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PSOE y Podemos Filtraciones y falsedades mutuas quebrantan la posibilidad de pacto entre Sánchez e Iglesias

Ambos partidos dan versiones interesadas sobre las reuniones para poner en evidencia a la otra parte. El PSOE empieza a lanzar el mensaje de que Iglesias impedirá por segunda vez un Gobierno de izquierdas porque sólo quiere sillones. Unidas Podemos culpa al PSOE de no querer negociar y querer imponer un Ejecutivo monocolor para ir a una investidura fallida.

El presidente del gobierno Pedro Sánchez y el líder de Podemos Pablo Iglesias, durante la nueva ronda de consultas para la investidura.- EFE/Juan Carlos Hidalgo

beatriz asuar gallego / manuel sánchez

No fue bien la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias,  y así se reflejó en las reacciones posteriores de ambos partidos, donde no faltaron descalificaciones, desmentidos y falsedades en torno al contenido del encuentro, que parecen alejar cualquier posibilidad de acuerdo entre ambos partidos de cara la investidura.

En esta ocasión, el primero en elevar el tono fue el PSOE, quien a través de su portavoz Adriana Lastra, acusó a Podemos y a su líder de no buscar un acuerdo programático y sólo "estar pensando en los sillones del Consejo de Ministros", dijo.

El PSOE llegó a filtrar que en esta reunión Iglesias pidió ser vicepresidente del Gobierno — información tajantemente desmentida por la formación morada —, recordando lo ocurrido en el 2016 cuando, tras visitar al jefe del Estado, el líder de Podemos dio una rueda de prensa en el Congreso reclamando una vicepresidencia y organismo claves del Estado como el CNI.

Curiosamente, esta información salió horas después de que el PSOE se quejase de las "falsedades" vertidas por Irene Montero y Pablo Igleias en torno al contenido de otras reuniones con Sánchez, en las que se aseguraba que se dijo a Unidas Podemos que el candidato había aceptado un Gobierno de coalición o que su preferencia era conseguir la investidura con la abstención de PP y Ciudadanos.

El PSOE, además, empezó a lanzar el mensaje de que puede volver a ocurrir que Iglesias frustre la formación de un Gobierno de izquierdas como ocurrió en 2016 y abra otra vez la posibilidad de que llegue al poder la derecha, "la última vez, nos costó casi dos años de Rajoy"; recordó un dirigente socialista.

Y es que los socialistas dejaron muy claro este martes que "no habrá una segunda oportunidad en septiembre" y que su propuesta se ceñirá al Gobierno de cooperación que han propuesto. Por lo que todo indica que, a día de hoy, Sánchez acudirá "con los bolsillos vacíos" a la investidura y querrá poner en el tejado de Podemos la responsabilidad de que haya repetición de elecciones. "Si aquí se va a elecciones es sólo porque a un señor no se le nombra ministro"; afirmó una portavoz del PSOE.

El PSOE confía en que Iglesias cambie de actitud

No obstante, pese a este clima tan negativo, en el PSOE se insiste en que aún queda tiempo y confía en que el líder de Podemos cambie de actitud. Aseguran que no dan por rotas las negociaciones — "no se puede romper lo que todavía no ha empezado"; afirma un dirigente socialista — y confían en que el partido morado dé al menos el paso de admitir una comisión negociadora programática.

Sánchez mantiene la oferta de incorporar algún independiente propuesto por Podemos

Desde el PSOE se insiste en que lo primero es el acuerdo en cuanto al programa y que, hasta que no se alcance, no se empezará a hablar de cargos ni del organigrama. Eso sí, mantienen que sigue sobre la mesa la oferta de que dirigentes de Unidas Podemos entren en el estructura de Gobierno y el ofrecimiento del presidente de poder incorporar al Consejo de Ministros algún independiente propuesto por esta formación.

Desde el PSOE, de momento, no se informa de nuevos contactos entre ambos dirigentes e insisten en que están a la espera de que Unidas Podemos conteste a su ofrecimiento porque, como ya apuntó Lastra, los socialistas consideran que nada ha dicho la formación de Iglesias ni del pacto programático, ni del pacto institucional, ni de la comisión de seguimiento posterior "ya que sólo quiere hablar de cargos", afirmó.

En Podemos crece el malestar y la desconfianza

Unidas Podemos cada vez mira con más desconfianza al PSOE. Desde el partido reconocen que están sorprendidos con la dureza de las declaraciones de Lastra. También critican que la portavoz dijera que "nunca podrán decir que ha habido una filtración del PSOE" y que, poco tiempo después, fuentes de Ferraz filtraran que Iglesias pidió la vicepresidencia a Sánchez. Algo que Podemos niega tajantemente. 

Los de Iglesias también apuntan al giro del PSOE entre la primera y segunda reunión que mantuvieron los líderes de cada partido. Fuentes de Podemos insisten en que Sánchez aceptó una coalición pero que la posición del presidente cambió después de las elecciones municipales y autonómicas. 

Podemos asegura que mantuvo discreción tras la primera reunión porque lo pidió Sánchez y que, después, el PSOE comenzó con las filtraciones

El grupo confederal también critica que ellos mantuvieron "discreción" sobre esta primera reunión porque así lo pidió Sánchez. No sentó bien entre las filas moradas lo que ellos aseguran que fueron las primeras filtraciones del PSOE: los encuentros privados en la Moncloa y la afirmación de que Iglesias había amenazado a Sánchez con votar en contra de su investidura si no había gobierno de coalición. 

Otro de los choques entre las formaciones se produjo con la Presidencia del Congreso en las negociaciones. El partido morado aseguró a Público que Lastra les ofreció presidir la Mesa de la Cámara Baja a cambio de no darles ministerios pero Irene Montero se negó a este trato. Sin embargo, fuentes del grupo parlamentario socialista presentes en las reuniones lo negaron "tajantemente" y se mostraron "muy sorprendidas y molestas".

Pese a todo, los de Podemos insisten en que tienden su mano para negociar un acuerdo integral, pero no sólo programático. Consideran que ellos ya han hecho suficiente cesiones al dejar claro que respetarían la estrategia de Sánchez en temas de Estado y renunciar a medidas programáticas que saben que los del PSOE no aceptarían como nacionalizar la energía.

No acaban de creerse que Sánchez irá a elecciones si no sale adelante la primera investidura. Confían en que los socialistas negociarán a última hora y septiembre un gobierno de coalición cuando el PSOE se dé cuenta de que no va a conseguir torcerle el brazo a Albert Rivera para que facilite su investidura. Esto es otro de los puntos que más señalan desde el partido: que Sánchez intente pasar la investidura intentando conseguir el apoyo de la izquierda como el de la derecha. 

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