Los líderes del PP, Isabel Díaz Ayuso y Alfonso Fernández Mañueco consiguieron revalidar sus gobiernos después de ganar sus elecciones anticipadas en 2021 y 2022, respectivamente. No obstante, la dirigente madrileña deberá volver a las urnas el 28 de mayo, mientras que el salmantino aun no tendrá que poner a prueba su legislatura ¿Por qué razón?

El Estatuto de Autonomía de la Comunidad de Madrid establece en su artículo 21 que el presidente "podrá acordar la disolución de la Asamblea con anticipación al término natural de la legislatura". Esto ocurrió en 2021, cuando Ayuso ganó los comicios madrileños, tras obtener 65 asientos, lo que le permitió gobernar con el apoyo de Vox.

Sin embargo, en la misma norma se puede leer que el nuevo Gobierno, configurado tras el adelanto electoral, "tendrá un mandato limitado por el término natural de la legislatura originaria". Por esta razón, la dirigente madrileña acudirá a sus terceras elecciones en representación del PP.

Criterios distintos en Castilla y León

Por el contrario, Castilla y León no establece este criterio. De manera similar, en el artículo 21 de su Estatuto de Autonomía se especifica que "las Cortes de Castilla y León son elegidas por cuatro años. El mandato de los Procuradores termina cuatro años después de su elección o el día de la disolución de la Cámara".

Por lo tanto, si el pacto con Vox no se tuerce por el camino, Mañueco ha fijado la próxima contienda electoral para 2026. Castilla y León junto a Galicia, Andalucía, Catalunya y Euskadi son las regiones que no irán a las urnas este 28 de mayo.

Por el contrario, el resto de comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Illes Balears, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, Comunidad de Madrid, La Rioja, Región de Murcia y Navarra), junto a Ceuta y Melilla, sí que estarán presentes en la siguiente cita electoral. Asimismo, el 28M también se celebrarán comicios municipales para elegir las próximas alcaldías.

Las encuestas auguran una reñida contienda electoral en buena parte de las comunidades autónomas. La posibilidad de que la izquierda pueda gobernar en estas regiones dependerá de la capacidad que tengan los partidos para movilizar al electorado progresista. Por otro lado, existen dudas de que el PP pueda pactar con la ultraderecha, como ha ocurrido ya en Madrid y Castilla y León.