Hay números que desprenden dramas. De eso saben mucho en un amplio número de hogares de Euskadi donde sobreviven esquivando la miseria. Este jueves, el sindicato ELA –mayoritario en el País Vasco– ha dado a conocer un informe elaborado en base a los datos de la Encuesta de Pobreza y Desigualdades Sociales en 2018, dado a conocer por el Gobierno Vasco en agosto pasado. Las conclusiones son preocupantes.

“Si se analizan los datos por grupos sociales, los tipos de hogares que sufren elevadas tasas de pobreza son las familias con hijas e hijos, (las monoparentales y sobre todo, los hogares cuya persona de referencia es de sexo femenino), los hogares con mayores de 45 años sin ocupación estable, la población extranjera y los ya conocidos como trabajadores pobres”, ha destacado el sindicato.

En tal sentido, ELA ha denunciado que durante el gobierno de Urkullu “ha aumentado la pobreza en la Comunidad Autónoma Vasca”. En esa línea, destacó que “el número de personas que viven en hogares en riesgo de pobreza ha aumentado un 14% desde 2016 y un 41,4% desde 2008”.

En tal sentido, la central sindical subraya en el documento que “en 2018, 172.307 personas no tenían ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, el 8% de la población”. Del mismo modo, advierte que el año pasado había 130.965 personas (6,1%) en situación de pobreza grave, lo que supone un 6,9% más que en 2016 y un 46% más sobre 2008.

ELA advierte además que de acuerdo con los datos de la encuesta, el sistema de prestaciones sociales existente en Euskadi “es insuficiente para las 197.185 personas en riesgo de pobreza”.