El presidente del Gobierno, Pedro Sanchez, salió en defensa de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y aseguró sobre las grabaciones que se están conociendo durante una comida entre la titular de esta cartera y el comisario José Manuel Villarejo que a su Gobierno, "no le va a marcar la agenda un corrupto",  dijo.

Sánchez, en tono desafiante, aseguró que su Ejecutivo "no tiene ninguna hipoteca" y está determinado a cumplir un mandato claro: "Limpiar y regenerar la vida política y luchar contra la corrupción". Y añadió. "Este Gobierno no acepta chantaje ni amenazas de nadie".

El presidente del Gobierno, aunque evitó decir abiertamente que no se plantea la dimisión de la ministra de Justicia, dio a entender que esta era su intención, porque indicó que va a empeñarse en defender "el bueno nombre de grandes servidoras públicas, como es Delgado", dijo.

Sánchez, durante a rueda de prensa que ofreció en Nueva York donde asiste a la Asamblea de la ONU, al ser preguntado por algunas voces que cuestionan a su Ejecutivo y otras que hay en su partido que no ven con buenos ojos la continuidad de la ministra, aseguró que todo el mundo está en su derecho de "discrepar sobre la composición del Gobierno, pero el Gobierno lo hace el presidente", sentenció.

El presidente también criticó la postura que está manteniendo PP y Ciudadanos en torno a esta polémica con la ministra de Justicia, "pero si quieren hacer oposición a base de las informaciones de un chantajista sera su responsabilidad. El Gobierno está dedicado a gobernar" se reafirmó.

En ese sentido, se felicitó por el acuerdo alcanzado este miércoles en el Pacto de Toledo para la revalorización de las pensiones conforme al IPC y también puso en valor el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y la Generalitat en tema de inversiones para Catalunya, "el primero en diez años", apuntó.

Sánchez también se refirió a la situación de Catalunya y dijo que no es cómodo que este tema esté presente cuando acude a foros en el exterior, pero aseguró que cuando explica la situación real y el problema político que existe, "encuentro comprensión y reconocimiento", dijo.

Por último, volvió a apelar a la responsabilidad de PP y Ciudadanos para que desbloqueen la reforma de la Ley de Estabilidad y no dejen pasar la oportunidad de disponer de más de 6.000 millones de euros para reconstruir el Estado del Bienestar. Pero dio a entender que no le queda al Gobierno ningún otro conejo en la chistera para evitar dicho bloqueo.