrado este jueves -en público y en privado- la predisposición del otro para avanzar hacia el entendimiento.

También han incidido en que, en contra de lo que parece que quieren transmitir PP y PSOE, esta negociación bilateral no supone renunciar al marco para tratar este asunto en el Congreso: la Subcomisión para la Reforma Electoral, un espacio que ha estado inactivo hasta cuatro meses, y que sólo ha celebrado siete sesiones en sus nueve meses de andadura. 

De hecho, en la última de estas sesiones, el miércoles, la Subcomisión agendó dos nuevas sesiones en febrero y marzo, y desde Unidos Podemos sostienen que la negociación bilateral quiere servir "para dinamizar" una comisión que, hasta hoy, ha avanzado muy poco. Y Podemos y Ciudadanos son claros; los responsables son PP y PSOE. 

900.000 personas podrían acceder al voto

En otro orden de cosas, desde Podemos defienden su petición de anticipar la edad de voto de los 18 a los 16 años, afirmando que así 900.000 ciudadanos podrían beneficiarse de este derecho.

Fuentes del partido morado afirman que no hay proyecciones sobre el comportamiento electoral de estas personas: "Es muy probable que no sea Unidos Podemos el grupo parlamentario más beneficiado. En cualquier caso, el volumen de votos emitidos no varía en exceso el resultado final", apuntan.

A su entender, esta es "una medida de justicia", ya que si una persona puede trabajar, tener responsabilidad penal y contraer matrimonio, "debería tener derecho de sufragio".