El anuncio estrella de la 23 Cumbre Hispano-Francesa celebrada hoy en La Moncloa ha sido la confirmación de la inauguración del AVE que circulará entre Barcelona y París a partir del próximo 15 de diciembre con cinco trenes diarios. El proyecto, al que se dio luz verde en 1992, culmina con el establecimiento de un tiempo récord de viaje entre Barcelona y la capital francesa: 6 horas y 25 minutos con un billete que podrá adquirirse desde 59 euros hasta los 170. En rueda de prensa con el presidente francés, Mariano Rajoy ha adelantado, asimismo, que la inauguración oficial del AVE Barcelona-París el próximo 15 de diciembre será 'de alto nivel', porque se hará 'como se merece', aunque no ha dado más detalles.

Tanto Rajoy como François Hollande se han felicitado por este 'logro histórico en materia de conexiones' que supone el tren de alta velocidad Barcelona-París, el cual, además, según el jefe del Ejecutivo, 'acercará más a los españoles y a los franceses'.

El presidente del Gobierno ha aprovechado la rueda de prensa con el jefe del Estado francés para anunciar otra interconexión, en este caso, eléctrica y consistente en una línea de muy alta tensión entre España y Francia, que entrará en funcionamiento en el primer semestre de 2015 y que posibilitará una capacidad de intercambio de hasta 2.800 megavatios entre ambos países. Todo ello, según explicó el presidente español, en pro de la integración de las energías renovables.

Rajoy y Hollande informaron de que, durante esta 23 Cumbre Hispano-Francesa (la última se celebró en octubre de 2012 en Francia), han trabajado juntos en los dos temas que consideran prioritarios de cara al Consejo Europeo de diciembre, que se celebrará los días 19 y 20 en Bruselas. Por un lado, ambos presidentes han subrayado la importancia de agilizar el proceso de unión bancaria que permita 'restablecer el flujo financiero' y eliminar la 'fragmentación de los mercados'.

Por otro lado, Rajoy y Hollande han insistido en la necesidad de agilizar la estrategia de fomento de empleo juvenil, de forma que los países que lo necesitan y cumplan los requisitos puedan empezar a usar de forma inmediata los 6.000 millones destinados a proyectos para activar el empleo entre los jóvenes.