Cuando todo apuntaba a una etapa de estabilidad política tras la aprobación de los Presupuestos y con un calendario electoral que no fijaba los siguientes comicios hasta las andaluzas del diciembre de 2022, la presentación de la moción de censura en Murcia presentada por PSOE y Ciudadanos (tanto en la comunidad como en el ayuntamiento) ha provocado todo un tsunami autonómico poniendo en jaque el poder territorial del PP y las cuatro importantes comunidades que ahora gobierna: Murcia, Castilla y León, Madrid y Andalucía.

Y es que el giro dado por Ciudadanos en la comunidad murciana ha llevado la inestabilidad a todas las comunidades gobernadas por el PP (salvo Galicia) con el apoyo del partido naranja y Vox. Pero además, abre la puerta a cambios de Gobierno en las cuatro comunidades con el PSOE, ganador de las elecciones en todas ellas, como principal protagonista.

El propio Pedro Sánchez acudió a Ferraz a reunirse con el núcleo duro de la dirección del partido y con el líder del PSOE de Madrid, José Manuel Franco, consciente del cambio que se puede provocar en el escenario político y para medir meticulosamente los pasos que se deben dar a partir de ahora.

Además, se ha anunciado que Sánchez también mantendrá un encuentro con la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, para analizar la situación en estas cuatro comunidades. Un cambio de Gobierno en estos territorios dejaría al PP con el menor poder político en toda su historia democrática, lo que pueden llegar a concretar ambos dirigentes políticos.

La moción de Murcia y el efecto mariposa

La moción de censura, desvelada por Radio Murcia a primera hora de la mañana, se llevaba gestando en silencio desde hace varias semanas. Desde Ferraz, el secretario de Organización, José Luis Ábalos; y el secretario de acción electoral, Santos Cerdán; y desde Moncloa el secretario general, Félix Bolaños, estaban al corriente de las negociaciones. El acuerdo final pasaba por dejar la Presidencia de la Comunidad a Ciudadanos y que el ayuntamiento quedase en manos del candidato socialista. El visto bueno final a la operación lo dieron Pedro Sánchez e Inés Arrimada.

La noticia cambió toda la agenda política del día; y mientras la sesión de control al Gobierno seguía por los cauces habituales, el foco político ya estaba en otro lado y el efecto mariposa se activó.

El PSOE de Madrid reaccionó pronto, y emitió una nota volviéndose a ofrecer a Ciudadanos para presentar una moción de censura, en la que también se daba a entender que los socialistas podrían ceder a que el candidato del partido naranja, Ignacio Aguado, presidiera la comunidad.

Tal vez, la nota del PSOE ya puso en alerta al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Según la Ser, esa misma mañana y tras conocerse la nota del PSOE, se vio discutir airadamente a la presidenta madrileña con Aguado, y hasta se suspendió la habitual rueda de prensa de los miércoles tras el Consejo de Gobierno.

Más Madrid tuvo que intuir algo y reaccionó de inmediato, presentando una moción de censura, seguramente sospechando la operación que se preparaba y, poco después, el PSOE hizo lo mismo. Aguado no esperó al anuncio oficial y compareció ante los medios para anunciar que Ayuso había decidido dimitir, disolver la asamblea y convocar elecciones. La presidenta lo confirmó dos horas después.

En principio, las elecciones están convocadas para el 4 de mayo, pero la Mesa de la Asamblea de Madrid ha admitido las mociones de censura presentadas, y esto podría anular la convocatoria electoral. Todo apunta a que habrá conflicto jurídico.

Andalucía y Castilla y León

Pero el efecto mariposa se extendía. En el PSOE de Castilla y León se esperaba que el Gobierno de Fernández Mañueco hiciera lo mismo que Ayuso y adelantase las elecciones, cuando supieron del anuncio de una rueda de prensa a media mañana del miércoles por parte del Gobierno regional. Sin embargo, PP y Ciudadanos ratificaron que su acuerdo de gobierno seguía vigente.

El PSOE castellanoleonés habló con Ferraz y tomó la decisión de presentar una moción de censura por dos motivos: para impedir un cambio de opinión del Gobierno de Mañueco, y porque tiene alguna esperanza de sumar cuatro diputados de Ciudadanos que hagan prosperar dicha moción. De hecho, hace unos días se supo que los socialistas estaban en conversaciones con parte del grupo de Ciudadanos en las Cortes para presentar dicha moción de censura.

Y, en Andalucía, la candidata socialista Susana Díaz fue más prudente. Dijo que no estaba en cábalas electorales, pero sí pidió a Ciudadanos que tome nota, "porque el PP le lleva a la ruina". Para despejar dudas, a primera hora de la tarde del martes el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla; y su vicepresidente, Juan Marín, salieron en rueda de prensa para asegurar que la coalición seguía firme y que no estaba en el horizonte un adelanto electoral.

No obstante, como ocurre en Castilla y León, en el grupo de Ciudadanos hay serias discrepancias con la gestión de Marín que, además, no tiene buenas relaciones con Arrimadas.

Los acontecimientos en los próximos días marcarán si hay todo un cambio en el mapa autonómico del país, lo que tendrá sus repercusiones en la política nacional y, muy especialmente, para el Partido Popular. Pero también el papel de Ciudadanos cobra otra dimensión en la política nacional. Y el PSOE aspira a ampliar su geometría variable.